TERAPIA- SunKi♡

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-¡Es que no puedo!- Ni-ki estaba en la tercera semana en ese internado para poder controlar su ira.

-Claro que puedes- una enfermera de aparentes 65 años estaba a su lado.

-¡No puedo hacerlo! ¡Todos aquí no entienden una mierda!

-Bien, si tanto dices que no puedes ¿Porqué entraste aquí? ¿Fue por ti? ¿Para dejar de sufrir? ¿O fue por otra persona y para que esa persona no sufra?- con lo último, la expresión de Ni-ki cambió -¿A caso dañaste a alguien?- otra vez, esa triste expresión -¿Alguien a quien querías mucho?

-E-Era mi novio...- recordó esas dos veces en que lo dañó de la peor manera.

-Tu sabes bien que no puedes controlarte y por eso estás aquí... no quieres volver a hacer daño a nadie y eso es realmente bueno, es un gran paso el que te des cuenta que necesitas ayuda, más de la que ya tenías.

-P-pero... es tan difícil...

-Esto lo haces por él y por ti, tú sabes qué es lo mejor para ambos y esto es lo mejor para ambos, ahora, respira, vamos- lo acompañó en los ejercicios de respiración.

-Uno... dos... tres...- eso le enseñaron hace unos días, cuando sentía que estaba enfadándose, contaba hasta el 10 para volver en si.

En cada número inhalaba y exhalaba, en su mente solo estaba esa sonrisa que ansiaba volver a ver, esa linda, pequeña y suave mano que añoraba agarrar, su fina y delgada cintura que amaba con todo su corazón, su pancita de bebe que se escondia en las ropas, sus esponjosos labios que lo saludaban todas las mañanas y lo despedían todas las noches.

Esto lo hacía para sentirse más tranquilo, para sentirse más seguro de si mismo y hacer sentir seguros a otros.

-No olvides que te amo...- susurró volviendo a aquella blanca habitación donde se quedaría por tres meses, era difícil, muy difícil, pero como una vez Sunoo le dijo "No es imposible, solo es complicado, yo sé que puedes así que aquí me tienes"

Cada vez que lo recordaba, una sonrisa se hacía presente en su rostro dandole más fuerzas para continuar el tratamiento.

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-¿Cuánto tiempo nos llevará esto?- Sunoo miraba el techo, aprovechando las vacaciones, Jake fue a Australia con su familia por tres semanas, al igual que Jay volvio a Sidney, solo estaba él, Jungwon y Sunghoon quienes aveces estaban en el departamento y aveces con sus familias, mientras Sunoo se la pasaba todo el dia en el departamento, su madre y su hermana estaban de viaje en Italia y no volverían en dos meses, así que era tiempo solo para él.

Estaba tomando clases de cocina ya que antes no sabía ni preparar un huevo sin que se quemase lo de abajo y de arriba esté crudo, le gustaba cocinar, entró a repostería y a menudo traía postres deliciosos para Sunghoon y Jungwon, también empezó a pintar, descubrió que era una clase de terapia, plasmaba sus sentimientos en pinturas no realistas.

A veces no utilizaba pinceles, solo sus dedos y la odiada teoría del color.

Esperaba volver a ver a Ni-ki y cocinar para él todo lo que estaba aprendiendo en sus clases, poder retratarlo en sus pinturas y cantar juntos otra vez una canción.

También empezo a maquillarse, pero no algo sutil, aprendió el arte del delineado y que las sombras no solo eran cafés y rosas, a veces dibujaba mariposas en sus mejillas solo porque quería y se tomaba un montón de fotografías.

-Cuando vuelvas... te diré cuánto te extraño- no sabía por cuanto tiempo se iría, pero sabía lo mucho que lo extrañaba.

Iba a terapia dos veces por semana, pero eran solo controles, no habia nada que lo perturbe en ese momento, solo el vacio en su corazón por no tener a la persona que más ama a su lado, pero si Ni-ki estaba haciendo un esfuerzo, él igual quería hacerlo.

-Solo un poco más de tiempo.- puede que sus manos se hayan soltado, pero su corazón seguía en un infinito abrazo con el de Ni-ki.

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-Uno... dos... tres...cuatro...- Ni-ki repetía en su lugar, ya no se enojaba tanto como antes, logro encontrar una actividad que lo desestresaba, boxeo, la necesidad de golpear algo cuando estaba molesto era algo que de acumulaba y entrenando una hora o hasta 20 minutos era suficiente para que libere su ira juntada en una semana o dos, ya iba mes y medio en el internado, solo esperaba el día en que le den de alta.

-Eso, muy bien, tu progreso es bueno- la doctora anotaba en una libreta -si sigues tan bien como lo haces ahora te podremos dar de alta más antes.

-Sí, gracias- estaba en el jardín, viendo las flores que se veían hermosas con el atardecer.

Cami~