#Un castigo

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—¿Es una broma? —se cruzó de brazos y frunció la boca en un puchero.

Su padre lo miró detrás de sus anteojos.
—Siéntate.

HyungWon lo miró sin alterarse.

—He dicho que te sentaras. Ahora.

HyungWon pareció pensarlo mejor porque se dejó caer en la silla resoplando ofuscado

—Pero, en serio, pa. No entiendo para qué tengo que ir a trabajar. Somos ricos.

Su padre soltó una risita que hizo a su hijo levantar las cejas.

—¿Somos? Eso me suena a multitud. Yo soy rico, tú no. Nunca te olvides de eso. Si quieres dinero tienes que trabajar.

La boca de HyungWon se abrió de sorpresa.
—Pero... ¡no es justo!

—Lo que no es justo es que estés sin hacer nada, yendo de fiesta en fiesta gastando dinero que no tienes. Gastando mi dinero. Es simple, hijo. Si quieres tener cosas tienes que aprender a ganártelas. Sé que ahora piensas que soy un tirano, pero créeme, estoy haciéndote un favor. Si sigo dándote dinero sin que muevas un dedo, lo único que harás cuando lo heredes será malgastarlo. Y tienes que aprender que las cosas cuestan. Que todo tiene su sacrificio.

—¿Quieres que me haga cargo de una de las empresas? —HyungWon sonrió de lado.

Ahora sí la risa del señor Chae se escuchó en toda la planta alta.

—¿De veras piensas que te daré un cargo alto sólo porque eres mi hijo? Apenas si sabes atarte los cordones.

HyungWon rodó los ojos. No podía creer las palabras de su padre.

—¿Entonces qué?

—Empezarás desde abajo, como todos. Y para que veas que no soy tan malo como piensas, no voy a ponerte de cadete como pensé hacerlo en un principio.

HyungWon contuvo el aliento. Esto era poco menos que una pesadilla.

—Estarás trabajando en las oficinas del centro. Estarás más cerca de la universidad y tendrás un horario bastante flexible. Pero tendrás que cumplirlo.

—¿Y si no lo hago? —el tono intentó ser desafiante, pero ya no estaba tan seguro de poder seguir con su altanería.

—Simple, te cortaré el chorro. No más dinero, no más auto, no más tarjetas. Hasta ahora has tenido todo servido en bandeja de plata y no creo estar haciéndote ningún bien. Estás echándote a perder y no pienso seguir poniendo en riesgo tu futuro. Eres inteligente y sé que podrás hacerlo. Verás que cuando cobres tu primer sueldo ganado con el sudor de tu frente, valorarás más todo.

HyungWon clavó la mirada en su plato. ¿Qué podía replicar? Su padre, cuando tomaba una decisión, era inamovible.

—No conozco a nadie... —dijo poniendo ojos de venado. Su padre no se conmovió.

—Lo harías si te molestaras en ir por alguna de las oficinas.

—¿Acaso tú conoces a todos los que trabajan para tí?

—Procuro hacerlo. Mis empleados hacen que nuestras empresas sigan en pie. Nunca lo olvides.

HyungWon mantuvo silencio el resto de la comida. Su madre mantenía su actitud impasible e impoluta.

—Mamá... —dijo mirándola esperando que alguien se pusiera de su parte—¿tú estás de acuerdo con todo esto? Soy tu único hijo...

Su madre cruzó miradas con su marido y sacudió la cabeza.

You're mine / 2wonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora