VI

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Después de que Ni-ki formulara esa pregunta, Sunoo se sobresaltó mientras Soobin lo miraba con una sonrisa.

-Oh, Ni-ki, es que tu novio es muy adorable- Soobin no soltaba a Sunoo.

-Sí, lo sé- el pelinegro japonés se acercó al líder de su grupo superior.

-K-Kinnie....- Sunoo no sabía qué hacer.

-Mira esas mejillas, tan lindo y adorable- Soobin abrazó a Sunoo sin intenciones de soltarlo.

-Soobin- Ni-ki pronunció -¿Podrías alejarte de mi novio?

-¿Porqué? A Sunoo no le molesta que este así- pegó su mejilla a la de Sunoo.

-Solo aléjate de mi novio- sacó sus manos de sus bolsillos.

Se acercó peligrosamente a esos dos, de los cuales uno no sabía que estaba en peligro.

-Pero--

-S-Soobin Hyung, ¿le parece si salimos otro día? Hoy tenemos que... que seguir la práctica... sí.- Sunoo se separó como pudo y tomó la mano de Ni-ki.

-Tenemos que hablar- Ni-ki reforzó el agarre en la mano de Sunoo mientras lo miraba y simplemente se fue con él agarrado.

-Adiós, Hyung- Sunoo se despidió por ambos mientras era arrastrado.

-Adiós... Sunoo- mientras que el chico parecido a un conejo estaba confundido sin saber qué estaba pasando.

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-Ni-ki, espera- Sunoo era literalmente arrastrado por el agarre de su menor, quien caminaba por las calles hasta llegar a quién sabrá qué pues parecía caminar sin rumbo.

Llegaron a un pequeño callejón, donde era obscuro y ahí entraron y pararon.

-D-deberíamos ir con los demás... ¿no crees?

-¿Tú no crees que deberías ponerle límites a Soobin?

-Pero no está haciendo nada malo...

-Le dejas hacer casi y las mismas cosas que a mi, ¿qué diferencia hay en eso?

-¿No crees que estás siendo un poco celoso?

-No me llames celoso, odio compartir- sostuvo su cintura con fuerza -quiero el 100% de tu tiempo- se acercó a su cuello dónde empezó a besar y lamer -eres mío, Hyung- mordió esa zona dejando una marca de sus dientes dejando en claro que había estado ahí.

-¡Ah!- eso dolió, la mordida fue inesperada.

-Vamos a otro lado, tengo algunas cosas que hacer- tomando su muñeca volvió a caminar rápidamente mientras Sunoo corría detrás de él, pues sus piernas no eran tan largas.

Llegaro a un motel, Ni-ki pagó con su tarjeta mientras Sunoo le preguntaba porqué estaban en ese lugar, que qué estaban haciendo ahí tan temprano, apenas y eran las 4 de la tarde.

Pero Ni-ki no le respondía, solo caminaba hasta llegar a la habitación que les asignaron y lanzar al pequeño pelirosa a la cama que estaba ahí.

-¿Recuerdas cuando hace un tiempo me pediste ser más rudo?- cerró la puerta con seguro y al darse la vuelta desabrochó su cinturón.

-S-sí... pero no así, Ni-ki, tranquilízate un momento y--

-Estoy tranquilo- se aproximó a él, posicionándose en su encima tomando sus manos y atándolas con su cinturón  para que no pueda moverlas.

-Ni-ki, en serio, no quiero decir la palabra de seguridad, solo escúchame  un momento.

-Si no quieres decirla, bien, no la digas- y atacó su boca, besando sus labios ferozmente impidiéndole pronunciar palabras.

El pelinegro buscó en el cajón de la mesita libricante, por suerte estaba ahí, de un tirón le quitó el pantalón y ropa interior a su novio, sin avisar echó mucho del lubricante en sus partes bajas, todo ahí abajo estaba resbaloso y húmedo.

-Ni-ki, espera un mo-- cuando pudo hablar, tres dedos ya se habían arremetido en su interior, no es que no lo hayan hecho en un tiempo, apenas hace 3 semanas que no lo hacían, pero tenía miedo, como aquella vez después del fansing.

-Silencio, Hyung- estuvo casi un minuto así, preparando a su mayor, según Ni-ki pasaron varios minutos preparándolos, según Sunoo, solo segundos.

-N-Ni-ki... por favor... escucham-- su menor se arremetió por completo en su interior -¡Ah!- dolía, no tanto como la anterior vez que igual se puso así, pero no pudo evitar que sus lágrimas cayeran peligrosamente por sus ojos.

-¿No querías que fuera más rudo?

-S-sí... pero--

-Entonces disfrutalo- empezó a embestir su interior, fuerte y rápido, sin dejarle la opción de articular palabras comprensibles.

-¡Ah¡- no es que no le gustara, pero así no quería que fueran las cosas, quería ser sostenido con amor, no con impulso.

De un movimiento, Sunoo fue dado la vuelta y apoyado en sus piernas, sus manos estaban atadas en su espalda impidiéndole sostenerse de estas también.

-¡Espera!- solo podía pronunciar esa palabra, las otras no parecían tener sentido.

Chocolate...

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-Usa más tu lengua, Hyung- Ni-ki embestía su pequeña boca.

-¡Mgh!- era la tercera ronda, ya no quería continuar, tenia mucho miedo, pero tampoco tenía la fuerza para separarse y decir la palabra de seguridad.

Sus ojos lloraban desde hace rato, al principio le gustó, pero en un momento quiso parar, pero Ni-ki no lo escuchó, siguió encerrado en su mundo sin ponerle atención a nada.

Sus piernas temblaban, de su interior revalsaba el semen de su menor, había un montón de marcas en su cuerpo y sus muñecas rojas por intentar librarse de aquel cinturón que le impedía moverse.

Ni-ki embestía su boca una y otra vez, llegando hasta lo más profundo de su garganta, casi y sin darle la oportunidad de respirar.

-Sí... así, Hyung- embistió unas cuantas veces más hasta correrse dentro de su boca.

Sunoo escupió aquel líquido espeso y blanquecino una vez pudo respirar.

-¿Qué pasa, Hyung?

-Y-ya no quiero...- sollozaba en su lugar, estaba asustado y no sabía qué más hacer.

-¿Seguro? Esta parte no dice lo mismo- con su mano tocó el miembro erecto de Sunoo.

-Y-ya no... por favor... - no había otra opción.

-Pero si te gusta el juego rudo ¿o no?

-Chocolate...- usó su última arma -Choclate...¡Chocolate!- empezó a llorar más fuerte, tenía miedo de seguir.

-¿Quieres que te desate?- aflojó el agarre en sus manos, asi liberandolo.

-¡Chocolate!- repitió otra vez mientras le proporcionaba una cachetada.

Como pudo caminó hasta la cama, acostándose en esta y tapándose con las sábanas, llorando debajo de estas.

¿Porqué no me escuchaste?























Cami~

TERAPIA- SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora