XXXIV

2.3K 291 342
                                    

180 votos, 280 comentarios.

.

Después de estar en el suelo por un momento, ambos, Ni-ki y Sunoo pudieron reaccionar, era como un silbido en sus odios, un simple sonido pero sus ojos veían otras cosas.

-¡Riouta!- exclamó el pelirosa casi sin poder escucharse a si mismo, pero unos fuertes brazos le impidieron moverse demasiado, en su mente, Riouta aún podía ser salvado.

-Sunoo...

-Riouta- necesitaba ver con sus ojos a ese chico y saber cómo estaba.

-Amor.

-Riouta...

-Esto ya no está en nuestras manos- susurró Ni-ki llorando en silencio.

-P-pero...

-La ambulancia ya está cerca- a lo lejos se escuchaban una ambulancia, bomberos y policías, de seguro los vecinos alertaron al momento de la  misma explosión.

Sunoo solamente se lanzó a llorar estruendosamente, refugiándose de nueva cuenta en el pecho de Ni-ki.

Dentro de unos cuantos minutos, las autoridades llegaron, los bomberos asistieron el fuego, entrando gracias a las indicaciones de Sunoo que esperaba poder ver a Riouta, al menos una última vez.

Pero, la ambulancia se lo llevó al centro médico más cercano para atender todas sus heridas mientras los policías e investigadores lo interrogaban, ya que apareció luego de más de una semana.

-Eso sería todo, póngale estas cremas en los moretones para evitar la hinchazón y el dolor- dijo la doctora recetando otras pastillas más -y lo siento...- se refería al secuestro de Sunoo.

-Gracias por todo- Sunoo dijo sin mirarla -¿Ya me puedo ir?- en cualquier momento volvería a llorar.

-Sí, solo asegúrate de que no se infecten tus heridas.

Y después de eso, Sunoo fue cargado en brazos hasta la puerta donde habían periodistas esperando respuestas, pero una van, recientemente pintada de color magenta, estaba al frente, Ni-ki se adentró a esta junto a Sunoo, ahí lo esperaban otros cinco chicos que estaban ansiosos de verlo.

-Mierda... Sunoo- Jungwon fue el primero en abalanzarse hacia su mejor amigo, abrazándolo con fuerza y dolor, sintiéndose correspondido al instante, cayendo al suelo de la van junto con sus lágrimas -t-te extrañé mucho... tonto- tenía a Sunoo entre sus, ahora, débiles brazos.

En medio de ese abrazo, se sumó Jake quien sujetó de igual manera a Sunoo, sintiéndose tranquilo finalmente luego de muchos días.

Y así, todos se unieron al abrazo, de nueva cuenta, eran una familia, una familia sana y completa, parecía que habían cumplido todo lo difícil en tan solo dos semanas, que, a su manera, fueron las peores dos semanas de su existencia.

-Los extrañé...- dijo Sunoo dejándose sostener por todos esos brazos que no pensaban soltarlo.

Perdón por hacerlos esperar...

.

.

-Amor, yo te voy a bañar hasta que todas tus heridas y moretones sanen ¿Estás bien con eso?- preguntó Ni-ki de rodillas frente a Sunoo quien estaba sentado en la cama.

-Sí- habló enternecido por la preocupación de su novio.

-Bien, vamos, agarra las toallas que ya había preparado la bañera.

-Sabías que yo iba a aceptar ¿no?- dijo con la voz apagada, Ni-ki hacía su mejor esfuerzo desde hace horas para poder animar un poco a Sunoo aunque él estaba en el mismo nivel de miseria.

TERAPIA- SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora