#Despedida

397 94 26
                                    

Tomó aire antes de golpear la puerta de la oficina. Nadie contestó del otro lado. Hani tampoco estaba por ningún lado a la vista. Debía dejar la carta. Era su último día en la empresa. Miró el reloj y se aventuró a entrar en la oficina. Apenas entró notó que el perfume de Hoseok flotaba en el aire. Cerró los ojos, aspirando un poco del aroma que tanto le gustaba. ¿Debía esperarlo? Su padre lo mataría si se enteraba que había dejado la carta de renuncia para el último día pero no quería cruzarse con Hoseok. Caminó hasta el escritorio y vio la cajita negra sobre una pila de papeles. Las sortijas de compromiso. Retrocedió un paso no sabiendo bien qué hacer pero al final decidió que eso ya no era su problema. Nunca lo había sido en primer lugar. Levantó la cajita y dejó el sobre. Luego volvió a apoyar la cajita encima. Pasó el dedo por la superficie y se fue.

 Pasó el dedo por la superficie y se fue

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[HyungWon]

Min tenía los ojos nublados.

—No irás a llorar, ¿no? —dije riendo, pero Min me dio un golpe en la cabeza y luego me atrapó en un abrazo.

—Cállate, estúpido —dijo limpiándose los ojos con la la manga de su camisa—. Sabes que yo tendré que soportar al bebé enorme de tu amigo ahora que ustedes se van.

—Ah, si. Lo siento por eso —respondí agarrando mi mochila—. Te llamaré, ¿si? Haz un buen trabajo y quizás le diga a mi padre que te ascienda.

—Más te vale, cuando vuelvas estaré en una oficina tan grande como la del señor Shin.

—Ah, a propósito, no lo vi esta mañana, ¿sabes si está en el edificio?

Min sacudió la cabeza. —Se fue hace unas horas, tuvo que salir a una reunión. ¿Quieres que le diga algo?

Lo pensé unos segundos. —No, solo iba a despedirme. Bueno, no importa, tampoco éramos tan cercanos después de todo. En fin, un último abrazo antes de irme.

Min me abrazó una vez más. Vi que Kihyun pasaba por afuera y nos echaba una mirada muy poco amistosa.

—Un último favor antes de irme, patéale el trasero a ese enano altanero de mi parte.

Min se giró y se empezó a reír. —Creéme que ganas no me faltan. Ahora vete sino no te dejaré ir. Estudia mucho y diviértete un poco. Y cuídate, tonto. Te extrañaré.

—Cuida a Joo. Es un llorón así que compra pañuelos.

Me fui de la oficina sintiéndome un poco triste, pero así debían ser las cosas. Cuando salí del ascensor, vi a Hoseok a lo lejos conversando con un grupo de personas. Por un momento dudé en acercarme pero luego recordé las sortijas y desistí. Era mejor tapar la herida y dejar que curara sola y no seguir escarbando. Miré una vez más hacia donde estaba, luciendo perfecto en su traje de diseñador, con su cabello oscuro perfectamente peinado y su hermosa sonrisa y le dije adiós en silencio.

You're mine / 2wonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora