- вυrɴιɴɢ мe - [JυsтιηB] 1Temp

"No siento nada cuando miro a Kayla"

Treinta y Nueve #Justin

Realmente no se que voy a hacer con todo esto. Con todos estos sentimientos encontrados que siento hacia Phoebe. Hacia Kayla. ¿Por qué demonios le pedí que duerma conmigo? ¿Por qué la hice sentir especial así cuando sé que no debo? Acabo de reconciliarme con Kayla, le prometí que Phoebe ya estaba fuera en todo esto, que no era importante y sin embargo al segundo de verla lo único que pienso es en… ella.

Phoebe me tiene embrujado. Estoy seguro.

Sólo debo pasar por alto todo esto, todo lo que ella me haga sentir y centrarme en lo positivo, que es Kayla. Y tengo una prueba: cuando veo a Phoebe siento algo, se me agita el corazón y estoy seguro que me habré saltado un latido, literalmente. Y ahora estoy aquí, en la esquina de casa de Kayla esperándola y quiero saber si soy capaz de sentir lo mismo con ella. Así que en cuanto pasan unos minutos y la veo acercarse, estoy deseando sentir algo. Pero nada ocurre conmigo, ni siquiera algo sexual. Nada.

No siento nada cuando veo a Kayla.

¿Por qué he tardado tanto en verlo? ¿Por qué soy tan ciego? No, esa no sería la pregunta: ¿Por qué me hago el ciego? Siento como si me atase una venda con fuerza, no queriendo ver la realidad. Quizá este equivocado con Kayla, quizá estar con ella no este bien pero yo sé que debe estarlo, debe ser así. El amor surge con el tiempo ¿no?.

- Hola cariño- murmura Kayla, con una pequeña sonrisa y se inclina para que le un beso. Así lo hago. 
- ¿Cómo estas, hermosa?
- Deseosa de saber a donde vamos- ella esta entusiasma pero yo ahora dudo.

Después de lo pesada que estuvieron mi hermana y mi madre haciendo preguntas sobre que sucede con Phoebe y conmigo, decidí que lo mejor sería presentarle a mi novia, la verdadera. Mi hermana no parecía contenta con eso pero mi madre lo acepto. Así que prometí llevar a Kayla esta noche a cenar con ellas, no puedo echarme atrás ahora.

- Vamos a mi casa. - le respondo intentando sonar feliz con eso- te quiero presentar a mi familia- ella me mira ilusionada
- ¡¿De verdad?! Es genial, Justin.
- ¿Tienes ganas?
- ¡Claro que si! Las veces que he visto a tu hermana y tu madre ir a la iglesia he tenido ganas de acercarme pero no he tenido el valor- murmura y se sonroja.

- Entonces vamos- la animo, subiendo a la moto y pasándolo un casco para que luego lo haga ella

En cuanto llegamos a casa, ya se siente el calor humano dentro, esta en silencio salvo por la tele y los ruidos que hace mi madre en la cocina, pasamos al salón y me emociono de solo pensar que mi madre esta haciendo mi comida favorita. Grito anunciándome y enseguida sale Connie de la habitación para lanzarse a mi.

- ¡Hey pequeña! Que efusividad- digo animado
- Has tardado mucho, no te he visto en todo el día. ¿Estabas con Phoebe?- pregunta curiosa y escucho a Kayla carraspear- ah ¡hola!- exclama mi hermana pareciendo notarla ahora. 
- Hola pequeña- le devuelve el saludo y se acerca para besar sus mejillas- ¿Cómo te llamas?
- ¿Es que acaso Justin no te dijo de mi?- ella frunce el ceño y hace un puchero. Yo la pongo en el suelo riendo
- Claro que si, enana. - respondo por Kayla
- Entonces deberías saber como me llamo- mi hermana le responde, grosera. La miro confuso, ella suele ser un amor
- Connie, cuidado con tu tono
- No importa Justin, tiene razón. Connie es un nombre precioso- Kayla se pone a su altura y le sonríe tierna, mi hermana parece bajar sus defensas y le sonríe también.
- ¡Anda, ya estáis aquí! -Exclama mi madre, saliendo de la cocina- perdonad es que en la cocina no se escucha nada- se justifica- pero hazla pasar, Justin. 
- Hola señora Bieber- saluda educada mientras nos vamos hacia el sofá 
- ¿Qué tal, niña? Así que mi hijo sale con la hija del pastor- dice mientras asiente pensativa- interesante, supongo. 
- Mama- gruño por lo bajo, dándole una mirada significativa
- Perdona, tranquilo. ¿Os parece que pasemos a la mesa? Ya esta lista la lasaña. 
- Esta bien, vamos- digo mientras me incorporo tomando la mano de Kayla

Se hace un silencio incomodo. Mi hermana esta entretenida comiendo al tiempo que mira la tele desde donde esta y mi madre, por primera vez, no sabe de que hablar. Nada que ver con las risas y lo animada que estuvo hablando la pasada noche con Phoebe. ¿Por qué la prefiere a ella?.

- Y bueno… ¿Qué tal tu padre?
- Muy bien. Esta semana ha estado un poco enfermo pero ya esta mejor- responde con timidez
- ¿Sabe de vuestro noviazgo?- pregunta. Si, sabe que esa es la clave. Kayla agacha la cabeza sonrojada
- No es el momento- mi madre enarca una ceja
- ¿Qué quieres decir? ¿Qué como tu eres el hijo de una madre soltera y pobre, se debe tomar su tiempo para saber de esto?
- No, señora, no se trata de eso- se apresura en decir Kayla- es que mi padre es estricto y no le gusta que salga con chicos, no quiero molestarlo.
- Oh, así que mientras tanto ¿mi hijo esta contigo a escondidas?
- Mama, por favor. No tiene importancia. No es como si todo el pueblo debe saber, no nos vamos a casar o algo así. - Kayla da un respingo a mi lado y hace una mueca de disgusto, quiero reír. 
- Lo se pero no veo bien que os tengáis que ocultar, y que mientas a tu padre, que es el pastor, es aún peor Kayla. 
- Lo se, pronto le diré. De hecho, pensaba decirle a Justin que venga este domingo a la misa y así tienen una primera toma de contacto. 
- ¿Mi hijo en la iglesia? Huumm, lo más probable es que arda antes- bromea y Kayla ríe bajo, incluso yo lo hago. Me alegra que se vaya la tensión. 
- Me gusta más Phoebe- suelta de repente Connie, los tres la miramos y es una de esas veces que quiero matarla
- ¿Qué has dicho?- pregunta mi madre
- Me gusta más Phoebe. Es más guapa ¿a que si, Justin?. - me tenso al sentir todos los ojos sobre mi. ¡Oh por supuesto que lo es! 
- Huum… Connie, estas cosas no se dicen. 
- Tú siempre me dices que sea sincera- ella hace un puchero
- Si, pero…
- Tranquilo, amor- interrumpe Kayla- no tiene importancia. A mi también me parece que Phoebe es linda
- Más que tú- recalca el demonio de mi hermana
- Connie ya basta- sentencia mi madre- Justin, ¿me acompañas a traer el postre?- asiento, pues sé que solo es una excusa para hablar conmigo, así que la sigo hasta la cocina cerrando la puerta antes.
-¿Qué pasa?- ella se acerca y me da un golpe en el hombro- ¡oye! ¿eso por qué?
- ¿A que estas jugando, Justin? Pasaste la noche con Phoebe y hoy me traes a esta niña
- Tú estabas de acuerdo en presentártela
- No quiero que hagas una locura, hijo. 
- Pero, mama, ella es mi novia.
- ¿Y Phoebe que es? ¿tu juguete? ¿tu amante? ¿tu amiga con derechos o qué demonios?
- Guau, relájate. - ella levanta la mano dispuesta a pegarme de nuevo- mira, sé que estuvo mal estar con Phoebe anoche, no la voy a utilizar ¿esta bien?.
- Yo te crié para que respetes a las mujeres, Justin. 
- Que si, joder. Acabo de decir que no jugaré con Phoebe si ese es tu problema. 
- Es que no hablo de ella, porque tú con quien estas jugando es con Kayla. 
- Mama las cosas no son así.
- Lo son, hijo. Intento no meterme en tu vida privada pero no soy tonta y veo y escucho cosas. Has estado peleándote con un chico por Phoebe y no es la primera vez que duermes con ella, estoy segura que muchas de las noches que has llegado a las tantas de la madrugada era por estar con ella. 
- Eso acabó, mama. Y lo de la pelea no es importante ¿esta bien?- murmuro entre dientes. - Además, ¿no te gusta más Kayla para mi? Ella es una gran chica, es tranquila y buena estudiante, Phoebe es todo lo contrario, una madre normal diría que no quiere a Phoebe cerca de hijo por mala influencia. 
- No, Justin. Una buena madre quiere la felicidad de su hijo, y el brillo en los ojos que te veo cuando estas con Phoebe, sigo esperando a verlo con Kayla. Pero sé que no sucederá, porque cuando un hombre mira a una mujer de la forma en la que tú lo haces con Phoebe, no pasa con otras. 
- Oh por favor, mama, que cursi eh- intento bromear, no queriendo escuchar sus palabras
- Ahora no lo ves porque tienes una gigante venda en los ojos. Sólo espero que no sea tarde cuando te des cuenta. 
- ¿Tarde para qué, mama?- pregunto ya de mal humor
- Ya lo sabrás- ella me guiña un ojo- ahora lleva la tarta, anda. - ella me la pasa y antes de darme oportunidad a salir vuelve a hablarme- no juegues con esa chica, Justin. Y aunque no logro entender porque te engañas a ti mismo, deja de hacerlo.