Capítulo 18

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El sonido de la campana alegro a varios estudiantes pues indicó el fin de las clases por el día de hoy, muchos se apresuraron a irse aunque la profesora aún daba indicaciones respecto a su materia

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El sonido de la campana alegro a varios estudiantes pues indicó el fin de las clases por el día de hoy, muchos se apresuraron a irse aunque la profesora aún daba indicaciones respecto a su materia. Guarde mis útiles en mi mochila pero antes de poder levantarme escuche la voz de la profesora.

—Me gustaría conversar con usted un momento señorita Can.

—Claro—volví a acomodarme en mi asiento para verla,ella guardo silencio por un momento pero volvió a hablar cuando él último estudiante salió de clase.

—Su hoja acerca de su vocación aun sigue en blanco y no recibí un llamado respecto al programa, ¿sucede algo que le preocupe?

—Ah no, la verdad es que lo olvide—confesé —últimamente estoy algo ocupada.

—Escuche que es voluntario en el centro de ayuda, eso da una muy buena impresión en su historial.

—Gracias.

—Pero hace falta mas que un buen currículo, aunque debo confesar que ya no me siento tan preocupada como antes, puedo notar que si esta experimentando otras cosas y debo mencionar que eso es bueno siempre traen buenas ideas respecto a la vocación.

—Si, eso creo.

—Pero aún así necesito que llenes la hoja de vocación, no tiene que ser exactamente una carrera de la cual estés segura que vas a emprender por lo menos piensa en algo que te gusta.

—Comprendo, haré algo al respecto.

—Aunque sabe algo señorita Can, también está bien tomarse un descanso de vez en cuando.

—Tomare su consejo, muchas gracias.

—Ten un buen día señorita Can.

—Igualmente profesora Vega.

Me levante para salir del aula, mire la hoja de vocación aún seguía sin estar segura de que hacer y hacia tanto que había dejado de hacer aquello que me gustaba que sabía que sólo era algo en el olvido. Sentí mi cuerpo chocar contra alguien pedí disculpas cuando me incline para tomar la hoja al igual que un libro, pensé en volver a disculparme por mi descuido pero las palabras se quedaron atorada en mi garganta al ver a Bennet, él miró el libro el cual aún tenía extendido pero no decía nada.

—¡SALVADORA! Es hora de irse—sentí el brazo de Alex sobre mi hombros —salió una nueva película que será un clásico, algo perfecto para instruir a Eliot, compramos boletos para hoy a las seis así que hay que terminar la tarea temprano.

—Claro, suena bien.

—Lo es—Alex miró a Bennet quien seguía observando el libro lo tomó para entregárselo ella a Bennet, lo hizo a un lado para seguir caminando —por cierto tengo algo muy divertido que contarte.

—No crees que fue algo descortés el empujarlo.

—El único hecho descortés fue el no haber dado un puñetazo.

Un Termino Difícil de Traducir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora