III

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Comenten o me desaparezco tres semanas 💀💀💀

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-Respira... inhala y exhala- el psicoterapeuta hacía su trabajo con Ni-ki enfrente.

Sunoo esperaba todas las sesiones afuera, no entraba junto a Ni-ki, lo esperaba en la cafetería del lugar.

-Entonces, dime ¿Ya encontraste tu calmante?- todas las sesiones, el psicoterapeuta le pedía buscar algo que lo calmase, en caso de no encontrarlo, solían darles a los pacientes un "animal de apoyo" un conejo, un pequeño perrito, algo suave que puedan acariciar para tranquilizarse en sus ataques de ira.

-Creo que sí...

-Maravilloso, ¿Qué es?- preguntó.

-Mi novio...

-¿Tienes razones para que sea él?

-Él es... como mi medicina, cada vez que veo sus ojos siento como si mi mente se pusiera en su lugar, como si esa sonrisa que tiene le echara agua a un incendio, cada uno de sus abrazos me dice que todo estará bien, aún cuando no pronuncia ninguna palabra, uno de sus besos puede hacer magia cuando yo estoy a punto de explotar.

-Entonces él es tu medicina, pero ¿tú eres su medicina? Entremos un poco más en eso, él te ayuda en todo como tu dices, pero ¿tu lo ayudas? Puede que él se canse, puede que no te muestre su tristeza para hacerte feliz, tienes que mostrarle que tú también puedes ser su medicina, esto no es sobre tu ira, esto es sobre tu relación, no esperes a que todo te lo den a ti, tu igual tienes que dar y si ya es así, perfecto, con razón te ama tanto como lo demuestran.

Entonces Ni-ki entró en una pequeña crisis, ¿a caso hacía sentir a Sunoo tan amado como este lo hacía sentir?

-Eso es todo por hoy, Ni-ki, nos vemos la siguiente sesión- se despidió.

-Sí... adiós- salió de la sala y empezó a buscar a su novio quien tomaba un café en la cafetería como todos los días.

-Amor~- Sunoo, al verlo, tomó rápido su café para correr hasta donde su novio -¿Qué tal la sesión de hoy?- se abrazó a él.

-Bien...

-¿Pasó algo?- tomó el rostro de Ni-ki en sus manos.

El menor sonrió enternecido por las lindas acciones de Sunoo.

-Solo que te amo mucho- lo sostuvo de la cintura para besar sus labios cortamente.

-Entonces la sesión fue buena- aceptó su beso.

-¿Quieres ir a comer un helado?- Ni-ki empezó a besar su frente y sus  mejillas.

-Vamos- se quiso dar la vuelta para caminar pero alguien llamado Ni-ki lo levantó del suelo antes de que se diera la vuelta y lo llevó cargado aún en la calle donde todos podían verlos, pero en ese momento nadie los molestaba, como si fueran una pareja normal y corriente.

Sunoo estaba abrazado al cuello de Ni-ki mientras sus muslos eran sostenidos por los fuertes brazos de su novio, al tener sus piernas libres, estas se balanceaban como un niño pequeño, era feliz.

Para Sunoo eso era felicidad, no le molestaba nada, nada lo incomodaba, no tenía miedo de nada, simple tranquilidad y felicidad, la calidez de los brazos de Ni-ki y sus lindas palabra, sus besos y ese sentimiento inexplicable cuando despierta a su lado.

Talvez la gente en ese momento no los reconocía o no querían molestar a tan linda parejita, no habían cámaras por doquier, no habían saesangs, eran como personas comunes y corrientes, totalmente tranquilas.

-Kinnie.

-¿Si?

-Me haces muy feliz.

Esas simples palabras lograron derrivar por completo su corazón, talvez si lograba hacer verdaderamente feliz a su novio, talvez sus esfuerzos si tenían recompensa y por eso Sunoo lo ayudaba con esos horribles ataques de ira.

-Y... y tu a mi- abrazó su cuerpo aún caminando en la calle, con Sunoo cargado en sus brazos y acurrucado en su pecho.

Eran felices en ese momento, pero no todos los momentos son felices.
























Cami~

TERAPIA- SunKi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora