TERAPIA- SunKi♡

XXXI

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Subiré dos porque me tardé gracias a mi medicación jaajaj perdonen gente.

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-Si no quieres comer no lo hagas, maldita basura- Sakura miraba cómo Sunoo siquiera tenía fuerzas para poder alcanzar el prqueño plato de comida, ya estaba una semana ahí, en ese obscuro lugar, húmedo y sucio.

-P-por favor... y-yo no diré nada, nu-nunca te voy a mencionar... pe-pero déjame ir... por favor...

-¿Entonces quieres irte?- se agachó hasta que sus miradas estuvieran a la par -porque ya grabé lo que tenía que grabar.

-S-sí... nunca diré nada...

-Déjame pensarlo.... no- se paró otra vez escuchando los muy suaves sollozos de Sunoo -porque si te suelto, irás con Ni-ki ¿no es así? Tú irás directo a él, y eso es lo que más me molesta de tu maldita existencia.

-Pe-pero--

-¿Hola?- Sakura contestaba un número desconocido. -¡Oh! ¡Riki!- su rostro se llenó de felicidad al escuchar su voz. -Sí... también vi las noticias.

-Ni-ki...- Sunoo trató de moverse lo más que pudo para hacer ruido, pero un correa que estaba en su cuello desde hace cuatro días fue jalada, ahorcandolo sin intenciones de soltarlo, quitandole el oxígeno poco a poco.

-Oh... si quieres... podemos pasar la tarde juntos para que te liberes del estrés, puedo cocinarte algo- esperó una respuesta -sí... yo sé que no soy él, pero talvez... puedes divertirte sl menos un poco hoy.

Sunoo sentía cómo todo se volvía negro, como dejaba de escuchar, estaba casi inconsciente. 

-¡Perfecto! Te espero hoy en mi casa, te mandaré la dirección- y colgó la llamada, soltando por fin la correa, dándole a Sunoo espacio para respirar un poco. -Mira~ tu amado novio me está buscando~

Sunoo estaba callado ¿en verdad estaba pasando lo que creía que estaba pasando?

-Voy a encerrarte con llave y si haces ruido, yo misma te clavaré un cuchillo en la garganta.

-S-sí...

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-Lo lograste- Heeseung hablaba al ver la llamada finalizada, idearon ese plan, Ni-ki era un excelente actor, seguro hipnotizaría a Sakura con todos los encantos que a ella le gustan de él, pero claramente era una trampa.

-Como se esperaba- dijo Jungwon, el plan era que Ni-ki vaya a su casa, pase unas horas con ella y le invite un té con un adormilizante dentro para que duerma unas dos o tres horas sin lograr ser despertada, era más que seguro que tendría encadenado a Sunoo así que se llevó una llave maestra, esas que abren cualquiero puerta o candado.

-Bien, ahora pon tu mejor rostro y comenzamos- ello igual irían, en dos autos diferentes y algo lejos de donde era la casa que Sakura le había dicho, Jay y Heeseung conducirían.

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Tú... ¿vas a encontrarte con él hoy?- Riouta miraba atentamente a Sakura quien depilaba sus piernas.

-Síp, así que después de hoy, solo seremos tu y  yo ¿entiendes? Por eso necesito que hoy no estes en casa.

-Pero--

-Solo por hoy.

-Sí... 

Dejó a Sakura terminar con lo suyo y bajó hasta donde Sunoo, quien aún trataba de alcanzar el plato de comida que estaba en el suelo.

-Ya llegué, perdón por tardar- bajó rápido y levantó el plato del suelo, dejandolo encima de una mesa, tenía otro palto de comida, algo más nutritivo y caliente, sentó a Sunoo como pudo y empezó a darle de comer.

Esos días habían sido así, desde el segundo día, Riouta no podía seguir con esto, ver y hacer sufrir a una persoa solo por gusto de otra, así que, cuando Sakura no estaba, él bajaba a atenderlo, era lo menos que podía hacer, también temía que la ahora pelirosa le haga daño a él o a su familia.

Lavaba su cuerpo con algunos trapos humedos cada cuatro días, le daba de comer una o dos veces cada dos días y tenía una pomada para alivianar los incontables moretones y heridas que habían en el cuerpo de aquel hermoso perl destrozado chico que estaba en su sótano.

-Tengo un plan- habló Riouta mientras daba de comer a Sunoo -Hoy, cuando Ni-ki venga, voy a soltarte, debes de correr lo más rápido y lejos que puedas ¿si? Tratare de hacer lo mismo, pero ahí es cuando Ni-ki corre peligro, estará solo con ella y cuando ella se de cuenta que no estas, lo culpará a él, así que yo me quedaré oculto en alguna parte ¿recuerdas el olor a gas que había hace unos días?- Sunoo asintió -abriré la válvula y prenderé fuego a esta casa de mierda.

-P-pero--

-Sacaré a Ni-ki y yo me quedaré con Sakura, para que ella no escape.

-No... tú morirías...

-Está bien... te hicimos demasiado daño- miró sus ojos, esos que en estos 7 días estuvieron ocultando de la luz del sol, de la lluvia, de sus amigos, de sus fanáticos,  de su amado novio y de la alegría que pudo haber tenido de estar él en su vids cotidiana -lo siento... lo siento tanto.

-No... tú estarás bien... igual que yo.

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-Estaremos a cuatro cuadras a la derecha y Heeseung estará a cinco por abajo- Jay dejaba a Ni-ki dos cuadras arriba de la casa de Sakura.

-Les llamaré cuando algo pase- bajó del auto seguro de si mismo, bueno, un tanto seguro de si mismo.

Con un suspiro empezó a caminar hasta la dirección indicada y colocó su rostro más lastímero para que Sakura tenga pena de él.

Toco el timbre, esperó unos segundos a ser abierto y entonces un aroma muy parecido a la colonia que Sunoo solía utilizar le llegó, pero no era el, era Sakura, que tenía el pelo rosa y una ropa extrañamente similar a la que Sunoo solía usar, un pantalón de tela color beige, una camisa blanca y por fuera un chaleco cerrado de lana color capuchino. 

-Riki..- Sakura miró el rostro de su mayor, como era planeado, sintio tantan lastima por ese hermoso rostro destruido -vamos, tienes que distraerte un poco. -Yo se que Sunoo--

-¿Podemos no hablar de eso?- quería que Sakura piense que se cansó de buscarlo -solo... veamos una película. 

-Si, claro- estaba tan contenta de tenerlo entre sus brazos, como siempre quiso.

-¿Puedes ir por una gaseosa? No conozco esta zona de Seul- tenía que ubicar dónde podría estar Sunoo antes de dormirla.

-Claro, esperame un momento.- con una sonrisa se fue dejandolo solo.

Ni-ki de inmediato cambió su rostro y empezó a buscar debajo de todo, corrió hasta el piso superior para buscar alguna clase de prueba, encontró una cámara debajo de un cajón, estaba sucia, parecía tener sangre, la encendió y reprodujo el último video que estaba guardado, de pronto su rostro cambió, estaba aterrorizado y en extremo enojado.

Era un video de su novio, encadenado, con moretones y heridas, no se veía el rostro pero estaba seguro que era él, su voz lastímera pidiendo que un vibrados dentro de él parase era lo que más enojo le daba, sin poder ver más volvió a guardar la cámara sacando el chip para que ese video nunca sea distribuido.

-Cambio de planes.

Cami~