Hoy al fin es el día que tanto he esperado. Si me lo hubieran preguntado años atrás, cuando aún era un adolescente lo hubiera tomado como un chiste. En mi vida he cometido muchos errores y gracias a eso aprendí a ser una mejor persona, mejor persona para ella y para mí mismo.
Nervioso, acomodo mi corbata y el resto del traje frente al enorme espejo pegado a la pared y trago saliva con dificultad.
—Deja de dar vueltas de un lado a otro y arreglar tanto ese traje —me dice Hiro entrando al cuarto con una sonrisa—. Te ves bien, realmente bien... si no fueras mi hermano iría por ti.
—¿Es un halago? —pregunto confundido y con una imborrable sonrisa—. En verdad estoy muy nervioso.
—Qué lástima, ya es hora —comenta viendo la hora en su celular.
—Sólo dame un segundo —pido y él sale—. Angel. Ya eres todo un hombre, actúa como tal.
Respiro hondo y sigo a Hiro hasta el carro para irnos a la iglesia donde se realizará la ceremonia. Fuera del lugar encuentro a muchos de mis conocidos que me saludan y me dan su bendición y casi en la entrada veo a mis padres y suegros.
—Ya estás tan grande —me abraza mamá apunto de llorar.
Entran todos los invitados a excepción de mamá y el padre de Yuri quienes son nuestros acompañantes. Mamá me toma por el brazo y vamos hasta el altar donde me deja con una enorme sonrisa y se retira a su asiento en la primera fila.
Los nervios comienzan a inundarme cuando oigo los murmullos de todos y no veo entrar a Yuri. Sé que a la mayoría de las mujeres les gusta hacerse esperar, pero podría ser mas considerada. Tengo pánico escénico, y más encima creo que me dará un ataque por los nervios.
Cuando siento que la respiración comienza a faltarme y mis piernas colapsarán, entra Hana anunciando la llegada de Yuri. Comienza la tonada y finalmente veo llegar a mi novia —casi esposa— vistiendo un lindo vestido de color blanco.
Llegan a mi lado y le ofrezco mi mano a Yuri quien sin dudar la toma y suelta el agarre en el brazo de su padre, él me hace una advertencia con su mirada y río nervioso antes de verlo dar media vuelta y tomar asiento junto a su mujer.
—Te ves muy linda hoy —le susurro cuando volteamos a ver al sacerdote.
—¿Los demás días no? —la veo alzar una ceja e intento buscar una excusa, pero ella suelta una risa y me sonríe—. Es una broma. Tú también estas muy guapo.
Río nervioso y ajusto el cuello de mi camisa.
—Pueden leer los votos.
Suelto las manos de Yuri unos segundos y saco una hoja de mi bolsillo que desdoblo con nerviosismo, le doy una miradita y la vuelvo a su lugar para tomar las manos de mi novia nuevamente.
Hana se acerca a nuestro lado trayendo consigo los anillos y aclaro mi garganta.
—Yo, Angel Takamiya, prometo amarte, honrarte y respetarte por siempre. Prometo permanecer junto a ti en lo bueno en lo malo. Prometo ser un esposo fiel y amante. Prometo ser el más comprensivo en la salud y enfermedad. Prometo entregarte mi alma. Prometo ser tu compañero y tu mejor amigo. Y prometo amarte con toda mi alma y corazón por toda la eternidad. Por favor, acepta este anillo como símbolo de nuestro amor y amistad. Te amo, Yuri.
Tomo mi anillo y sujetando con cuidado su mano, lo pongo en su dedo anular sintiendo una ola de sentimientos por dentro.
—Yo, Yuri Eizawa, me entrego a ti este día, para compartir mi vida junto a ti. Puedes confiar en mi amor, porque es real. Prometo serte una esposa fiel y compartir y apoyarte en tus esperanzas, sueños y netas. Mi voto estará hoy y siempre contigo. Cuando caigas, te levantaré; cuando llores, te confortaré; cuando rías, compartiré contigo tu gozo. Todo lo que soy y todo lo que tengo es tuyo desde este momento hasta la eternidad.
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Sólo es un juego... ¿verdad? © | Seuj
Roman pour AdolescentsTras el traslado de su padre desde Inglaterra a Japón, Hiroshi, un joven amable y tierno a la primera impresión, ingresa al instituto de Tokio. Aquí es donde comienza su historia de amor. Su padre, por ser uno de los más destacados en su trabaj...