Alicia y Martín conversaron largamente en el despacho de este y se dijeron "casi todo".
Alicia evitó contarle que había recibido el correo anónimo con la advertencia de que se cuidara de su padre y de Sergio Jr. Ella quería investigar de qué trataba esa amenaza.
Y no solamente por el inminente peligro que corría, si es que estas advertencias eran ciertas, sino porque uno de los fiscales se le acercó y pidió conversar con ella, para decirle "algo urgente", relacionado con "el Gobernador". Para ella, esa era demasiada coincidencia.
Martín tampoco quiso decirle a Alicia que había comenzado a seguir pistas para obtener toda la información sobre el paradero de sus hijos. Pero, también decidió pedir que investigaran acerca del contenido de los documentos que su padre le dejó, antes de morir.
...
-Licenciada, tengo que hablar con usted, dijo el Fiscal Gutiérrez, quien le pidió una audiencia.
Necesito hablarle de varios casos pendientes a los que hice seguimiento durante un tiempo, pero, de pronto, el jefe del MP que le antecedió, me ordenó cerrar, le contó.
-Soy toda oídos, dijo Alicia, sobre todo, porque Gutiérrez le mencionó la frase clave: "Tienen que ver con el gobernador Sergio Carranza".
Para hablar con más seguridad, Alicia ordenó a su subalterno verse en su casa, de noche. Desde que llegó a Acapulco y, por experiencia, hizo instalar en su casa un sofisticado sistema de seguridad que incluía la revisión exhaustiva de cada rincón, para evitar micrófonos ocultos.
-Yo llegué al estado hace 15 años y desde entonces comencé a seguir varios asesinatos de mujeres y secuestros de niños. Sin embargo, como no es de extrañar, tuve muchas trabas para investigar, al punto que fingí hacerme de la vista gorda, sobre todo porque descubrí que el antiguo jefe del MP estuvo encubriendo varios de esos crímenes.
Quiero que sepa que a ese hombre no lo destituyeron, se lo llevaron a otro cargo, en otro estado, como una especie de premio, por no investigar.
En mis investigaciones pude determinar que los asesinatos de mujeres que incluyen violaciones, son asesinatos en serie, cometidos por dos personas.
Hay un elemento significativo. Un grupo de esos asesinatos se cometió de manera regular hasta hace 10 años. Luego pararon por 5 años y desde esa fecha para acá, han vuelto a ocurrir. Los crímenes tienen un patrón, pero no hemos podido dar con los responsables. He logrado determinar que al principio hubo dos asesinos y ahora todo parece indicar que solo hay uno de ellos.
Los últimos asesinatos, con el mismo patrón, comenzaron hace algunas semanas. Casualmente, en la semana en la que usted llegó al Estado.
La explicación del agente sorprendió a Alicia.
-Pero, usted me dijo que la información "tiene que ver con el gobernador", y hasta ahora lo que me ha dicho, no me explica el por qué de su afirmación, respondió Alicia, acostumbrada como estaba a no creer todo lo que le dijeran.
-Licenciada. Lamentablemente, mi investigación ha dado resultados que apuntan al gobernador, pero también debo decirle algo muy delicado. Su padre, don Gonzalo Montiel, puede estar implicado.
Le voy a contar. Hace unos años, a un guardaespaldas de don Gonzalo, pero que también era un excompañero mío de la policía, le fue encomendado un trabajo de seguimiento, junto con otro guarura.
La orden la dio el propio don Gonzalo Montiel. Le dijo que siquiera los pasos y que "cuidara" a la señorita Alicia Guerra, hija de doña Maruja Guerra. ¿Ud las conoce?
-Sí, respondió Alicia, a quien la invadió una sensación de miedo, al escuchar el nombre de Maruja y sobre todo el de la joven Alicia. No sabía por qué, pero le aterraba que algo pudiese pasarle.
-Mi excolega me dijo que su padre le ordenó cuidar a la joven, seguirla a donde sea. Un día, él pudo ver a que a ella le seguían los pasos. Era el gobernador. Ese hombre la acorralaba y molestaba, desde que cumplió 15 años.
La joven nunca dijo nada, ni siquiera a su novio, quien luego se convirtió en su esposo. Mi excompañero sabía todo eso, porque le ordenaron "seguirla y cuidarla der todo peligro", por ello hasta colocaron micrófonos e intervinieron su teléfono.
Un día, poco después de casarse, el gobernador la siguió cuando ella salió de la escuela y decidió cortar camino por la desembocadura del río.
Sergio Carranza la atacó e intentó violarla. Allí intervinieron los hombres de Gonzalo Montiel y detuvieron el ataque.
Luego, llevaron al gobernador ante don Gonzalo y este le amenazó con "cortárselos" si seguía acosando a la joven.
Desde ese día, Carranza no volvió a molestar a la joven Guerra, pero lamentablemente, causó la muerte de su esposo, mandando a descomponer su coche. Todo quedó allí, como un accidente que no se investigó.
Alicia estaba aterrada con el relato.
-¿Pero, uds no actuaron, la policía, el MP, no hizo nada?, preguntó furiosa.
-Mi excompañero me contó todo esto en su lecho de muerte. Murió de cáncer, pero como sabía que yo investigaba estos casos de asesinatos y secuestros de niños, me lo contó.
La señorita Alicia quiso denunciar, pero la amedrentaron. Mi compañero averiguó que recibió mensajes amenazantes y decidió callarse.
Sergio Carranza es un psicópata y estoy seguro de que él es uno de los asesinos en serie, responsables de estas muertes.
Alicia acordó con este fiscal, seguir investigando, en secreto, hasta tener todas las pruebas para encerrar a Sergio Carranza. Le dijo que se fuera y que debía reunirse otra vez para que le mostrara las pruebas que había logrado recabar e ir armando el caso.
Pero, antes de que el Fiscal se retirara, le preguntó si él había sido quien le envió los correos anónimos. El hombre le dijo que NO.
-Mi niña, dijo Yaya, tras entrar al despacho.
Disculpa que te moleste, pero afuera te buscan Alicia y Marcus.
CONTINUARÁ...
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La Ausencia
General FictionUna historia llena de intriga y amor que unió a Martín y Alicia para toda la vida