Prendas

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Me puse una lencería de encaje negro arriba de la ropa interior que venía con el.

Salí del baño y llamé la atención de Colombus aclarando mi garganta, dejó el celular a un lado y volteó hacia mi.

Una sonrisa nerviosa se formó en sus labios, me recargué en la puerta del baño y esperé a que dijera algo.

—Que sexy se te ve
—Gracias
—Ese fue mi favorito en la tienda
—¿Si?
—Mhm, no te queda nada mal
Reí levemente.

La mucama entró al cuarto y me metí rápidamente al baño algo nerviosa.

Colombus rió y se puso a platicar con ella.

—Ya me voy señorita Ross
—De acuerdo
—¿Me podría depositar el dinero hoy en la tarde si no es molestia?
—Claro que si linda
—Muchas gracias señorita Ross
Ambas se despidieron.

—Por cierto, le queda muy lindo el conjunto señorita April
—Gracias
Contesté desde el baño u ella rió levemente.

Escuché sus pasos en las escaleras y bajé.

—Avisa que seguía aquí
Dije mientras salía

—Es que no sabía
Rió y rodé los ojos.

—No me vuelvas a rodar los ojos Hawk
—Si señora
—A ver ponte el otro conjunto
Asentí y me cambié rápidamente en el baño.

—No sé
—¿Qué?
—No es muy cómodo
—Puff solo te durará dos segundos así que
Reí nerviosa.

—Anda, pruébate los otros
—Si señora
Seguí probándome los demás conjuntos.

Creí que había terminado de probarme todos cuando vi una pequeña caja en el fondo de la bolsa.

La tomé y la abrí, reí al ver un hermoso conjunto blanco que definitivamente resaltaría mi trasero y pechos.

Me lo puse y salí del baño tapando mi abdomen.

—Quita tus manos
—No
—Quítalas
Las moví y Colombus se recargó en sus codos.

Sonrió pícaramente y mordió su labio inferior.

—A ver una vuelta
—Me siento niña chiquita
—Bueno, soy dos años mayor que tú, tienes tus razones
Reí levemente.

—¿Cuántos años tienes eh?
—26
—Tu perfil decía que 24
—No lo he actualizado, debería hacerlo
—Mhm, creí que tenías mi edad
—Ahora sabes que no
—Técnicamente serías mi sugar mommy
Colombus soltó una carcajada.

—Me alegra serlo, el sexo es increíble
Reí levemente y me acerqué a ella.

—Pero no me gusta que gastes dinero en mi
—No me hace daño, si quisiera podría comprar todo el océano pacífico
—Sabes, a veces se me olvida que realmente tienes mucho dinero
Se encogió de hombros divertida.

Me acerqué más a ella y puse mis manos en su mandíbula, ella puso sus manos en mi cintura y me acercó aún más a ella.

—Me gusta más cómo se ve de cerca
Jugó con el resorte del pantie.

—Está muy chiquito
—Hmm, mejor, así resalta lo que más me gusta
Su cara estaba cerca de mi abdomen, su respiración hizo que mi piel se erizara.

—No estaría mal darte un orgasmo mientras lo usas
—Se mojaría
—Es la intención
Sus manos acariciaron mi cintura.

Me acercó más a ella haciendo que cayera encima, me juntó con sus labios y me envolvió en un beso deseoso.

Un pequeño secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora