Capítulo 43

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DULCE

Ya estábamos en casa y me sentía muy emocionada por ponerle todo a Nube. Le compramos un collar con su nombre, un lugar donde dormir porque a papá no le gusta que duerma conmigo y también un lugar donde puede tomar la siesta y muchos juguetes para que tenga los suyos pero siempre los podemos compartir.

Baje de los brazos de Daddy y con Nube detrás de mi camine rápido al cuarto de juegos.

--Daddy por favor, pon sus juguetes aquí donde están los mios.--le hice ojitos para que no se negara.

--Bien pero tendrán mucho cuidado. ¿Lo prometes?.--me acerco su meñique y los juntamos.

--Lo prometo.

Daddy dejo los juguetes de Nube aquí y cuando estaba apunto de jugar con ella nos cargo a ambas y salimos de ahí.

--No señorita, hay que cambiarnos para la fiesta de esta noche y luego mañana si quieres podemos jugar aquí todo lo que quieras.

--Pero...

--Pero nada, hora de cambiarnos. Verás que no te arrepientes.--me interrumpio llegando a nuestra habitación.

--Pero será muy aburrido, solo habrán señores y no creo que quieran jugar conmigo.--dije con sinceridad.

--Veras que no te aburres, llegará alguien que te agrada mucho y se que con el te podrás entretener para que no tengas que pedirle a los adultos jugar contigo. Además, ni yo ni tus daddies dejarían que juegues con desconocidos.--dejó a Nube en el suelo y entró conmigo al baño.

Se veía bonita, la ropa que le compre es para que no aguante frío en la noche.

--Espero que si sea así, confío en ti.--dije.

Me miró extraño y luego solo sonrió con ternura, me sonroje y encondi mi cabeza en su cuello.

--Gracias por confiar en mi princesa.

Me puso en el cambiador y luego de quitarme todo procedió a bañarme con relajantes masajes en mi cabello.

Ya no sentía pena, confiaba en ellos y sabía que eran buenos. Mis abuelos, tíos y amigos de papá también aunque no les cayera bien a todos.

Cuando terminó me levanto, seco y puso un pañal. Luego procedió a cambiarme con un bonito bestido blanco manga larga y zapatos dorados. Lo elegimos cuando compramos las cosas de Nube y me encantó. Parece de princesa.

--Bien bebé, estas lista

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--Bien bebé, estas lista. Ahora quedate aquí en los que me alisto.

Asenti y me quede en mi zona de juegos sentada con Nube. La levante con cuidado, papá dijo que no tenía que ser brusca con ella porque siente y que si no quería ser levantada o acariciada que no insistiera.

Espere a que se bajara de mi regazo pero se quedó ahí con su pecho vibrando.

--¿No quieres ir conmigo? Prometo que si nos aburrimos jugaremos las dos sólitas.--dije mientras acariciaba su pelaje blanco como una nube.

Mi Dulce InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora