-Vamos ¿Si?- Sunoo agarró a Ni-ki de la mano, en tres horas era su quinta sesión de terapia, pero siempre tenía que llevarlo horas antes porque hasta que estén listos, pasaban dos horas y media.
-Hoy no tengo ganas de ir- seguía acostado en su cama.
-Nunca tienes ganas de ir, vamos, la anterior semana solo fuiste una vez, esta semana no faltarás.- lo jalaba tratando de que su menor se mueva de su lugar.
-Nah, mas bien, ven tu- jaló su brazo haciendo que Sunoo caiga encima de él.
-¿Si te doy besitos te animarás a ir?- estaba sentado encima de Ni-ki.
-Puede ser...
Sunoo sonrió arrugando su nariz y empezó a brindarle besitos en todo su rostro, desde sus mejillas hasta sus labios.
Sunoo nunca culpó a Ni-ki por su actuar, sabía que Ni-ki no lo controlaba, sabía que no era su culpa ni su decisión actuar así, de hacer cosas por simple impulso, sabía que momentos después se arrepentía por no haber pensado mejor lo que hacía.
-¿Vas a besar aquí?- abultó sus labios esperando que Sunoo le haga caso.
-Sip, voy a besar ahí- tomó el rostro del contrario en sus manos apretando sus mejillas para poder besar sus labios necesitados.
Estuvieron así unos minutos hasta que Ni-ki llevó sus manos a sus caderas y Sunoo, para ser sinceros, extrañaba tener un poco de acción con Ni-ki.
El mayor empezó a menear sus caderas en su lugar, haciendo roce con el miembro contrario quien despertó con aquel incentivo.
Pero Ni-ki se separó de inmediato, los recuerdos de aquella noche, de Sunoo llorando debajo de él, sin recordar la palabra de seguridad, con sus ojos hinchados por haber llorado tanto, le daba miedo volver a dañarlo.
-T-tengo que ir al baño- Ni-ki se removió un poco.
-¿No quieres?- volvió a menear sus caderas -aún tenemos tiempo.
-Sí... pero...
-¿En verdad no quieres?
-Sí quiero... pero...
-Agh... bien, iré a cambiarme para tu sesión- se levantó caminando hasta la puerta, siempre era lo mismo, cada vez que lo intentaban, Ni-ki siempre trataba de esperar y Sunoo no sabía porqué.
-No, espera- Ni-ki se paró siguiéndolo y así impidiendo que se vaya.
-Siempre es lo mismo, nunca quieres- se dio la vuelta confrontando a Ni-ki.
-Sí quiero pero...
-¿Ves? siempre hay un "pero", y yo no quiero que te sientas obligado, así que iré a cambiarme.
-Tengo miedo.- juntó todo su valor para decírselo, no quería que Sunoo lo vea como un cobarde.
-¿Ah?
-Hace dos meses... cuando no recordaste la palabra de seguridad... cuando vi tu rostro, vi el miedo que tenías, luego me dijiste que lo disfrutaste... pero se sentía diferente, lamenté haberte hecho eso por semanas, sigo sin perdonarme aunque tú si me perdonaste, tengo miedo de volver a obligarte a algo que no quieres, a volver a perder el control de mis acciones... me da miedo no poder actuar como quiero.
-Ay... Kinnie- sostuvo el rostro de su novio en sus manos -Eres tan valiente al poder decirme todo eso, pero ya estás consiente, no me dañarás, si no estás listo todavía, lo entiendo completamente, gracias por decírmelo- se colocó de puntillas besando sus labios -podemos hacerlo suave, no hay que empezar otra vez como lo hacíamos antes, está bien, entiendo.
-Oh... Sunoo...- se sentía tan feliz de poder tenerlo a su lado, él era la única persona que le daba tranquilidad.
-Dices que tienes miedo de perder el control y es por eso que debemos ir a terapia, pueden ayudarte mejor que yo ¿Si?- se separó del abrazo -Iré a cambiarme.
-Espera- tomó su mano -Empecemos con tranquilidad- lo atrajo a su cuerpo -aún tenemos tres horas antes de la sesión ¿No?
-¿Seguro? está bien si necesitas más tiempo, yo-- sus palabras fueron cortadas por los labios contrarios.
-Seguro- y lo pegó a la puerta con delicadeza mientras cerraba la puerta con seguro.
Luego pasaron a la amplia cama, solo ellos dos besándose y acariciando el cuerpo contrario encima de esas sábanas.
-Sunoo, te amo- subió su remera acariciando el pecho del pelirosa, subiendo sus manos hasta sus pezones, acariciándolos y pellizcando muy levemente.
-Y-yo igual te amo- enredó sus piernas en la cadera contraria.
El menor empezó a bajar sus besos hasta su cuello donde dejó dos suaves marcas mientras sus manos se adentraban en el pantalón contrario.
-Ah~- el mayor suspiró, su piel estaba siendo suavemente amasada.
Pasaron algunos minutos hasta que terminaron desnudos frente al otro, Ni-ki sacó un botecito de lubricante de uno de sus cajones, vació bastante en su mano dirigiéndola a la rosada y necesitada entrada del pelirosa.
-Oh~- dos dedos se hicieron paso en su interior, mandando su cabeza hacia atrás al sentir como estos se movían ahí dentro.
Esta vez, Ni-ki se aseguró de prepararlo como debía, estuvieron al rededor de 10 minutos en eso, hasta que el mayor le dijo que estaba listo.
-Te amo- susurró el pelinegro en el oído contrario hasta alinear su miembro con su entrada y entrar de a poco.
-Y-yo igual te amo- le regaló una sonrisa, habían lágrimas en sus ojos, pero no era por miedo, era por todas esas sensaciones en su cabeza.
Antes de que el pelinegro se mueva, sus ojos conectaron una vez más, se sonrieron y se dijeron lo mucho que se amaban.
-Ah~- Sunoo gemía sintiendo a su novio moverse en su interior, lo abrazó y se negó a separarse de él, sabía que Ni-ki aprendería a controlar esos ataques, no sabía cuánto tardaría, pero confiaba plenamente en él.
Te amo, en todos tus idiomas.
Cami~
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TERAPIA- SunKi♡
FanficKim Sunoo y Nishimura Riki, ambos famosos cantantes integrantes de una popular banda de pop coreano, estaban en una relación desde hace casi un año y sus fans lo sabían, lo habían hecho público hace un tiempo, pero no todo va del todo bien solo por...