Dulce debilidad

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Desperté por el sol entrando a través de esas grandes ventanas, estaba abrazando una almohada en lugar de Colombus, me di unos minutos para despertar bien y me levanté de la cama, me puse la camisa de Colombus y bajé buscándola, Colombus me gritó desde la cocina y bajé hasta esta.

Olía a pan francés y café recién hecho, llegué a la cocina y Colombus me sirvió un de los panes en mi plato y me entregó una taza de café.

--¿Qué tal dormiste bella durmiente? –
--Bien—
--Qué bueno—me sonrió y terminó su desayuno, se acercó a mí y me dio un pequeño beso en el cuello para después subir a su cuarto.

Terminé mi desayuno y subí a cambiarme cuando vi a Colombus en su estudio, estaba pintando... ¿Mi cuerpo desde otro ángulo?, entré silenciosamente, tenía uno de los pinceles en su boca, estaba haciendo esos movimientos con la lengua, era mí debilidad, me acerqué a ella por atrás y la abracé por las caderas, ella no se movió y siguió pintando.

Sus movimientos eran sueves, ella sabía lo que hacía no dudaba en un solo trazo, la dejé de abrazar y puse ambas manos en su cintura, comencé a besar su cuello haciendo que soltara un pequeño gemido esta no se movió para no arruinar la pintura, seguí besando su cuello y aumentaba cada que salía un gemido de su boca.

Terminó su pintura y dejó todo en su lugar, yo seguía teniendo mis manos en su cintura y dando pequeños besos y lamidas a su cuello, Colombus se volteó y agarró mi mandíbula haciendo que la viera a los ojos.

--¿A qué estás jugando pequeña? –
¿Qué no es obvio? Quiero lo que tuvimos ayer, quiero...no, necesito más, pero no quería verme desesperada.
--A nada—
--Mhm, te queda bien mi camisa, por cierto—
--Gracias Ross—
--¿Ahora me llamas por mi apellido? –
--¿No te gusta? –
--Si, pero me gustaría que lo dijeras de otra forma—
Vi como una sonrisa pícara se formaba en sus labios y fue cuando entendí lo que quería decir.
--Ah, sí, ¿cómo? –
--Ya sabes más vulnerable—pasó sus dedos por mi cabello poniéndolo detrás de mi oreja, su mano derecha bajó hasta mi cadera y me pegó a su cuerpo mientras su otra mano masajeaba mis labios, lamí su dedo y dio una sonrisa llena de orgullo y egocentrismo, movió su dedo de mi labio y me enredó en un beso profundo el cuál fue intensificando cada vez más.

Si no fuera por mi teléfono sonando en la habitación de Colombus lo hubiéramos hecho ahí mismo.

Me despegué de Colombus y fui a contestar mi celular.

Emily
--¿En dónde te metiste April? –
    April
--En la casa de Colombus—
Emily
--¿ES ENSERIO? –
April
--Si—
Emily
--¿LO HICIERON? –
April
--Shhh, no grites—
Emily
--Perdón, ¿Lo hicieron? –
April
--Si—
Emily
--¿Y cómo lo hace? –
April
--Mejor de lo que imaginábamos—
--Hum, ¿Acaso me subestimabas Hawk? –
Emily
--Oh por dios es Colombus Ross, ponme en alta voz—
April
--Ya—
Emily
--COLOMBUS SOY TU MÁS GRANDE Y FIEL SEGUIDORA—
April
--Aww, ¿Quién es? –
--Mi mejor amiga, Emily—
--Ahh, creo que fue de las primeras que me siguió cuando me uní a Instagram—
Emily
--SI SI SI ESA SOY YO—
April
--Me cae bien esta chica—
Emily
--OH POR DIOS OH POR DIOS, OISTE LE CAIGO BIEN—
April
--Emily literalmente la tengo a un lado, es obvio que escuché—
Emily
--Cierto cierto, en fin, Colombus le haces daño y te rebano a la mitad—
April
--De acuerdo, me aseguraré de no hacerlo—
Emily
--Estás siendo vigilada—
Colombus soltó una carcajada, quité la alta voz y hablamos por un rato más, después de colgarle Colombus se acercó a mí.

--Lastima que no pueda lastimarte, mi idea era dejarte sin caminar por un rato—
--Ella nunca dijo algo sobre el sexo—
--Yo escuché que no te lastimara así que—
--¿Enserio? –
--Mhm—
Emily tuvo que abrir su bocota, Colombus salió de la habitación y la seguí hasta la cocina.

--Deja de seguirme—
--No—
Colombus se acercó a mí y puso su mirada en mis labios, se quedó un rato más así hasta que se decidió besarme, su beso empezó tranquilo, pero no duró mucho, comenzó a besarme bruscamente y a desabrochar la camisa, la tiró al suelo y me cargó para subirme a la encimera.

Sus manos acariciaban cada parte de mi excepto mi intimidad, gemí al sentir su pulgar en mi clítoris, comenzó a estimular mientras jugaba con mi lengua, gemí fuertemente al sentir sus dedos dentro de mí, quitó su pulgar de mi clítoris y se concentró en mi punto G, sacó sus dedos y volvió a meterlos bruscamente.

--¡Ahhh! –gemí al sentir como los sacaba y volvía a introducir en mí, bajó hasta mi intimidad y comenzó a lamer mi clítoris, sus dedos y lengua estaban coordinados iban a la misma velocidad y ritmo.

--Levanta las rodillas—me ordenó y obedecí al momento.

Sacó sus dedos y se agachó por completo, mis piernas levantadas le daban más accesibilidad a mi entrada, comenzó a penetrar con su lengua causando gemidos incontrolables de mi parte, aceleró sus movimientos logrando que mi orgasmo se apurara, me recargué en mis manos y sin pensarlo mi cabeza se fue para atrás, me arquee al sentir su lengua pasar por mi clítoris hasta los labios para después entrar de nuevo y lamer mi punto G, estaba tan cerca del clímax, comencé a ignorar cualquier sonido que hubiera y me concentré en mis gemidos, estos salían sin control, Colombus aceleró sus movimientos logrando mi orgasmo.

--Mmg—di mi último gemido y Colombus pasó su lengua por toda mi intimidad sacando otro gemido de mi boca. Se levantó limpiándose los labios y lamiendo sus dedos.

--Maldición, sabes tan bien Hawk, eres mi dulce debilidad April—
Mi piel se erizo al escuchar eso, Colombus me ayudó a bajar de la encimera, me iba a poner la camisa y me la quitó de las manos para luego subir por las escaleras.

--Te bañaras primero—
--De acuerdo—
Subí a la habitación de Colombus y entré al baño junto con ella, Comenzó a tallarme, dejó intacta mi intimidad y dijo que ese era mi trabajo, terminé de enjabonarme y abrió la regadera para que pudiera enjuagarme.

Cuando terminé ella salió de la regadera y se fue para cambiarse, yo no traía ropa así que me tuvo que prestar una camisa y unos shorts que me quedaban algo grandes, no tener ropa interior se sentía raro, pero gracias a eso pude tener la mejor experiencia.

Un pequeño secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora