Chico Explosivo. | Bakugo Katsuki.

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟖

(T/n) Nanase

Resulta que me perdí la vez que huí por haberme chocado con una mujer. Recuerdo estar muy cansada, y que el heroe Fat Gum me encontró.

También recuerdo a Bakugo, pero a partir de ahí no recuerdo más, me había dormido.

Me encontraba en mi habitación, arreglandolo un poco, ya que estaba muy desordenado. Los padres iban a venir a visitarnos, aunque los míos ya no estuvieran, tenía que arreglar la habitación igual. Supuse que sería porque guiarán a los padres por el lugar.

Tocaron la puerta de mi habitación.

—¡Voy!— bajé despacio de la silla, intentando no pisar algunos papeles y pequeñas cosas que puse en el suelo. Abrí la puerta y apreté los labios— A-Ah... Kirishima...

—Hola—sonrió—, ¿puedo pasar?

—Ahm...— miré hacia atrás— Dame 1 minuto.

Cerré la puerta rápidamente, y comencé a recoger todo, poniéndolo en una caja. Me resbalé con una hoja que al parecer no vi y me caí.

—Me cago en--

—¿¡Estas bien!?— dijo Kirishima desde la puerta.

—¡S-Si, enseguida te abro!

—¡Esta bien!

terminé de “ordenar” la habitación, abrí la puerta dejando entrar a Kirishima.

—Mhh, está bastante bien tu habitación— dijo mientras miraba esta— Uh.

Miré hacia dónde estaba mirando el, era todo el montón de cosas que habían.

—P-Perdón, es que, no me da tiempo a guardar todo, jeje...

—No importa, Moneta lo tiene peor. Dime, ¿te encuentras mejor?

—Ahm... Si, bueno, estoy mucho mejor, gracias por preocuparte. — sonreí mientras agarraba unas hojas que habían debajo de la mesa.

—Déjame ayudarte, estoy aburrido.

Kirishima se levantó y fue hacia el montón de cosas.

—Gracias Kiri— sonreí— me hace falta la ayuda, jeje...

Estuvimos un rato, no muy largo, ya que, con la ayuda de Kirishima

...

Una vez terminamos, nos sentamos, yo en la cama, Kirishima en el suelo.

—Gracias de nuevo, Kiri.

—No hay de que, soy tu amigo y con gusto te ayudo en lo que sea.— sonrió ampliamente.

—Ejem... — había una tercera persona en la habitación, me giré agitada y sorprendida miré a dicha persona.

—¡Bakugo!— Kirishima sonrió.

—¿Os molesto?

—N-no...— dije nerviosa— Pero, ¿como... Has entrado?

—La puerta estaba abierta.— dijo sin mirarme— Pelo pincho, ven un rato.

—¿A donde?

—Ven, hostia.

—A-Ah, voy... Nos vemos (T/n), cualquier cosa, me llamas. — afirmé sonriendo levemente, y Kirishima se fue junto a Bakugo, no sin que este se girarse a mirarme.

Apreté mis labios fuerte y me levanté.

—Bakugo, ¿podemos hablar?— dije antes de que cerrara la puerta.

—Estoy ocupado, otro día.

—

S-si... Esta bien.

Al menos algo era algo, sabía que Bakugo y yo podríamos hablar.