Colombus se había pasado a mi lado.
Se la pasó jugando con mi muslo la mayoría del tiempo.
Me levanté de mi asiento e iba a pasar por su piernas.
Sentí sus manos frías tocar mis caderas y me sentó en ella.
Sentí sus pechos en mi espalda y suspiré.
Subió mis piernas y las abrió.
—Necesito que guardes silencio
Su mano recorrió mi abdomen hasta llegar al resorte de mi pants.—¿Guardarás silencio para mi?
Su voz ronca hizo que mi piel se erizara.Asentí.
—Dímelo
—Guardaré silencio Colombus
—Bien, si haces algún ruido no dudaré en aumentar mis movimientos
—De acuerdoBajó hasta mi intimidad y comenzó a estimularme lentamente.
Recargué mi cabeza en sus hombros.
Solté un suspiro y aumentó sus movimientos.
Cerré mi boca y me retorcí al sentir sus dedos aún más fríos que antes.
—Mueres por gemir April
—No es verdad
Me penetró con dos dedos.Abrí la boca sin soltar un solo ruido.
—Acéptalo
—Ya dije que no es verdad
Comenzó a mover sus dedos de manera rápida.—Maldición
Cerré mis ojos y mi boca en protesta.No dejaría que ganara, ella quería verme vulnerable y escuchar mis gemidos.
No la dejaría tener su momento de orgullo.
Aumentó sus movimientos.
—Solo hazlo
Tomó mi cuello y me recargó por completo en ella.Comenzó a besar mi cuello y dejar marcas.
Dejó su mano en mi cuello mientras vagaba por mi mandíbula y clavícula.
—Más rápido
—Si gimes lo haré
Lo pensé.Suspiré fuertemente y negué con la cabeza.
—No lo haré
—Te vas a rendir en cualquier momento, aún tengo una hora más, ponte cómoda
Aclaré mi garganta y abrí más mis piernas.Me retorcí al sentir un tercer dedo.
Apreté el brazo de Colombus y ella rió levemente.
—Déjame escucharte, cariño
—El cariño no funcionará esta vezRió.
—¿Que debo hacer para que me gimas eh?
Entrecerré los ojos.Volteé hacia la ventanilla y noté que estaba lloviendo.
Sacó uno de sus dedos al no tener una respuesta y reí levemente.
Bajé mi mano hacia mi intimidad y comencé a estimular mi clitoris.
Fue ahí cuando empecé a gemir.
Sentir aún más placer.
La mejor decisión que pude haber hecho.
Colombus soltó una risita orgullosa.
Iba a detenerse.
—No quiero que te detengas Ross
Colombus siguió con sus movimientos.Comenzó con embestidas y mi piel se erizó.
Saqué mis manos de mis panties.
Gemí todo lo que quería.
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Un pequeño secreto
RomanceSer musa de una famosa pintora es una fantasía, pero ser su pareja...digamos que ya es una realidad. . . . . . . [+18] [NO se aceptan cambios y/o adaptaciones a la obra sin mi permiso]