Capítulo 18

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EVAN

Una vez abajo me puse a ayudarles con las galletas, habíamos decidido hacer unas tardes de películas, claro no siempre será ya que no puede comer tantas cosas dulces por su dieta.

Luego de unos minutos la masa estaba lista, yo me limpiaba las manos, Derek terminaba de enjuagar los trastes y Rob ponía la bandeja con las galletas en el horno. Ahora solo nos tocaba esperar.

Nos dirijimos a la sala de cine y la modificamos un poco para nuestra niña, movimos los sillones especiales para eso y luego sacamos mantas y una colchoneta para sentarnos ahí, lo acomodamos todo y después de un rato eligiendo la película decidimos que mejor Dulce lo hiciera por nosotros.

Hay que evitar las peleas.

Luego los deje en la sala y me fui directo a la habitación de mi nena, entre con cuidado y note que ya estaba despierta. No habíamos notado que se despertó, luego recordé que el monitor lo dejamos en la cocina, nadie se lo llevó a la sala de cine en lo que arreglabamos.

Vaya, para estúpidos no pelean, los tres están empatados.

--¿Qué hacemos Eleg? ¿Nos bajamos?.--su dulce vos me saco de mis pensamientos. ¿Con quien habla?.--No quiero que me castiguen, mejor quedémonos aquí, o ¿Gritamos?.

Solo podía ver como se movían sus piecitos desde adentro, trataba de ver hacia afuera pero tenía seguro la manta que la cubría, se veía muy tierna, aunque no la podía ver realmente, ni ella mi.

Me acerque y quise hacerle una pequeña broma, empese a tocarle la cabeza desde atrás, se removia pero no decía nada, volví a tocar y me arrepentí, logró agarrar mi dedo con sus dientes y grite por el dolor.

--¡Lo siento!, ¡Pensé que era un fantasma y no le iba doler!.--y luego seargo a llorar sin parar de disculparse.

--Tranquila nena, no pasó nada, ni me duele.--escondi la mano detrás de mi espalda para que no viera que sangraba, no quería que se sintiera más culpable.

Es tu culpa por molestar a la bebé.

--Ven aquí preciosa, vamos a bajar que haremos una tarde de película, hicimos galletas y todo.--la cargue cuidando mi dedo y luego baje con ella en un brazo, seguía escondiendo el otro detrás de mi, ella ya solo hipaba por el llanto.

Cuando termine de bajar vi a los hermanos, ya habían sacado las galletas en recipientes, cuando nos vieron se preocuparon por la carnita roja que traía Dulce.

--¿¡Que le hiciste!?!.--dijo Rob, mientras la arrebatada de mi brazo.

--Tranquilo fiero, le quise hacer una bromita que salió mal para mi, estaba tocandole la cabeza y cuando lo quise sacar me mordió.--creo que no use las palabras más adecuadas, dado que Dulce empezó a llorar más fuerte esta vez, Rob solo escondió su cabeza en su hombro y me miró mal.--Pero no me dolió, solo fue en el momento.--dije mientras escondia mi dedo ensangrentado.

--¡LO SIENTO!.--dijo, en fuerte hipido, se estaba ahogando de tanto llorar mi niña. Me asercque y le sobe la cabeza con mi mano buena.

--Tranquila bebé, no tengo que perdonarte, me lo merecia por haberte asustado de esa manera. ¿Puedes perdonarme tu a mi?.--paro de llorar y me miró con ojos rojos, asintió y se tiro de nuevo a mis brazos, luego me abrazo fuerte y sentí como Derek me curaba el dedo en silencio.

Luego, aún con la pequeña en brazos nos dirijimos con todo y las galletas a la sala de cine. Me senté en medio y acomode a la princesa en mi regazo, se recostó en mi quedando de lado, luego vio la gran pantalla delante de nosotros y abrió la boca asombrada.

--¿Cómo puede haber una tele tan grande? ¿Cómo hicieron para moverla, debió pesar mucho?.--pregunto inocente.

--No pequeña, en realidad no es una tele, ni siquiera yo se que es pero como decidimos tener donde ver las cosas sin más gente entonces compramos uno, lo armaron aquí adentro.--le medio explique, una ventaja de tener dinero es poner y quitar cualquier cosa y no preocuparte como, pues había gente que se encargaba de eso.

Luego nos acomodamos mejor y nos preparamos a ver Cenicienta, aunque no me gustaba ver las princesas, me gustaba ver la carnita que hacía mi niña con cada escena de la película, creo que solo ella vio la película, pues nosotros la mirábamos a ella.

Cuando terminamos de ver al menos 4 películas de Disney nos percatamos que la nena se estaba quedando dormida, me pareció extraño ya que acababa de dormir y solo estuvimos un rato aquí. Revisé el reloj y casi me voy de cuño cuando me fije que eran las 8:23 p.m. Ya se había pasado la hora de cena y tendría que estar dormida ya.

Derek al percatarse de todo quizo tomar en brazos a la bebé pero ella solo se aferro a mi, luego lo intento Rob y tampoco funcionó. Rob hizo algo que jamás pensé que haría un tipo frío como el, empezó a besar su cuello y cachetes, la pequeña solo río y se levanto de mis brazos para pasar donde el.

Creo que te cambiaron.

No ayudas.

Me alegra que Rob aún tenga un poco de amor dentro de él, además me pareció gracioso que al caminar a Dulce se le moviera el pañal por el movimiento, se veía tierna pero sin duda graciosa.

--Iré a dormirla, le daré la mami la y luego bajo para arreglar.--dijo cargando a la bebé como si fuese a darle pecho, pero claro no podía.

--No te preocupes, ve nosotros lo haremos.--asintio y salió con la nena en brazos.

Nosotros nos dispusimos a arreglar todo en este lugar, no lo hacen los empleados pues pase a la mayoría a las otras casas, no quería que Dulce se siguiera sintiendo incomoda con tanta gente en la casa, tampoco iba a despedirlos pues la mayoría son gente muy necesitada que les brindó un trabajo aunque sea pequeño por un salario y ayudarlos.

Cuando todo estaba listo subimos a nuestra habitación, quedaba antes que la de la pequeña, podíamos oír paso a y supuse que Rob estaba arreglando algo.

Nos a listamos y nos acostamos para descansar. Pero unos golpes en la puerta nos interrumpieron, no había puesto mi cabeza en la almohada tan siquiera.

--Adelante.--dije un poco fuerte, Rob entró por la puerta con una niña en brazos muy despierta.

--No puedo dormirla, llevo una hora tratando de que duerma pero no quiere, cada que le hablo solo se ríe como si le contara el mejor chiste de su vida, miren si no creen.--volteo a ver a la pequeña que estaba muy pendiente del cuello de su camisa y habló.-- Dulce puedes dormir por favor.--fue severo más Dulce no se inmutó y estalló en carcajadas que el chupe le permitía que salieran.

No pude evitarlo y sonreí un poco, mas mi sonrisa se borro cuando recordé que ella se comió la mayoría de galletas, con azúcar, chocolate y mamila de chocolate.

Hoy nadie dormirá, presiento que será una noche de risas... al menos por parte de Dulce.

Mabel dice:

JAJAJAJA, le dieron mucho dulce a Dulce jajajaja ok no.

Gracias por leer. ❤️

Mi Dulce InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora