You're mine / 2won

#Japón

[HyungWon]

—¿A dónde piensas que irás? —Min miraba toda la ropa tirada en mi cama con una expresión entre aterrada y desconcertada.—Iremos a trabajar, Wonnie —levantó una camisa semi transparente con un dedo y me miró—. ¿En serio?

—¿Qué tiene de malo? ¿No iremos a cenar y eso?

Min me miró en silencio por un momento y luego, resignado se sentó en la cama, revisando la ropa.

—Si, pero no sé a qué tipo de cenas de trabajo estás acostumbrado si sales con esa pinta.

—Japón tiene una vida nocturna increíble, Min. Tenemos que salir a tomar unos tragos y podríamos ir a bailar...

—Hey, hey, Don Juan. Es un viaje de negocios. Eso significa almuerzos y cenas aburridas con hombres ricos mayores e inversionistas. Luego a dormir en el hotel.

Lo miré con un gesto horrorizado. Casi veinte años y tenía prohibido divertirme.

—¡Una semana así y me traerás en un cajón de madera! Min, ¡dime que saldrás conmigo!

—Sabes que iremos con el jefe. A propósito, ¿cómo fue la cena?

Rodé los ojos.

—No sé, fue extraña.

Min parecía interesado.

—¿Qué pasó? Dime que no te desubicaste e intentaste hacer algo.

—Bueno, no exactamente. Por momentos sentí que me estaba coqueteando.

Los ojos de mi compañero casi se salen de las órbitas.

—¡No puedes estar hablando en serio!

Levanté una ceja y le lancé una mirada no muy amistosa.

—¿Estás dudando de mis encantos?

—No dije eso, pero pensé que el señor Shin era... Bueno, no de ese tipo de hombres.

—¿Qué sería ese tipo de hombres?

—Tiene pareja. ¿No estarás imaginando cosas que no son? Quizás malinterpretaste la situación.

—¿Crees que no sé diferenciar un coqueteo de una charla normal? No soy idiota. Sé cuando alguien tiene segundas intenciones, y tu jefesito, ese que tú crees que es un santo, estaba claramente interesado en mi.

—¿Qué te dijo?

—Por momentos jugaba al gato y al ratón, miraditas, mordidita de labio, cejita levantada. Y puedo afirmar que cuando entré al auto me comió con la mirada.

Min torció la boca en un puchero y suspiró.

—Vaya, ya no quedan hombres fieles.

—De todas formas, decidí no seguir en el juego. Me gusta, no voy a mentirte, pero aunque al principio me pareció divertido intentar algo con él, luego pensé que no quiero ser el causante del rompimiento de su relación. Su pareja parece un tipo agradable y bueno, eso. Sé cuando rendirme.

—¿Lo dices en serio? —por su cara era obvio que no me creía nada.

Me encogí de hombros y agarré las camisas que Min iba escogiendo para que llevara en la maleta.

—Si. En serio, no soy tan inconsciente. Hoseok es un buen tipo y no quiero que tenga problemas con su novio por mi culpa. Tuve un crush con mi jefe, tampoco es nada nuevo. Típico cliché de drama.

—Quiero creer que hablas en serio.

—Te demostraré que puedo mantener mi bragueta cerrada y me comportaré como un señorito inglés. Ya lo verás, ahora veamos, ¿pantalones de cuero?