Capitulo 6: Elias Brown

137 2 0
                                    

Suspiro estirandome y la maldita alarma que no deja de sonar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Suspiro estirandome y la maldita alarma que no deja de sonar. Se suponia que la pastilla iba ayudar a descansar, pero es todo lo contrario, me siento mas cansado de lo normal.

¡Por eso las deje de tomar! Que ironico, algo que te "ayuda" a descansar te cansa mas.

Me arrastro por la habitación hasta el baño, me quedo un rato largo debajo del agua y lo que mas me gusta de esto, es que el agua borra mis lágrimas. Cuando siento que ya estoy listo para poner mi cara de acá "no pasa nada" salgo de la habitación, todo esta muy en silencio. Voy directamente al trabajo, no desayuno porque esas pastillas me quitan hasta la pocas ganas de vivir que tengo.

¡Okey! No fue gracioso, pero es verdad.

Subo al bus y me coloco los auriculares -no es algo que haga a menudo- pero me saca del mundo real y hoy lo necesito.

Emma me resive con un abrazo que agradezco profundamente, lo necesitaba.

-Buenos días, Emm

-No puedo decir lo mismo -me mira con el entrecejo fruncido- no te voy a pedir que te vayas a casa, pero ve a mi oficina y descansa un poco.

-¿Descansar? Recien me levanto. -debo de ser un desastre.

Niego y solo me abraza, eso es lo que me derrumba -de nuevo- voy a desidratarme tanto llorar.

¡Lo que no lloro en un año, lo lloro en un día!

-Esto me distrae -trato de reconponerme- mis pensamientos me estan matando.

-¡Ay dios! Me duele verte así -me lleva al baño de su oficina- lavate la cara, te espero afuera.

Me miro al espejo y lo que veo no me gusta -un chico delgado, con ojeras y muy palido- soy un desastre, suspiro enjuagandome la cara y salgo.

Me pongo el delantal y comienzo a trabajar, no hay mucho por hacer. Mi celular no deja de sonar, me puedo imaginar quien o quienes son.

Gus:
¿Como amaneciste? Llamame cuando te desocupes.

Sabri:
¡Hola! Ojitos, ¿Como estas? No quiero caer en lo mismo, pero sabes que estoy acá para ti.

Ale:
Hola bebé, ¡estoy con gripe! Pero si necesitas hablar o cualquier cosa podes venir.
Ale:
¡Me pongo algo para no contagiarte! Cualquier cosa por ti.

Amo a mis amigos, solo que ahora no quiero hablar con nadie. Emma solo me abrazo y casi me desintegró, no quiero imaginar como me voy a poner con ellos.

Estoy sentado en la cocina perdido mirando los mensajes

-Tengo hambre -dice Emm- toma, esta rico.

-No, gracias. No tengo hambre.

-Te lo dejo acá por si lo quieres comer después -asiento, sin remedio- tengo que salir a pagar unas cuentas. ¿Te haces cargo un rato? No esta Ale, por eso te lo pido.

A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora