Capitulo 30: Elias Brown

44 0 0
                                    

Cuando sale Dashton, le doy rienda suelta para que mis lágrimas salgan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando sale Dashton, le doy rienda suelta para que mis lágrimas salgan. Tiene razón en todo... Es tonto pensar así, ¿pero como hago para no pensar de esa manera?

—Ojitos, mirame.

—Estoy bien, sólo quiero ir al apartamento.

—¿A estar solo?

—Por favor, Sabri.

—Esta bien, deja que le diga a papá que te lleve.

—Puedo ir sólo —salgo del cuarto y veo a Julian que está por irse— Julian, ¿podrias alcanzarme hasta mi apartamento? Por favor.

Me mira sorprendido... si yo tampoco me lo creo.

—Si... No hay problema.

—Mándame cuando llegues, ojitos.

Asiento

—¿Estas bien? —niego, es la primera vez que el silencio entre ambos no es incómodo.

—Me gustaria hablar y arreglar las cosas...

—En otro momento, no me siento bien justo ahora... te juro que lo intento —se me quiebra la voz, carraspeo— lo intento.

—Esta bien, no te presiones —dice— cuando estés listo. Nos vemos.

—Gracias. Adiós.

Voy directo a la cocina, tengo la garganta seca. Contengo el llanto que nuevamente quiere salir y me meto a ducharme

Sabri:
Ya llegué, estoy bien. Mañana te mando.

Llego mas temprano de lo normal al trabajo, supongo que anoche pude descansar

—Buenos días, Emm.

—¿No tuviste una buena noche? —
me giro— Hola.

—¿Vas a estar seguido por aquí? —digo pasando de el

—Noah, no molestes.

—No hago nada tía.

Sonrio mirándolo.

—¿Hoy si estas de humor? —me encojo de hombros.

—Es serio por naturaleza. ¿se conocían? —pregunta Ale— Hola bebé. ¿Como estas?

—Se podría decir que si... ¿son novios? —nos miramos y ambos  largamos una carcajada— supongo que no.

—Claro que no lo somos —dice abrazandome— es como mi hermanito.

Ruedo los ojos, me gustaba en aquel entonces cuando eso me molestaba, definitivamente no siento nada y cuanto lo odio

—Chico libre, me gusta —tanto Ale como yo lo miramos— ¿dije algo malo?

—A Eli le gustan las niñas —dice Ale

Si, niñas

—Nunca se sabe, prima —dice sonriendome— yo decía lo mismo y mirame, orgullosamente gay

A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora