Día 2

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Me desperté en la mañana por culpa de Colombus.

—Amor, haces mucho ruido
—Perdón, no encuentro mi reloj y voy a salir con Natalia
—¿A dónde vas?
—A cerrar un trato, no tardo

Colombus encontró el reloj y se acercó a mi.

Me dió un pequeño beso en los labios y salió rápidamente del cuarto.
—Na na vámonos

Natalia le contestó desde adentro del cuarto que saldría en un minuto. Me levanté para ir al baño.

Bajé mi pantalón junto mi ropa interior y noté una mancha roja.

—¡COLOMBUS!
Colombus entró casi corriendo.

—¿Todo bien?
—Si
—Me asustas, cielo
Comencé a lagrimear y Colombus preguntó que pasaba.

—Ya me bajó
Me solté en llanto, serían unos días terribles.

Colombus rió levemente y fue por una toalla hacia mi mochila.

—Ten
—Gracias
—Cielo, ya me tengo que ir, pero si necesitas algo, márcame y estaré aquí lo más rápido posible
—Okey

Colombus salió del cuarto y del departamento junto con Natalia.

Gabby y Brigitte entraron al cuarto con una mesa llena de postres y cosas que me harían sentir mejor.

—Yo siempre hago esto para pasar mi periodo
—Eres muy linda Bri, gracias
—Yo te traje dulces tía
—Gracias Gabby
Gabby me sonrió tiernamente.

Las invité a ver una película y dijeron que si.

Después de unas horas Natalia y Colombus llegaron a la casa.

Salimos para ver cómo les había ido.

Natalia llegó a abrazar a Brigitte emocionada.

—¡CERRAMOS EL TRATO!
Brigitte se puso nerviosa y aclaró su garganta.

Natalia la soltó y se puso algo incómodo entre ellas dos.

—Bueno, ¿y tu amor?
—¿Qué?
—¿Por qué no estás feliz?
—Si lo estoy, ¿podemos hablar?

Fruncí el ceño y asentí.

—¿Qué pasó Elizabet? no me asustes
—Nada grave

Fuimos al cuarto y cerró la puerta.

Colombus volteó a verme y aclaró su garra nerviosa.

—Una de las socias se me estaba insinuando mucho, me puse mal porque no quería que supieras por alguien más y malinterpretaras las cosas, yo todo el momento la ignoré y le recordé que te tenía

Sonreí tierna y me acerqué a ella.

—No voy a malinterpretar nada, yo sé que tú no me harías nada
—Te amo April

Me besó y en cuestión de segundos el beso se volvió deseoso.

—Cerré un trato hoy
Sonrió emocionada y volvió a besarme.

—Estoy en mis días
—¿Y?
—Ay
—A mi nada me va a impedir darle un orgasmo a mi futura esposa
Abrí los ojos como platos al escuchar eso último.

No dije nada y volví a besarla. Si nos íbamos a casar en algún momento, le ruego al que exista que siga siendo así de sexy conmigo.

—Me vuelves loca
Me dijo Colombus para después cargarme, crucé mis piernas en su cadera.

Colombus puso seguro a la puerta y caminó hacia la cama.

—Ahora, guarda silencio conejita
—¿Qué vas a hace...
En un abrir y cerrar de ojos Colombus ya había llegado hasta abajo.

Un pequeño secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora