Capítulo 7

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DULCE

Había pasado ya una semana desde el incidente, Amelia no me llevo al Doctor por mi nariz, dijo que con el tiempo sanará pero no estoy tan segura de eso; me castigó por haber mordido a ese asqueroso hombre, me dejó si comer 3 días, ayer pude comer pero no me sentía tan bien como antes, hacía todo mas lento y me costaba tener todo listo a tiempo, aparte que no e podido dormir bien, mi nariz está doblada y no me deja respirar.

Me dijo que cuando los hermanos grandotes llegaran, no tenía que hablar con ellos o el castigo sería peor, me pondría una mascarilla para cubrir lo fea que se miraba mi nariz, tenía morado alrededor de ella y mis ojos se miraban rojos, mis costillas y abdomen dolían mucho, me confesó que fue porque una vez me desmaye el hombre no paró de golpearme.

Me sentía muy mal pero tenía que pasar por lo menos las dos fuertes para poder descansar mejor; la hora llego y me encontraba en mi rincón de siempre, me hacia sentir segura de alguna manera.

Esta vez Amelia abrió la puerta y para mí sorpresa no sólo venían los hermanos grandotes, si no también el hombre guapo y de ojos negros que los acompañó la vez que vinieron a casa, entraron y cuando se entraron los 3 se fijaron en mi, les extraño que anduviera mascarilla pero gracias al cielo no preguntaron.

La fiesta empezó y al parecer la única que se divertía era Amelia, los otros 3 parecían estar aquí por obligación, pero lo dije nada.

--Amelia, podrías ir a la cocina y traer un vaso de agua para mi.--sonó más a una orden que una petición, ella se levantó como pudo y se fue por el vaso de agua, yo me quede parada con la mirada abajo.

--Hola pequeña, ¿Te acuerdas de mi?-- no me fije cuando el hombre de ojos negros se paro frente a mi y se puso a mi altura.--Me llamo Evan Smith, la última vez no me pude presentar pero espero entiendas me tuve que ir.

No podía hablar o si no me castigarian, así que solo sonreí pero me sentí tonta al recordar que llevaba marcarilla, el también se percató de eso y sonrió burlon, mis mejías se pusieron rojas de verguenza y el río aún más.

--Tranquila, no me burló de ti, pero me entra la curiosidad de porqué no hablas y porque llevas un cubrebocas.-- no quería ser descortés así que eche un vistazo a la cocina, al ver que Amelia aún no llegaba voltee a él y decidi contestar.

--P-porque Amelia me dijo q-que no podía hablar c-con ustedes o que casugaria, y la mascarilla es porque mi nariz se mira f-fea.--dije eso último con tristeza y el lo noto, me sonrió un poco forzado pero habló.

--No creo que tu nariz se mire fea pequeña, pero ¿podrías dejar que la viera y así poder darte mi opinión?-- lo dijo tan amable que decidí complacerlo y quitarme la mascarilla, pero Cúa do lo hice su cara fue de enojo puro y me arrepentí de haberlo echo.--Peque, dime por favor quien te hizo eso.

--F-fue un amigo de mamá--enfureció más y quise aclarar las cosas.--P-pero fue por mi culpa, y-yo no quise corresponder su beso, p-por eso me pegó y pateó también mi abdomen.-- me levante la camisa y deje que viera los morados, quería que entendiera que lo merecía pero solo empeoró, se levantó y empezó a tirar todo de la mesa, Derek trató de detenerlo y Rob vino hacia mí, me suste mucho así que salí corriendo a la cocina por mamá, pero cuando entre la vi tirada en el piso, rompí a llorar pero no me duró mucho, fui levantada por mi abdomen y grte del dolor, mas no me soltó.

Me llevó a la sala, todo estaba destrozado pero no me importó, el dolor de mi estómago era más fuerte, no podía respirar y me sentía muy mal.

Evan se percató de mi y me arrebato de los brazos del que supongo era Rob, no me importaba mucho en estos momentos; me levanto de las axilas y me empezó a dibar la espalda mientras me pedía perdón, me tranquilice un poco y me concentre en respirar bien.

--Muy bien peque, eso es, veras que en mi casa estarás mejor, ya no volverás a ver a esa perra.-- eso hizo que mi llanto volviera y tratara de bajar de sus brazos, no me quería ir, no dejaría a mamá sola, ella me necesita. Lo vi asentir hacia Derek.

--Le voy a lastimar la nariz si lo hago--dijo, no sabía de que hablaban pero no importa a somo quería ir a mi cuarto.

--No importa, la llevaremos directo al hospital con Luis, hazlo antes que se altere más.--dijo severo y me susté cuando se acercó donde mi con un trapo y le echo un liquido raro.

Cuando me quise cubrir, Evan agarro mis manos y evito que lo hiciera, Derek puso el trapo en mi nariz e hizo presión, me dolió tanto que grite y vi como cerraba fuerte sus ojos a causa de mi grito, ratito después mis ojos se sintieron pesados y mi dolor pasó a segundo plano, tuve mucho sueño y no pude evitar caer profundamente dormida en brazos de aquel demonio que me sostenía como si su vida dependiese de ello.

Mabel dice:

Aaaaaahhhhh, por fin la salvaron de las garras de esa loca, mi pobre bebé será feliz...... O no?

Gracias por leer ❤️

Mi Dulce InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora