Capitulo 33: Elias Brown

42 0 0
                                    

Entro al edificio y está todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entro al edificio y está todo... muy reluciente, de sólo verlo, me dan ganas de salir corriendo.

Tu puedes

Yo puedo.

—Buenas tardes. Soy Elias Brown —la señorita se baja los lentes mirándome de arriba abajo— tenia cita con la doctora Alejandra López.

—Elías Brown...—dice tecleando en el ordenador— aquí está, lo está esperando, señor Brown.

Me siento un hombre mayor.

La sigo por un pasillo, bastante más colorido que la sala donde estaba recien.

—Pase, por favor.

La habitación no es nada comparada a la del pasillo y la sala principal. Siento un poco mas de normalidad aquí dentro.

—Muchas gracias, Julia. —dice una mujer sentada desde su escritorio.

—Bueno... ¿que tenemos aqui? —estoy muy nervioso— siéntate, por favor. Me llamo Alejandra, pero me puedes decir Ale.

Me acomodo en el sofá de enfrente

—Un gustó, Elias

—Emma me hablo mucho de ti, Elias.

Me pide que le hable de mi vida, y sabía que esto iba ser así, pero creo que no estaba preparado, tomo un leve suspiro y comienzo.

Cuento sobre cómo mi padre me abandonó antes de nacer, de mis abuelos echaron de la casa a mi madre, de la muerte de mi mamá, como me culparon de su muerte  (y como me lo crei en algún momento) mi intento de suicidio, la depresion y los ataques, mi miedo de ir al cementerio, la pelea con Julian, la aparición de Dash, el miedo al abandono y mi reciente pelea con Ale.

Agarro el vaso de agua que Alejandra me ofrece, tomo un respiro mirandola y largo el llanto que tenia contenido.

Fue tan fácil contarle todo

—¿Y... dices que tienes dieciocho años? —dice mirándome con asombro.

—Si...

—Lo primero que te voy a decir; es que eres un muchacho muy valiente.

—No lo creo... intente quitarme la vida —susurro.

—¿Que te lo impidió?

—No lo sé.

—Si, lo sabes —niego— y segundo; vamos a tener para varios meses, si quieres estar bien y seguir adelante con tu vida.

—Quiero intentarlo

—Vamos hacerlo juntos, tienes una vida por delante. Elisabeth estaria muy orgullosa de ti, Elias

—Gracias.

Salgo del consultorio con menos peso del que entre, lleno los pulmones de aire y lo suelto despacio.

Voy caminando hasta mi departamento para despejarme y pensar en todo que paso estos últimos días.

A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora