013

55 5 11
                                    

De nuevo como en muchas otras ocasiones veía oscuro alrededor, esperaba que la voz misteriosa estuviera para acompañarme, pero no era capaz de escuchar, ni siquiera verme a mí mismo, pero sabía que estaba ahí.

"Viejo, te dije que tuvieras cuidado, mira que solo bastaron algunas palabras de la señora directora para derrotarte"

"Te tardaste en venir" - le respondí, como se le estuviera reprochando.

"Aún sigues sin poder comprenderlas"

"Cálmate, si hubieras estado en mi lugar de seguro no sabrías que hacer"

"Mira Yūrei, voy a animarte un poco, si consigues tomar la decisión más correcta, puedo dejar que sepas un poco mas sobre ti y tu pasado"

"¿Pero...es eso posible?"

"Claro, yo puedo hacer que recuerdes, simplemente los olvidaste, eso es todo y si se olvida de seguro puede recordarse...vamos...un gran camino te espera..."

"¡Oye! ¡Espera! Explícate mejor...

Antes de que pudiera darme cuenta, la voz misteriosa ya no estaba conmigo, me dejó más desconcertado de lo que ya estaba debido a la propuesta de la señora Minami.

Desperté recostado en el asiento del piano, sentía una brisa algo gélida, estaba cubierto por una manta.

-Maki - dije pensando en ella - de seguro ya empezaron las clases.

Maki me había cubierto con una manta y luego se fue a su salón de clases, si bien aún seguía desconcertado por lo que me dijo la directora, a pesar de que quisera ir con ellas a la práctica durante el descanso, sentía que debía mantenerme a raya por algo de tiempo.

Como la directora me dijo que podia tomarme el día libre, decidí que lo mejor era volver a mi cuerto a descansar un poco.

Los pasillos lucían tan vacios como de costumbre, el panorama desolado del Instituto Otonokizaka a veces se tornaba algo perturbador. Bien o mal pude llegar a mi cuerto y me lancé sobre mi cama, los resortes rebotaron un poco.

-se que es lo mejor para mi, entonces...¿Por qué es tan difícil tomar una decision?

Tenía la mirada perdida pensando sobre la propuesta de adopción de la directora. Mientras estaba perdido en mis pensamientos Yuki, la gata que se encontró Rin, saltó sobre mi regazo y comenzo a emitir un ronroneo a la vez que se acurrucaba hasta quedarse dormida.

Observé a sus crías y estas tambien estaban dormidas, eran solo una pequeña familia de gatos pero parecían vivir felices.

Cerré los ojos suspirando y de repente tan rápido como apareció, en mi imaginación se formó la imagen de dos siluetas borrosas que me estaban abrazando que luego se esfumó, parecían decir algo pero no escuche nada.

-¡¿Que rayos?! ¡¿Que fue eso?! - estaba bastante seguro que tenía la mente en blanco.

Sin darme cuenta mi teléfono estaba sonando sin parar, ademas de tener varias llamadas perdidas de las chicas.

Era Kotori quien me estaba llamando pero precisamente ahora estaba sin ganas de ver a nadie, seguida a ella era esta vez Maki quien me llamaba, pero tampoco quise contestarle.

-Yuki - le dije la gata mientras acariciaba su peludo y esponjoso pelaje - si las cosas se ponen difíciles es por que algo bueno esta por venir ¿No?

Curiosamente observé a traves de la ventana y Nozomi venía para aquí, si toca la puerta solo tendre que ignorarla, en realidad quiero estar solo por ahora. Ella se detuvo en la puerta y comenzo a tocarla mientras en un tono alto preguntaba si estaba en casa.

"NUEVE MOTIVOS PARA VIVIR"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora