XXXII

1.6K 268 351
                                    

130 votos, 300 comentarios.

Otra vez perdón por tardar, estaba internada ahhhhh

.

Pasaban los minutos, y Sakura seguía sin llegar, era como si el mini-market estuviera como a 20 cuadras, pero mientras ella estaba fuera, Ni-ki la esperaba con el rostro más fingido que podía, una sonrisa coqueta y ojos de cazador que no podía ocultar.

Su primer e impulsivo plan fue clavarle un cuchillo, pero no podía haber sangre, Sunoo odiaba la sangre y si lo veía se asustaría tanto de la situación como de Ni-ki, no podía hacerle eso a su lindo solecito, seguro vió y vivió bastante estos días, debía controlar sus impulsos y hacerlo de la forma más tranquila posible, talvez ahogarla, no, no la mataría, la haría sufrir tanto como ella hizo sufrir a su pequeño novio.

-Tranquilo, amor, vamos a estar bien- hablaba Ni-ki como si Sunoo estuviera a su lado, como si lo tuviera en sus brazos.

Y de pronto escuchó un cerrojo abriéndose, Sakura había vuelto.

-Kinnie- pronunció la chica al subir, usando el apodo que únicamente Sunoo utilizaba, nadie más y viniendo de ella, daba asco.

-Sakura- fingió y ocultó sus ganas que agarrar su teñido pelo y lanzarla por las escaleras.

-Vamos, veremos las películas en mi habitación, a veces me da sueño cuando veo películas- sonrió y encendió la televisión dejando lo comprado a un lado.

-Está bien, pero primero déjame ir al baño- con una última sonrisa fingida dejó la habitación -maldita perra- susurró ya dentro del baño.

¿Su nuevo plan? Fácil, nokearla con algo y sacar a Sunoo de ahí, por más que quisiera arrancarle todas sus pestañas a esa loca,  Sunoo era prioridad.

Se tardó unos minutos en el baño hasta que planteó en su cabeza todos los pasos a seguir, con su nuevo plan.

Salió del baño con una sonrisa y una pequeña navaja escondida en su suéter, listo por si Sakura lo atacaba a él o su solecito.

-Sakura, ¿Crees que debamos preparar palomitas dulces?

-Puedo ir a comprarlas, no tienes que mover un dedo, yo--

-Es que quiero cocinar contigo- y eso fue suficiente par que Sákura vaya detrás de Ni-ki como una perra domesticada.

Llegaron a la cocina, Ni-ki cada vez sentía más ganas de reventarle la cabeza a la teñida, pero aún no era tiempo.

-Wooow, quedaron súper bonitas- habló colocando las palomitas ya listas dentro de un recipiente -Me salen mejor que a él- susurró para ella misma, pero Ni-ki la había escuchado fuerte y claro.

-Pero que mierda- no aguantó más, en verdad quiso ocultar su impulsividad pero no podía cuando Sákura era tan tremenda hija de puta.

-¿Qué pasó?- se dio la vuelta algu angustiada por el tono en el que Ni-ki lo dijo.

-¿Dónde mierda está Sunoo?- habló sin mirarla, apretando sus manos en puños.

-Yo tampoco lo sé, Ni-ki, pero espero que lo encuentren y--

-Deja de ser idiota por una vez en tu vida, maldita degenerada.

-P-pero Ni-ki... yo no sé nada de esto yo en verdad--

-Tu en verdad eres una idiota.

-P-pero Ni-ki...

-¿Dónde está?- la miró y entonces Sakura supo que Ni-ki estaba consciente de la verdad.

TERAPIA- SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora