#Límites

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Hizo un puchero y se aplicó un poco de bálsamo labial en sus labios pulposos. Luego se acomodó la camisa y suspiró. Esa maldita cena. Lo único que estaba haciendo era ponerlo nervioso viendo a la pareja soñada de su jefe soñado. Soñado y perfectamente moldeado Kang Baek Ho. Diablos, ya le gustaría a él tener esos brazos que parecían nudos de carne o esa sonrisa de comercial de pasta de dientes. Pero él solo era muy alto, muy delgado y muy poco sonriente. Siempre tenía una mueca de disgusto en la cara. Al menos eso era lo que decían todos. Atractivo pero avinagrado. Hubo una época en la que intentó poner un rostro más 'agradable' pero todos pensaron que su sonrisa era rara y algo aterradora. Así que no se molestó más. Por supuesto que viendo como miraba BaekHo a su jefe no era algo que lo alentara a sonreír precisamente, más bien todo lo contrario. El tipo parecía pensar que Hoseok era un dios caído del cielo. Toda la cena lo vio babeando, como él, claro pero al menos él era un poco —solo un poco— más disimulado. Y sus ojos, dios santo, hasta sintió náuseas de solo pensar en mirar así a alguien. Al tipo le faltaba vomitar arcoiris cuando Hoseok decía algo. PA TÉ TI CO.

Y para colmo de males, esa señora que decía ser su madre, estaba empeñada en dejarlo en ridículo. Con esta cena él había esperado que Hoseok no sólo lo viera como el hijo de su jefe que milagrosamente había tenido una buena idea para la junta, sino también como un hombre brillante y caliente con el que pasar de la oficina a la cama. Su 'plan perfecto' no iba a funcionar con el novio de su objetivo dando vueltas en el medio y su madre tratándolo como un minusválido mental. Quizás debía seguir acostándose con los idiotas aduladores que solo lo buscaban por dinero o popularidad y olvidarse de Hoseok.

Suspiró, acomodó su cabello y salió. Se despediría amablemente de los invitados y subiría a dormir hasta la hora de la fiesta en el yate. Salió del baño y se chocó de frente con Hoseok que iba en sentido contrario.

 Salió del baño y se chocó de frente con Hoseok que iba en sentido contrario

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[HyungWon]

—¡Cielos, los siento, HyungWon! —dijo mirando cómo me cubría la boca con la mano debido al impacto del golpe— ¿te lastimé?

Negué con la cabeza y toqueteé mi labio inferior con el dedo chequeando los daños.

—No, está bien, fue solo un roce. —Levanté la mirada y vi que la camisa, antes inmaculadamente blanca, ahora lucía una gran mancha morada en el centro. —¿Tan bueno estaba el vino que decidió tomar un baño con él? —bromeé señalando con el dedo la mancha.

—Estaba distraído y volqué la copa —dijo tirando de la tela para ver qué tan grande era la mancha.

Se metió en el baño dejando la puerta abierta. Lo observé luchando por sacar la mancha con la toalla.

—Venga conmigo —dije finalmente. Hoseok se giró apenas interrogándome con los ojos—. Le prestaré una camisa.

Dijo 'ah' y asintió. Subimos a mi habitación y apenas entramos se quitó la camisa. ¡Gracias Dios, Alá, Buda o Superman! Hoseok era una locura vestido, pero semi desnudo era digno de aplausos. Deseé vaciar el florero que la mucama ponía todos los días en el pasillo y aventarle todas las flores a ese cuerpo escandaloso. Los abdominales eran de otro planeta. Una hermosa tableta de chocolate blanco en el que quería fundir mi lengua hasta deshacerlos en mi boca. Con razón ese hombretón de abajo disparaba corazones de los ojos cuando lo miraba. Mi pene estaba a punto de abrazarlo también. Puse a girar el vestidor y paré en la sección de las camisas.

You're mine / 2wonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora