Vancouver

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Después de un rato llegamos al aeropuerto de Vancouver.

Colombus recibió la llamada de Natalia.

Estamos afuera gus
—Ya vamos Na na

Colombus cortó la llamada, agarró mis maletas y salimos del aeropuerto.

En la salida del aeropuerto estaba una chica bastante alta con una niña a su lado y otra chica.

Colombus se acercó a ellas y la niña la abrazó fuertemente.

—Tía
—Hola rata
La niña rió levemente.

—Hola Na na
Colombus bajó a la niña y la chica se lanzó hacia Colombus.

—Te extrañé
—Yo a ti
Colombus era aún más alta que Natalia.

Le llevaba máximo dos dedos de diferencia.

—Na na, ella es April, mi novia
Agité la mano en saludo.

Ella hizo lo mismo, la niña se acercó a mi y jaló mi brazo hacia ella.

—¿Eres mi nueva tía?
Volteé hacia Colombus y ella asintió.

—Si
La niña soltó un grito emocionado.

—Ven, vamos al carro tía
Agarró mi mano y me llevó hasta el carro.

Fruncí el ceño y volteé hacia Colombus.

—Tiene 7, a esta edad son raros
—No soy rara
Gaby volteó hacia Colombus enojada.

Nos subimos al auto y Gaby seguía viendo feo a Colombus.

—Deja de verme así rata
—No
Entrecerró los ojos sin dejar de ver a Colombus y Natalia soltó una carcajada.

—Si me sigues viendo así no juego contigo en toda esta semana
Gaby suspiró.

—Está bien
Se cruzó de brazos y se recargó en el asiento.

Colombus rió levemente y volteó a verme.

Puso su mano en el respaldo del asiento y yo estiré mi mano a la suya.

Entrelazamos dedos.

[...]

Después de un rato llegamos al departamento de Natalia.

Cuando entramos noté que las paredes estaban decoradas con varias obras de Colombus.

Eran cuadros bastantes bonitos.

Todos eran de personas en diferentes estados de ánimos, pero también la posición de la persona cambiaba.

Natalia nos llevó al cuarto en el que nos quedaríamos.

Tenía una cama igual de grande que la de Colombus.

Las ventanas daban directo a las calles de Vancouver, todos los edificios se veían increíbles.

Era uno de los pisos más altos.

Dejamos las cosas en la habitación y salimos a la sala.

Natalia estaba sentada junto con Gaby.

—¿Tienen hambre?
Preguntó Natalia.

Colombus volteó a verme.

Asentí y ella le dijo a Natalia que si.

Natalia preguntó si queríamos pedir algo a domicilio.

Colombus asintió y se sentó en el gran sillón de la sala.

La chica que se quedaba con Natalia salió de la cocina con un par de botanas.

—Por cierto, no las presenté, ella es Brigitte
Ambas la saludamos.

—Brigitte, ella es Colombus, mi mejor amiga y ella es...
Cerró los ojos tratando de acordarse de mi nombre.

Reí levemente.

—April
Natalia chasqueó los dedos y volteó hacia Brigitte.

—Ella es April, la novia de Colombus
Brigitte nos saludó a ambas y se sentó en el sillón.

Volteé hacia Colombus.

—Es normal, a veces ni se acuerda de su nombre
—Si me ha pasado, es por el trabajo, lo lamento tanto April
Reí y asentí.

—Está bien
Nos quedamos un rato viendo películas.

Natalia había pedido algo de comida por internet.

Terminamos de comer y después de unas tres películas decidieron irse cada quien a su cuarto.

Colombus y yo estábamos hablando mientras esperábamos a que el agua de la regadera calentara.

—Mañana podríamos salir a dar una vuelta
—Estaría bien
—Quizás compremos algunas cosas
Fruncí el ceño.

—¿Qué quieres comprar o que?
—No sé
—Ajá
Noté que su voz estaba sospechosa.

Me levanté de la cama y fui al baño con ella.

—¿Qué quieres comprar?
—Una moto
Fruncí el ceño.

—Siempre he querido una
Sonrió como niña pequeña y reí levemente.

—Bueno, te apoyo mientras sepas manejarla
—Soy experta en eso April
—Ajá
Abrió la boca sorprendida.

—¿No me crees?
—No
—Mañana te lo voy a demostrar Benjamin
Reí nerviosa.

Me agarró por la cintura y me acercó a ella.

Chocamos labios.

Colombus cerró la puerta con seguro.

Me separé de ella y fruncí el ceño.

—Por si acaso
Se encogió de hombros y reí levemente.

—Está bien

Nos quitamos la ropa y entramos a la regadera juntas.

El agua estaba en la temperatura perfecta.

Tener a Colombus tan cerca de mí mientras el agua recorría nuestros cuerpos hacía que todo en mi se relajara.

Sabía que después del baño caería rendida.

Un pequeño secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora