Capítulo 2

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DULCE

El día siguiente a la trajedia de mi papá, desperté con dolor de cuello al dormir apoyada a la puerta, Amelia se levantó y me echo de ahí, corrí a mi cuarto y cerré con llave, me daba mucho miedo después de lo que pasó, con dolor en mi alma por haber perdido a mi padre fui a bañarme y cambiarme, estar lista para su entierro era lo único que podía hacer, me puse un vestido negro, zapatos de charol y solo me peine el pelo y dejar que se secara con el viento.

Minutos después oí ruido afuera, quizá ya habían venido por mi papá, salí al pasillo y vi unas personas siguiendo a Amelia al cuarto, cuando entraron los seguí y me quedé en la puerta viendo como se llevaban a mi papá en una camilla y una manta blanca encima, quise acercarme pero no me dejaron.

Cuando todos salieron me apresure a seguir a Amelia afuera de la casa para ir con ella al entierro, pero me detuvo antes que pudiera poner un paso afuera.

–Ni pienses que vas a salir de esta casa, no mereces despedirte de tu padre, ¿no estás conforme con haberlo matado que quieres asegurarte de su entierro?– lo dijo todo tan frío que no pude evitar temblar un poco.

–Y-yo solo quiero despedirme de él, n-nunca fue mi intención matarlo, quiero disculparme y que no se vaya enojado conmigo.–No pude evitar tartamudear un poco y al parecer mis explicaciones no sirvieron, ahora ella me odiara.

–Ni creas que tendrás el privilegio de hacerlo, no mereces ni pensar en el después de lo que le hiciste, después de lo que me hiciste– furiosa cerró la puerta tras ella y cuando intente abrirla me di cuenta que me había dejado con llave.

Caí al suelo y me hice una bolita enfrente de la puerta, llore y sentí como mi corazón se partía en pedazos, lo único que podía hacer era llorar y desgarrarme la garganta por los sollozos que salían de ella.

—Lo siento muc-cho papá, jamás quis-e matarte, p-perdon por no cuidar bien de t-tí, prometo cuidar de Amelia como no lo hice contigo.–no podía hablar bien por el llanto pero intenté ser lo más clara posible.

No se cuanto tiempo pasó pero no me había movido de ese lugar, el cuerpo me dolía por la posición pero merecía ese castigo; no había comido en todo el día pero mi estómago lo sentía cerrado, sabia que si lo intentaba solo regresaría todo.

Pensaba en cómo era posible que siendo tan pequeña y con a penas 5 años podía ser ya una asesina, primero fue mi madre que a causa de mi nacimiento perdió la vida, y luego mi padre que por mis malos cuidados hacía el termino perdiendo la vida.

Ahora me enfocaria en no ser un estorbo para Amelia, a pesar de estar enojada conmigo tal vez puedo obtener su perdón si cuido de ella como no pude con mis padres, ella era lo único que me quedaba, la familia de mi madre no me quería por haberla matado y mi padre jamás me presentó a nadie que tuviera su sangre.

Estaba tan quieta que si alguien estuviera en la casa pensaría que soy solo un saco viejo enfrente de la puerta.

El timbre sonó sacándome de mis pensamientos y haciendo que pegara un brinco en mi lugar, me levante y antes de abrir quise ver por el agujero de la puerta para saber de quien se trataba pero estaba muy alto, no alcanzaba.

Me fui a la ventana de a la par y me pare en una maseta falsa de plástico que había de decoración, me sostuve de los barrotes para no caer y a penas alcance a ver a través de ella.

Afuera habían dos hombres grandotes, vestidos de trajes negros y unos cables en los oídos, parecían muy enojados esperando a que alguien  abriera, atrás de ellos había otro más de traje más bonito, pero no le veía la cara porque estaba de espaldas.

Aclare mi garganta y hable.

–D-isculpen.– vaya, mi vos a penas se escuchaba por lo maltratada que estaba mi garganta, como era de esperar ellos no me escucharon y tuve que golpear el vidrio de las ventanas cerradas para que voltearan a mi.

Dos de ellos(los más musculosos) lo hicieron, buscaron mi cuerpo pero lo único que se veía era mi cara, se percataron de eso y decidieron acercarse más a la ventana; al tenerlos frente a mi pude darme cuenta de que tenían muchos tatuajes, temí por ser tan estupida de llamarlos y no haber finjido que no estaba nadie en la casa. Solo espero no salir mal de esta.

Mabel dice:

Me agarro la inspiración a estas horas así que decidí subirlo, perdón si no les gustan los capítulos largos pero no puedo evitarlo, espero les guste.

Bye ❤️.

Mi Dulce InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora