SIETE

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(Hiroshi)

Siento quede al inicio nos costó con Akira coincidir con los tiempos, nunca podíamos avanzar con el trabajo que nos envió el profesor, al menos fue así las dos primeras semanas. Pero ahora que ya se cumplió un mes desde que el profesor lo anunció hemos estado trabajando mejor. Aún no se nos da la fecha de exposición, pero por como vamos nos dará más tiempo para acabarlo y hacerlo bien.

Lo que más me molesta es que los únicos días que tenemos libre son los sábados, porque en la semana tenemos que hacer las tareas que los demás profesores envían, y por eso ahora, cuando debería estar acostado en mi cama viendo películas y rascándome el ombligo, estoy yendo a casa de Akira.

Esa de otra cosa que decidimos, hacerlo en su casa porque hay menos personas. Hay una que otra chica que se encarga del aseo, pero no nos interrumpen como es en mi casa con mamá y Hana.

—Hola —saludo tímido cuando el padre de Akira abre la puerta. No importa que haya pasado un mes desde que lo conocí, incluso si pasaran años seguiría poniéndome nervioso, y es que es una versión tan masculina e intimidante de Akira que hasta me atrevería a decir que me gusta. Una lástima que sea casado.

—Hola nuevamente —saluda sonriendo, esa es otra cosa ¡el maldito es muy alegre! ¿a Akira cuándo lo veo sonreír tan amable? Exacto, nunca—. ¿Vienes por lo del trabajo?

—Eh… sí.

—Vamos, no seas tímido, siéntete como en casa —me toma por los hombros llevándome dentro—. Akira me dijo que vendrías hoy, así que te estaba esperando. Creo que sigue dormido, puedes ir a despertarlo o puedes almorzar conmigo, tu eliges.

Sonrío y le aseguro haber almorzado antes, así que corro escaleras arriba sabiendo ya dónde está su cuarto. Primera puerta de la izquierda del pasillo de la derecha. Tampoco es como que me pueda perder si hay un colgante en su puerta que pone su nombre.

Abro la puerta y me recibe la misma horrible imagen de siemñre, hubiera preferido quedarme comiendo con su padre. Hay ropa tirada por todos lados, incluso sobre su cama y el espejo apoyado en una de las paredes, cajas de comida rápida e incluso latas de bebidas energéticas. Seguro se quedó la noche en vela nuevamente.

Me adentro intentando no caer por todas las cosas que habían en el suelo, una vez junto a la cama muevo la ropa que estaba encima y encuentro un poco de pelo, sabiendo ya donde está, quito toda la ropa y me encuentro al fin con su rostro.

Muevo su cuerpo con la intención de despertarlo pero al ver que no servía comienzo a llamarlo, él suelta ruidos de molestia cada vez que lo muevo.

—Hi–Hiro...

—«¡¿Dijo mi nombre?!».

Me toma por el brazo y me tira hacia su cuerpo haciéndome caer sobre él mientras me abraza. Mi rostro queda hasta la altura de su pecho y mis piernas separadas a sus costados.

—Deja de perder el tiempo —me quejo golpeando su estómago con mi puño—. Akira —me quejo, no quiero gritarle. Lo que al fin me hace reaccionar son sus manos metiéndose bajo la tela de mi playera—. ¡Akira!

—¿Hm? —sus ojos se dirigen a mi rostro y nos quedamos unos segundos así en lo que él procesa lo sucedido y al final me suelta dejándome a un lado—. Lo siento.

—Al fin despiertas.

—E–en serio que lo siento —se disculpa avergonzado. Soy yo quien debería estarlo de todas formas, yo no le metí mano.

—Ya no importa. Solo vístete para que podamos avanzar con el trabajo.

Sale de su cuarto, seguramente al baño y yo me quedé sentado en su cama. Pasan largos minutos en los que solo juego con mi móvil y entra al cuarto con una toalla cubriendo solo de la cintura hasta poco más arriba de las rodillas.

Mis ojos se posan en su cabello mojado y siguen las gotas que caen y recorren todo su cuerpo hasta llegar al borde de la toalla donde desaparecen. Vuelvo a subir la mirada y me encuentro con su sonrisa burlona.

—¿Te gusta lo que ves? —pregunta posando.

—Estúpido —río de su intento de pose coqueta—. Puede que sí, como puede que no —comento sin dejar de mirarlo a los ojos, él rueda los ojos y me da la espalda. Como si no fuera obvio que está avergonzado.

Ay, este chico es tan divertido a veces.

Va al armario y saca la ropa que usará, lo que consiste en una camiseta blanca con un estampado de gato y un pantalón gris, además de un par de calcetines y ropa interior.

Se sienta en la cama un poco alejado de donde estoy y comienza a sacarse la toalla.

—Eh... Akira —lo llamo haciéndome notar, no encuentro las palabras para decirle que se mueva sin sonar vulgar. No es que me avergüence verlo cambiarse, pero sé que a él sí porque una vez me lo dijo.

—¿Ah? —me mira y luego mira su toalla, se sonroja un poco y toma todas sus cosas—. Voy al baño y vuelvo.

Cuando vuelve hablamos un poco sobre lo que haremos en el trabajo y decidimos empezar por una de las más comunes y conocidas: el VIH. Entramos en internet y buscamos información importante para luego copiar y pegar en la página de Word.

En cuanto terminamos unas cuantas páginas, nos cansamos y Akira me invita a jugar en la consola para pasar el rato.

Más tarde, luego de comer con ambos, me despido de Akira y su padre y vuelvo a casa.

Toco el timbre porque había olvidado las llaves antes de salir y tras unos minutos sale mamá con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Qué pasó?  —pregunto haciéndola a un lado para pasar.

—Es una sorpresa —se ríe y cierra la puerta.

Extrañado entro pasando por la sala para ir a mi cuarto, pero soy detenido por mamá quien me toma del brazo y me hace sentar en el sofá con la orden de que espere un poco.

Obedezco y me quedo sentado revisando mis redes sociales, hasta que oigo ruidos en la cocina y me levanto para ir a ver que pasa. Sin embargo, al dar la vuelta al sofá para caminar a la puerta, esta se abre inmediatamente dándome una gran sorpresa.

Era él. Mi mejor amigo, quien me acompañó siempre que lo necesité. Mi confidente, el único que soportaba y entendía mis problemas. Mi compañero, el único que entiende mi humor y a quien más amo molestar.

Mi hermano mayor.

(Akira)

Hoy fue un día de lo más agotador. Deseo poder dormir y no despertar más. Detesto hacer trabajos para la escuela y más si son en grupo, así no puedo decidir yo mismo cuánto tiempo ocupar. Aunque he de admitir que el hacerlo con Hiro de algún modo me agrada.

—Ahora mejor voy a dormir que mañana será otro día —susurro antes de acostarme y apagar la luz de la lámpara sobre la mesita de noche.

•••••••••••••••

Momento de impacto, ¿quién dijo hermano de Hiro? kskdkdk comenten, creen que es mayor o menor, hetero u homo, retrasado o normal. La verdad es tan similar a Hiro que tampoco hay que dudar tanto de cómo es.

Siento que la mayoría de los capítulos que hago son relleno y un 1% que aporta a la historia, lo bueno es que esto es decisivo, el hermano de Hiro creo que no se mencionó antes, y si es que lo hizo todos lo pasaron por alto hasta ahora. Aunque tampoco creo que aporte tanto a la historia... o sea sí, pero no.

»Momento de spam que olvidé poner en el capítulo anterior:

Pueden seguirme en Instagram en donde aparezco como @baby__skull, con doble guión bajo, donde doy avisos y ese tipo de cosas.

y eso po, cuando me de ganas voy a leer sus comentarios sorry los amo uwu

Sólo es un juego... ¿verdad? © | SeujDonde viven las historias. Descúbrelo ahora