Capitulo 23: Elias Brown

66 0 0
                                    

—¿Ya te instalaste? —pregunta Bruno cerrando la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Ya te instalaste? —pregunta Bruno cerrando la puerta.

—Si. Hoy llevaban las últimas cosas.

—¡Que bueno! Te felicitó, me dijo Alex que hacía rato lo querías hacer —lo miro.

—Gracias. Estoy muy contento —me da las llaves —¿quieres conocerlo? te puedes quedar a cenar. Y de paso conoces mejor a Agus.

—¿No tienes problema? No quiero incomodarlo.

—Habíamos quedado que íbamos a salir, era el amigo que estaba de viaje.

—Si, no hay problema. ¿Vamos?

Nos vamos caminando aprovechando para contarme sobre su familia y como termino viviendo en San Francisco.

Tiene una hermana mas chica y su mamá, su padre murió cuando era joven. Vivía en Canadá y se mudó a mitad de año porque su mamá puso una empresa aquí.

—Buenas noches —saludo al guardia

—¿Hace mucho conoces Agustin? Se ve que tienen una linda relación.

—Desde que íbamos a jardín —digo bajando en mi piso— siempre nos llevamos bien.

No esperaba verlo aquí, cuando entro y ve a Bruno se le borra la sonrisa.

—Buenas noches —saluda Bruno.

Gus asoma la cabeza desde la cocina, lo miro serio, sólo se encoje de hombros.

—Buenas noches —dice Dash mirándonos

—Hola —murmuro— ¿que haces, Gus? Bruno se queda a cenar.

Lo hago pasar a la sala, me incomoda un poco que Dashton no para de mirarme y mirarlo.

—Ash vino a verte —dice Gus— hace rato que está esperando, yo me voy y tu... —apunta a Bruno— te vienes conmigo.

Bruno sólo lo mira, yo también ¿que carajos?

—¿Ash? ¿Desde cuando te cae bien? —digo pasando junto a el hasta la cocina.

Reclutando al mejor amigo: movimiento inteligente.

—¿Estas molesto? —dice apoyado en el marco de la cocina

—¿Por que lo estaría?

—No lo se —sonriendo— acomode algunas cosas. Mi trabajo aqui esta hecho, me voy.

—Tu no vas a ningún sitio —lo detengo del brazo— ¿que hace aquí? ¿Por que lo dejaste entrar?

—No sabía que tenía la entrada prohibida —lo suelto— mamá me espera, ¿vamos? Te alcanzo hasta tu casa.

—Eli dijo...

—¡Elias! Y no importa lo que haya dicho —lo agarra del brazo sonríendole falsamente— tiene cosas que hacer, otro dia sera.

A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora