#Planes

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[Hoseok]

El chico estaba molesto. Se le notaba en la cara, sus ojos oscuros entornados y sus labios formando un puchero de costado. Por un momento me pregunté cómo el señor Chae se las había arreglado para engendrar una criatura tan atractiva. Misterios de la vida. Me encogí de hombros y me senté tras mi escritorio. Sus ojos se enfocaron en los míos y su expresión se suavizó.

—No le prestes atención a Kihyun, a veces puede ser un poco... prepotente. Pero déjame decirte que tu idea me gustó mucho. ¿Cómo se te ocurrió?

—Bueno, creo que todos deberían de gozar del derecho a la salud —dijo con simpleza.

La propuesta de la promoción del consumo de medicamentos genéricos había sido algo que había tenido en mente durante algún tiempo pero la idea no había sido recibida con mucho entusiasmo cuando la había presentado en la junta un año atrás así que había desistido de volver a sacar el tema. Pero ahora que HyungWon había traído el tema a colación, quizás podían cambiar las cosas. No podía negar que sentía un entusiasmo renovado por las ideas del chico, aunque sí me había tomado por sorpresa y lo había subestimado. Cuando el señor Chae me había comentado de su plan de hacer que el chico trabajara en las oficinas, había esperado lo peor. Pero estaba muy feliz de haberme equivocado. El muchacho no era solo una cara bonita. El señor Chae iba a estar muy contento cuando le contara de las ideas de su 'dolor de cabeza'. Por mi parte, iba a incentivar al chico a que siguiera adelante con la propuesta. Si era necesario iba a ponerlo a trabajar a la par mía para darle forma al proyecto que había cajoneado tiempo atrás.

—¿Le dirás a mi padre de esto?

—Por supuesto, es mi jefe después de todo y te desempeñaste muy bien en la reunión, HyungWon, estará muy orgulloso de ti.

HyungWon sonrió y se echó el cabello largo hacia atrás. En serio, ¿de dónde había sacado Duncan Chae un hijo así de bien parecido?

—Lo dudo —dijo el chico acodándose en mi escritorio— cree que solo sirvo para hacer fiestas y emborracharme hasta la médula —soltó una risita que parecía el graznido de un pájaro desafinado— no le creerá que yo haya propuesto algo con sentido.

Me recosté hacia atrás e hice girar la silla con el pie. En ese momento mi celular vibró en mi escritorio. Le hice un gesto a HyungWon de disculpa y atendí.

—Baekho... Si, mejor quédate en casa esta noche, estoy algo cansado para conducir. Te espero, bebé...

Cuando me percaté de lo que había dicho mis ojos se abrieron y giré la cara para encontrarme a un HyungWon que me miraba con una media sonrisa pintada en sus labios carnosos.

—Yo... lo siento —dije apenado.

El chico hizo un gesto despreocupado con la mano. —¿Es casado?

Negué con la cabeza efusivamente y demasiado rápido. ¿Qué había sido eso?

—¿No? —preguntó sorprendido.

—¿Eso te sorprende? —no sé que fue lo que me impulsó a seguirle el tema, quizá su sonrisa burlona o sus ojos grandes y desafiantes.

—Un poco. —Sus ojos color café no se movieron de los míos y me empecé a sentir incómodo.

—¿Se puede saber por qué es raro?

Se recostó sobre el respaldo de su silla y se llevó una mano a la boca, paseando un dedo por sus labios. Mi garganta se secó y tragué con fuerza.

—No entiendo como un hombre como usted puede seguir soltero.

Abrí la boca para decir algo pero no salió ningún sonido.

You're mine / 2wonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora