¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

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Alicia y Marcus veían con asombro cómo Maruja unía las partes de la joya que calzaron por completo y por detrás formaba la palabra MARLICIA.

Julieta, a través de la video llamada también estaba sorprendida.

-Mi amor, esto debe tener alguna explicación. Ahora debo colgar porque aquí es muy tarde. Pero, esto hay que resolverlo y voy a llamar a tu papá, le advirtió a Marcus, le lanzó un beso y colgó la llamada.

-¿Qué significa esto? Dijeron los jóvenes casi al mismo tiempo. 

Esto debe tener una explicación lógica, cómo es que las ropas con las que nos encontraron se parecen tanto y por qué esta joya calza perfecto, dijo Marcus, abrazando a Alicia, quien estaba muda de asombro.

Mientras Maruja pensaba:

"Esto está demasiado extraño y debe tener una explicación lógica".

Pero, luego se acordó de la expresión de Yaya, cuando vio por primera vez juntos a Marcus y Alicia.

También se puso a evaluar objetivamente el parecido entre los jóvenes y algo en su interior, unido a su instinto, le dijo que allí había algo más que casualidad.

Pero, como ya era muy tarde, decidió dejar esto para el día siguiente, cuando llamaría a Yaya, para hablar con ella "muy seriamente".

-Muchachos, por qué no se van a descansar. Ya es tarde. Seguro esto tiene alguna explicación que mañana podemos resolver con Martín.

Alicia asintió y salió del cuarto a buscar a Moisés porque la empleada le avisó que el bebé se había despertado y pedía su "tete".

Marcus también salió, rumbo a su habitación. Se sentía desconcertado y decidió entrar al cuarto de Alicia.

-Debemos hablar de esto, Alicia. Es demasiado extraño lo que está ocurriendo. ¿No te parece mucha coincidencia que a ambos nos hayan encontrado abandonados, que seamos adoptados y ahora esto?, preguntó el joven.

-Tienes razón. No quiero pensar en esto, pero te lo voy a decir. ¿Y si somos hermanos? Parece una telenovela, pero no hay otra explicación para nuestro parecido, para esa extraña sensación que he tenido siempre, esa de que me falta algo, dijo Alicia.

Y desde que llegaste, ya no la tengo. 

-Yo también sentí eso siempre, pese a que desde que me adoptaron he llevado la mejor vida y tengo a los mejores padres del mundo, nunca me abandonó la sensación de que me faltaba una parte. Cuando llegué aquí, ya no la tengo, afirmó Marcus.

Además, nunca te he preguntado ¿Cuántos años tienes? 

-Voy a cumplir 25, en julio. Esa no es la fecha, obviamente, de mi nacimiento, pero mi mamá Maruja dice que cuando me dejaron en la puerta de la casa, era principios de julio y que tenía más o menos tres semanas de nacida, explicó ella.

¿Y tú, cuantos años tienes?

-La verdad, casi 25, igual que tú. Pero, el mes exacto no lo sé. En el orfanato le dijeron a mis papás que me habían encontrado en las cercanías de un río o en el puerto de Hamburgo, también cuando no tenía ni un mes de nacido. Más o menos en julio.

Solo que mi cumpleaños me lo celebran en octubre, el día que llegué a la casa de mis padres, oficialmente como su hijo, relató Marcus.

-¿Ves? Otra coincidencia, tenemos casi la misma edad y por lo que me dices, también te encontraron en julio. 

Lo que no me cuadra es que te hayan encontrado en Alemania y a mí aquí.

Marcus,  ¿Y si nos secuestraron aquí y nos separaron? Tú has escuchado lo que dicen de esta parte de México, donde roban y secuestran recién nacidos para venderlos, dijo ella.

Ambos se miraron y se abrazaron.

Los muchachos decidieron esperar al día siguiente para hablar con Martín y plantearle  esa locura de que, tal vez, únicamente tal vez, eran hermanos.

...

Al día siguiente, ambos se levantaron temprano y buscaron a Martín en su habitación, pero él no estaba.

Maruja les dijo que no había llegado en toda la noche, pero que no se preocuparan, porque la llamó para decirle que estaba haciendo unas diligencias fuera de la ciudad.

Alicia terminó de desayunar y preparar al pequeño Moisés, para luego ir a dar clases.

Salió de la casa y al acercarse a su coche, sintió que la sujetaban por detrás y le tapaban la boca. Trató de zafarse, pero no pudo. Lo último que recuerda es el olor muy fuerte del trapo que le pusieron en la boca y que no la dejaba respirar.

Marcus, como todas las mañanas, salió a trotar por los alrededores de la casa. Se iba corriendo hasta desembocadura y regresaba, cuando se detuvo a descansar, sintió un golpe muy fuerte en la cabeza.

Lo último que escuchó fue: "tenemos al principito".

CONTINUARÁ





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