Un pequeño secreto

Entre sábanas

Estábamos hablando Colombus y yo sentadas en la cama, alguien tocó la puerta y me levanté para abrirla.

Era uno de los chicos del hotel, le entregué los platos sucios de la comida que habíamos pedido hace unos minutos atrás.

El chico me agradeció y se fue, cerré la puerta y me acerqué de nuevo a la cama.

—¿No tienes sueño?
—No
—¿Segura?
—Si, ¿tú tienes sueño?
—No

Nos vimos directamente a los ojos y guardamos silencio.

—Estoy aburrida
—Tengamos sexo
Solté una carcajada y negué con la cabeza divertida.

—Bueno, se intentó
—No dije que no
Colombus entrecerró los ojos y me vió fijamente.

Me encogí de hombros.

—Quiero esperarme a llegar a casa
—Bueno
—Es raro
—¿Qué?
—Regresar mañana
—¿Raro por qué?
—No lo sé, regresar a casa después de todo lo qué pasó
—Es mejor para ti, te sentirás más cómoda
—Tienes razón

Ambas guardamos silencio.

—¿Por qué Hannah se quedaba en el hotel si vive aquí?
—Según Isis la desalojaron de su departamento y no tuvo más opción que quedarse en un hotel
Quise reír, pero aguanté las ganas.

—Ya ríete
Me solté en carcajadas y Colombus sonrió levemente.

—Dios, que karma
—Ya sé
—¿Cuánto tiempo habrá estado acá?
—Ni idea
Seguí riendo y Colombus me dió un pequeño golpe en el muslo.

—Perdón , es que si da risa
—Un poco
Solté una carcajada y noté como Colombus me veía seria.

—Ya perdón
—No está bien burlarse de las personas
—Pero es que...

Soltó una fuerte carcajada.

—Ay dios si da risa
—Ves, el karma estuvo fuerte
—Bastante

Ambas reímos.

Seguimos hablando por un rato, de la nada la conversación comenzó a subir de tono.

—Yo sigo teniendo el disfraz de conejita
—Deberías usarlo de nuevo
—Cuando quieras
—Cuando lleguemos a casa
—De acuerdo, de echo traigo las orejas, Emily me hizo ponerlas en la maleta
Colombus soltó una carcajada.

—Y también puso un conjunto de lencería blanco
Colombus levantó las cejas y abrió los ojos sorprendida.

—No es mía...bueno si, pero...
—A ver póntela
Guardé silencio y mi cara se puso roja.

—Si la puso ahí es por algo
—¿No que querías esperar?
—No dije que lo íbamos a hacer
Entrecerré los ojos y me levanté de la cama.

—¿Te lo pondrás?
—Si, solo para enseñártelo
Colombus mordió su labio levemente y reí.

—No estaría mal si te pusieras las orejas también
—Dije que solo te lo enseñaría
—Cualquier cosa que utilices necesita un accesorio
Solté una carcajada y cerré la puerta del baño.

—Verte ponértelo tampoco estaría mal
—Eso no pasará
Se escuchó un gruñido y reí fuertemente.

—Berrinchuda
—Aguafiestas
Solté una fuerte carcajada.

El conjunto tenía bastantes listones que se atravesaban, era para hacerlo parecer casi completo, pero sin tapar el abdomen y espalda.

Tapaba los pechos y tu parte intima, dejaba a la vista el trasero, sería algo que realmente le gustaría a Colombus conociéndola.

Buscaba mis orejas, gruñí levemente al no encontrarlas en donde las había dejado, abrí uno de los cajones y suspiré fuertemente.

Terminé de ponérmelo y salí acomodándome las orejas de conejo.

Colombus sonrió pícaramente y me vió de arriba a abajo, estaba recargada en sus manos y con sus piernas medias abiertas.

—Se ve bien
—¿Bien?
—Mhm, si me dejarás verlo un poco más de cerca se vería perfecto
Reí levemente y me acerqué a ella.

Agarró mi cintura y me sentó en su regazo dándole yo la espalda, tomó mis manos y estiró mi brazo, comenzó a besar lentamente desde los dedos hasta el hombro.

Soltaba pequeños jadeos por cada beso, su otra mano estaba en mi cintura acariciándola, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo.

Me acomodé en su regazo mientras ella besaba mi cuello.

—¿Lo haremos?
—Solo si realmente lo deseas
—Lo deseo más que nunca
Colombus rió levemente y continuó besando mi cuello.

Encontró uno de los broches para quitar la parte inferior del conjunto, abrió el broche y luego el otro.

Quitó la parte de abajo del encaje y lo tiró a un lado para después levantar todos los listones y quitarme el collar que los agarraba.

Iba a levantarme y Colombus agarró mis caderas fuertemente.

—Sentada conejita
Asentí y suspiré levemente.

¿Lo ven? toda la personalidad de Christian Grey, ¿lo odiaba? para nada, era un sueño hecho realidad.

—No te muevas amenos que te lo permita
Volví a asentir y me quedé en mi lugar.

Su mano bajó desde mis pechos hasta mi intimidad y comenzó a estimularme lentamente.

Solté un gemido ahogado y puse mis manos en sus muslos, me recargó en ella y levantó mi rodilla levemente.

—Me encantas April
Solté una risa nerviosa y suspiré fuertemente al sentir como entraba en mi lentamente.

Desabrochó la parte superior del conjunto y lo tiró a un lado, masajeó mis pechos mientras besaba mi cuello nuevamente.

Comenzó a succionar mi piel haciendo que gimiera al doble.

Comenzó con algunas embestidas y estimulaba mi punto G, paró antes de que llegara a mi orgasmo, me movió y me sentó a un lado para después acostarme.

Se puso entre mis piernas y comenzó a bajar por todo mi cuerpo dando besos bastantes calientes.

Llegó al muslo y lo besó hasta dejar marcas, fue hasta mi intimidad y comenzó a lamer mi clitoris a la velocidad perfecta.

Hace mucho no me hacía un oral, se sentía bastante bien volver a sentir todas las sensaciones que su lengua me causaba.

Puso sus manos en mis muslos y los apretó, mis orejas se habían movido y las acomodé para que no se cayeran.

Me penetró con su lengua y comenzó a lamer mi punto G, estiré mis manos hasta encontrar una almohada y la puse en mis manos.

Apretaba la almohada cada que entraba y salía lamiendo mi punto G y clitoris, apretó levemente mis muslos y solté un fuerte jadeo.

Colombus aceleró sus movimientos al notar mi orgasmo acercarse nuevamente, volvió a apretar mis muslos y los movió levemente para tener más accesibilidad a mi.

Gemí fuertemente al sentir mi orgasmo, Colombus se separó de mi y agarró mis caderas para voltearme y elevarlas.

Me dejó en cuatro y elevé un poco más mis caderas, sonrió orgullosa y acarició mis caderas y bajó hasta mi trasero.

Dió palmadas y algunos apretones a mi trasero, después de algunos segundos me penetró con dos dedos.

Definitivamente sería una noche de solo sexo, gracias a Emily por obligarme a poner esa lencería en la maleta junto con mis orejas.