Devuelta a casa

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Llegamos al aeropuerto y nos separamos cada quien en un carro.

Colombus iba hablando con la chica encargada del auto mientras yo veía sus fotos en twitter e instagram.

Comenzaron a aparecer varias publicaciones de nuestra relación y a todos les di me gusta.

Llegamos al departamento de Colombus y nos despedimos de la chica, bajamos las maletas y entramos al edificio.

Subimos hasta el departamento y entramos, Zalem nos dió la bienvenida.

—Hola mi amor
Acarició a Zalem y subimos a su habitación.

Me quedé estática el ver cuánto había cambiado con mis cosas en ella.

Habían organizado otra de las habitaciones para hacerme un "estudio".

Le pusieron un tocador hecho de madera bastante hermoso, había un sillón de peluche que era para sentarse mientras te maquillabas.

Pusieron varias cosas como más sillones y luces led en las paredes.

Me acerqué a Colombus y le di un pequeño beso de agradecimiento.

—Casi no tienes maquillaje según mi ayudante
—No, y de echo era de Emily, me los robé
—¿Quieres ir de compras?
—¿Otra vez? es mucho dinero gastado
—April, te compraría una parte del universo si pudiera

Sonreí tiernamente y asentí.

Volvimos a bajar y nos subimos a su hermoso auto, salimos del edificio y me llevó hasta una de las plazas más grandes de Los Ángeles.

Me adelanté a la tienda de maquillaje mientras Colombus se tomaba fotos con algunas de sus fans.

Cuando llegó conmigo noté un anillo de compromiso en su dedo y fruncí el ceño.

—Me pidieron matrimonio
—¿Y aceptaste?
—Si, el anillo es lindo, perdón
Reí levemente y seguí buscando algo de maquillaje.

Una señorita de la tienda me ayudó a buscar todo lo que podía usar para maquillarme.

Colombus jugaba con su anillo mientras me veía fijamente.

—¿No estarás pensando en...
—No, no, no
Guardó silencio.

—¿Lo estabas pensando verdad?
—Si, pero ahorita no, aún no
—¿Aún?
—Si ambas llegamos a querer si te daría el anillo
Reí levemente y seguí comprando.

Colombus me abrazó por la cintura al notar a la chica de la tienda bastante cerca de mí mientras me explicaba cómo se aplicaba un producto.

—Ay dios mío, eres Colombus Ross
—Si
Se mostró algo seria.

—Con razón te me hacías conocida
Colombus rió levemente.

—¿Son algo ustedes dos?
—Si, es tendencia en twitter
—Voy a instalar twitter, uno se entera de muchas cosas ahí
Colombus asintió.

Terminé de escoger y Colombus fue a pagar.

Abrí los ojos como platos al escuchar que era bastante dinero, volteé hacia Colombus.

—Es mucho
—Guarda silencio
—Pero...
—Shh
Guardé silencio y bajé la mirada.

Me sentía culpable cada vez que Colombus gastaba dinero en mi.

Salimos de la tienda, íbamos caminando por la plaza hasta que vi una tienda de "Apple".

—¿Qué pasa?
—Nada
—¿Quieres un nuevo celular?
—No, no, estoy bien con este
—April, está todo roto no juegues
—Puff todavía aguanta
Colombus agarró mi mano y entramos a la tienda.

—Te juro que no es necesario
—Yo te lo quiero regalar
Suspiré fuertemente y me quedé a su lado.

Le enseñaron el último modelo que tenían y ella asintió.

Escogí el color azul pastel y me dijeron si quería que le pasaran mis datos al celular ahí.

Dije que si y le pasé mi antiguo celular, no recordaba mi contraseña de iCloud y tuvieron que hacerme una cuenta nueva.

Colombus me abrazó de nuevo por la cintura y plantó varios besos en mi cuello mientras el trabajador hablaba con alguien para hacer la cuenta nueva.

—Amor aquí no
—¿Amor?
—Lo siento, se me salió
—Está bien, me gusta que me digas así cariño

Mi piel se erizó al escuchar lo último y ella lo notó.

—Dios mío no sabes cuánto te voy a coger en estos días
Reí nerviosa y agarré sus manos.

—Puedes hacer lo que quieras conmigo
—Lo sé cariño
Se separó de mi y pagó el celular.

Me lo entregaron con todos mis datos y aplicaciones.

Le agradecí al chico de la tienda y salimos de ahí.

Iba poniendo mis contraseñas a mis cuentas de redes sociales cuando me detuve al ver un hermoso traje de baño con estampado de vaca.

—¿Te gustó?
—Si
—Entra y pruébatelo
Asentí y le di mi celular a Colombus sin pensarlo.

Entré y hablé con la chica de la tienda.

—El traje trae incluido rompía interior con el mismo estampado, también puedes elegir el color del estampado si quieres
—Genial

Seguimos hablando y me entregó ambos conjuntos de ropa, entré al probador y Colombus se sentó en el sillón de afuera.

Me puse primero el traje y salí para enseñárselo.

—¿Te gusta?
—Me encanta como se te ve
—¿Si? sentí que me veía algo gorda
Colombus se levantó y se acercó a mi.

Comenzó a caminar y retrocedí hasta pegar con el espejo del probador.

—¿Gorda?
—Si
—Cariño, te ves espectacular
Puso su mano en mi cintura y la acarició.

Mis pechos resaltaban demasiado con el traje de baño, Colombus me envolvió en un beso algo caliente y deseoso.

—Y gorda me la pondrías si fuera hombre
Reí y le di un golpe en el hombro.

—Tengo la gran ventaja de no tener, porque realmente estaría en ese estado todo el tiempo
—Ya cállate
Colombus rió y se separó de mi.

—Ahora desnúdate y pruébate la ropa interior, quiero ver que es lo que te voy a quitar
Asentí.

Iba a entrar al probador cuando escuché su voz llamándome.

—¿Te di permiso de entrar al probador?
—No
—¿Entonces?
—No me desnudaré aquí
—Hazlo
—Bien
—Ni quejas pones

Volví a reír y comencé a bajar el traje de baño, una vez me desnudé entré al probador para ponerme la ropa interior.

Me recargué en la pared del probador y suspiré emocionada.

Ay dios mío April no dejes que te controlen.
Es que es tan sexy cuando lo hace.
Maldita masoquista y niña con problemas parentales.

Reí levemente por mis pensamientos, me cambié y salí para enseñárselo a Colombus.

—Me gustó, ya puedes quitártelo
Me desnudé enfrente de ella y sonrió orgullosa.

Volví a entrar al probador para cambiarme.

Ella fue a pagar y salimos de la tienda, ya traía varias bolsas de maquillaje y ropa.

Le pedí a Colombus que nos fuéramos y ella asintió, le había dicho que estaba cansada, pero no era verdad.

Quería probarme toda la ropa interior que me compró y enseñársela hasta el punto en donde por fin me haga suya de nuevo.

Subimos al auto y condujo hasta el edificio, se estacionó y subimos al departamento.

Entramos y fuimos hasta su cuarto le dije que me probaría lo que me había comprado y ella asintió.

Un pequeño secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora