EVAN SMITH
Estaba en mi oficina esperando a los hermanos Hamilton, estaba ancioso, quería que me dieran ya la información de la pequeña de ojos azules; hace un mas de un mes les puse la tarea de averiguar todo sobre ella, semanas después de investigar a profundidad, me di cuenta que era mi sobrina, confirmando mis sospechas desde que la vi.
Hace muchos años mi hermano renunció al puesto que nuestro padre nos dejó, la mafia no es fácil de llevar y el al saber el estado de su esposa decidió uir para vivir tranquilo y fuera de peligro, los busque pero antes de encontrarlos decidí mejor dejarlos en paz.
Hace unos meses me llegó la noticia de la enfermedad de mi hermano, al parecer tenía un tumor en el cerebro, pero jamás fue tratado, es como si lo dejasen morir, luego me di cuenta que tenía una hija y que tristemente Rosali murió al dar a luz a esa preciosa pequeña.
Investigue y me di cuenta que volvió a casarse con alguien, y ese alguien era Amelia, ella hace años me pidió dinero prestado, siempre fue una adicta al alcohol, cuando intente cobrar la deuda ya había escapado, luego cuando fuimos a su casa y me entere que quien nos atendió fue su ''hija'', no pude evitar casi correr para conocerla, quise entrar y abrazarla pero el darme cuenta que la había dejado encerrada me enfureció.
Salí de ahí y le hablé a mi abogado, el hombre me dijo que al morir su padre la custodia le quedaba a ella y solo con pruebas de su maltrato hacia la pequeña, yo podía tenerla bajo mi protección, la investigue y mande a que la siguieran, luego hable con ella al conseguir su numero de teléfono, llegamos a un acuerdo y cada fin de semana me pagaría un porcentaje de lo que me debía, mande a los hermanos y cuando me contaron que tenía a mi pequeña presenciando como ella se emborrachaba con sus amigotes, sentí que no podía más.
La segunda visita, que era hoy, iban a tratar de hablar con la pequeña, les dije que tuvieran tacto y que no la asustaran.
Rato después tocaron la puerta, los dejé pasar, su cara de enojados no me dio una buena señal y supe que no habían buenas noticias; se sentaron frente a mi y fue Derek quien me contó todo esta vez.
--La tiene de puta sirvienta, al principio que llegamos ella no abrió y cuando le pregunté cómo estaba ella me dijo que bien, incluso me sonrió, pense que no la trataba tan mal pero me equivoqué, cuando Amelia cayó dormida por la droga que probamos hoy en ella, Rob la dejo en su habitación y me di cuenta que es muy probable que la muy perra haga que cocine su propia comida, la cargue para que no hiciera nada y está tan delgada que no hice nada de esfuerzo, me contó que solo cenaba arroz, tortilla y un vaso de agua en todo el día, tenemos que hacer algo, esta matando la de hambre y la pobre niña no sabe que está mal todo lo que hace.--terminó de hablar muy enojado y frustrado por la situación, me enoje tanto que tire el vaso con mi bebida directo a la pared detrás de ellos, se estrelló y ellos ni parpadearon.
--La próxima visita iré con ustedes, le darán la droga a esa perra y cuando se duerma nos llevaremos a la pequeña hacia mi casa, aun no esta lista pero me importa una mierda, no puedo dejar que siga sufriendo de esa manera.
--¿Y si la niña no se deja?, digo, podría asustarse ella aun no sabe las cosas, incluso podría llorar, no podría verla llorar.-- dijo Rob, me sorprendió ya que el es muy frío y poco de palabras y tenía razón, no podíamos solo traerla y esperar que se dejara.
--Tendremos que sedarla, le taparemos la nariz con un trapo de cloroformo, luego la llevaremos dormida.
El plan ya estaba echo solo era cuestión de esperar, pero no podía, quería hacerlo ya, me contuve a hacer una locura y dejarlo como lo planeamos, tendría que esperar para alejar a mi pequeña de esa perra, y espero este preparada para lo que se le viene encima.
Pagará por todo lo que ha echo.
Voy por ti pequeña, solo aguanta un poco más.
Mabel dice:
Ya se llega la parte donde el sufrimiento de mi Dulce se acaba, solo hay que esperar.
Gracias por leer ❤️
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Mi Dulce Infierno
RandomEsta es mi historia... La historia de cuando un ángel me prometió el cielo, aunque no era tan ángel y su cielo era más bien un infierno mejor que el cielo que me prometió. Y no me quejaba, después de un tiempo aprendí a amar ese infierno y me conver...