XXXV

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Sunoo aún débil se paró de donde estaba, aún con el pelo bastante mojado y su cuerpo húmedo.

-¡Tenemos que ir!- gritó para caminar desnudo.

-Amor, tengo que secarte el pelo y vestirte antes de poder salis siquiera de este cuarto- Ni-ki lo tomó del brazo.

-Pero--

-Pero nadie tiene que verte desnudo, solamente yo- y lo envolvió en toallas para llevarlo a la cama y secar su pelo, ¿esa noticia era real? ¿O porqué los llamaron desde "el hospital"? La verdad, Ni-ki dudaba un poco de ese dato, pero no podía dejar a Sunoo con la intriga, lo acompañaría como su guardaespaldas personal. 

-Ah... cierto- se dio cuenta que estaba desnudo.

-Amor, déjame vestirte y vamos ¿si?- besó sus labios mientras seguía secando su pelo.

-Sí- estaba entre nervioso, emocionado y asustado, ¿qué debería hacer cuando vea a Riouta?

-Okey, rapidito, arriba brazos- y así vistió a Sunoo con sus ropas limpias y características de él, con sus accesorios tan característicos de él.

Pasaron tan solo 20 minutos y ambos estaban listos para salir, bueno, más Ni-ki que Sunoo, este seguía débil pese a los suplementos que le dieron en el hospital.

-Hyung, quería mostrarte algo- Ni-ki tapó los ojos de Sunoo antes de salir del departamento.

-¿Qué es?- habló colocando su pequeña mano sobre la de Ni-ki que a su vez cubría sus ojos.

-Espera un poquito- lo guió hasta es estacionamiento aún tapando sus ojos.

-Amor, la intriga me mata, dimeee- movía sus piernas.

-Sé paciente cariño- caminaban algo lento para que Sunoo no caiga mientras llegaban a su destino -okey ¿listo? Tres... dos... uno- y destapó sus ojos dejando ver un bonito auto color rosa, recordó la vez que Sunoo dijo "¡Que bonito!" A uno muy similar cuando promocionaban una marca de autos, el color era rosa melocotón, las luces traseras eran corazones y las delanteras eran normales.

-Oh... por Dios... Kinnie... esto...

-Sé que no te gusta conducir, te cansas mucho y te distraes, pero también sé que te cansas de estar llamando móviles todo el tiempo, así que, aunque este auto lo compré yo, quiero que sea apra ti- tomó su mano -déjame ser tu chofer personal y llevarte a todos los lugares que quieras ir, no importa dónde o cuándo, déjame estar contigo en todos los lugares que quieras ir, déjame acompañarte- besó sus nudillos inclinandose lo suficiente para que dejara de ver su rostro, pero cuando lo subió solamente vio a Sunoo llorando.

-K-Kinnie...- secaba sus lágrimas con su mano libre -Y-yo en verdad...- no sabía cómo expresarse, solo tenía dos palabras en mente -Te amo.

Y se abalanzó hacia su novio, rodeando su cuello con sus brazos, besando su mejilla, mojando su camisa con sus lágrimas al mismo tiempo que sentía esos dos brazos protectores en su cintura.

-¿Quieres subir?- abrió la puerta del auto de manera automática con la llave de control.

-Por su puesto- le sonrió subiendo al auto nuevo, el verde era su color favorito, pero el rosa era SU color, ¿cómo podía ser tan bonito? Simplemente no sabía porqué Ni-ki hacía todas esas cosas por él, estaba confundido pero realmente no le importaba su duda, porque sabía algo, sabía que lo amaba con toda su alma, porque el alma nunca muere.

-Ahora, mi querido novio, vamos a nuestro destino- besó su mano antes de arrancar el motor, tenía su licencia desde hacía bastante, pero no la usaba, claramente.

-Si, amor.

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Llegaron al hospital en el que supuestamente estaba internado Riouta, Ni-ki aparcó el auto y bajó cuando ya estaba aparcado, dio la vuelta al auto para abrir la puerta de Sunoo y ayudarlo a salir.

-¿Listo amor?- sostuvo su mano sabiendo lo difícil que debe de ser esto para Sunoo, hace unas horas pensaba que había muerto y ahora dicen que quería verlo, era confuso.

-Sí... solo sigue sosteniendo mi mano- la apretó entre las suyas listo para entrar al hospital. 

El menor sonrió sabiendo que ya era momento de entrar.

Ambos dieron un paso al frente y entraron dentro del hospital.

Preguntaron a la secretaria por el paradero de Riouta, esta les dió un pasillo y el número de habitación en el que estaba, 5 43B, ese era el número.

Ambos caminaron hasta dar con ese pasillo y esa habitación, Sunoo sostenía la manija en sus manos, sin saber si lo encontrarían dentro, con miedo de que no sea así y al mismo tiempo con miedo de que sí sea así, tenía miedo de ambos.

Sunoo tomó aire y sin pensarlo más, entró a la habitación encontrándose con el que le impidió morir de hambre e inanición por 10 días, el que había limpiado su cuerpo como podía, el que lo había salvado de morir a los 3 días dentro de ese sótano, conectado a algunas máquinas, con su brazo izquierdo vendado al igual que su tórax y piernas, sentado tomando un mate que le dio el hospital.

-Riouta...- Sunoo habló cuando lo vio.

-Hola... Sun.

-Y-yo pensé que...-las lágrimas se juntaron en sus ojos -yo pensé que tu...habías muerto- se acercó a él sin soltar la mano de Ni-ki.

-Te prometí salir después de ti.

Pasaron solo 10 minutos en charla, centrados en cómo estaban, Riouta había sobrevivido, con quemaduras en sus piernas y tórax, pero estaba bien, la explosión se dio en la cocina, no en el sótano, por una estufa prendida.

-Sunoo... ya sabes que sobreviví a eso... pues no fui el único que salió con vida- y con eso la sonrisa de Sunoo se borró -Tienes que testificar contra ella, tiene una audiencia en dos meses, cuando el tratamiento termine.

-Yo no puedo hacer eso...- Sunoo ni quería verla, le daba tanto miedo siquiera pensar que estaba cerca, le daba miedo decir "ella me hizo..." con ella en frente de él.

-Sé que da miedo-Riouta habló -pero para que no te haga daño, tienes qje testificar, es difícil, pero después todo va a estar bien.

-P-pero...

-Amor, ya no puede dañarte- Ni-ki lo rodeó con sus brazos, sin separar sus manos en ningún momento. 

-S-sí... pero...

-No dejaré que vuelva a tocar siquiera un pelo de ti, desde ahora, nunca más va a hacerte daño, pero tienes que hacerlo.

-N-no quiero verla- y empezó a llorar recordando todo lo que vivió esos 10 días.

-Te juro que será la última vez que lo hagas-- besó su mejilla. 

El japonés acomodó el pelo de Sunoo para susurrar algo en su oído. 

-Mientras yo esté aquí, nada puede dañarte.

















Cami~

TERAPIA- SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora