Capítulo 34

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Me miré de pies a cabeza desde el espejo, solté un largo suspiro para ver nuevamente mi peinado, acomode la falda del vestido azul y acomode mi collar, giré al escuchar la riza de las chicas

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Me miré de pies a cabeza desde el espejo, solté un largo suspiro para ver nuevamente mi peinado, acomode la falda del vestido azul y acomode mi collar, giré al escuchar la riza de las chicas.

—Estas hermosa, no estés nerviosa.

—Al menos que despues de este baile haya algo más —Alex bailo sus cejas para luego soltar una risa.

—Bueno es un paso importante —comento Julia mientras se acomodaba su vestido.

—No es lo que piensan.

—¿Entonces? ¿De donde viene ese nerviosismo? —interrogo Amara. Lo cierto es que ni siquiera yo tenia respuesta a eso, es decir ya tenia listo todos mis pendientes, las chicas y Eliot me habían ayudado a terminar el discurso de graduación, con la ayuda de la abuela encontre una definición perfecta para el proyecto de la profesora Vega, no tenia nada que me hiciera preocupar pero este sentimiento simplemente no desaparecía.

—Bueno, es mi primer baile, supongo que es eso.

—Tranquila todo ira de maravilla —Amara me abrazo al igual que Alex y Julia.

—Pero en fin, es hora de hacer nuestra presentación, los chicos deben estar esperando—Alex fue la primera en salir, yo por otro lado volvi a verme en el espejo, no dejaba de sentirme tan nerviosa pero supongo que se debía a que se acercaba esa fecha, solte un largo suspiro y dejar el tema en el olvido, voy a divertirme esta noche.

Escuche las voces de las chicas y como ellas parecían bromear con Hugo, cuando llegue a los escalones senti la mirada de Eliot, él me miraba con tanta atención y dentro de mi traté de mentalizarse ante cualquier comentario de su parte pero eso nunca llego, mas bien me mira con mucha atención para luego suspirar sin parar, creo que esto era peor, me sentia tan avergonzada pero al mismo tiempo muy halagada, nunca pense dejarlo sin habla.

—¿Que? No me digas que el ratoncito te comió la lengua—dije con burla.

—Aun no, pero podría.

Mi abuelo se aclaro la garganta a lo cual Eliot solto una pequeña risa avergonzado.

—No hagos que esto termine en una persecución —dijo Amara.

—Aunque sería divertido de ver—se burlo Alex a lo cual Julia coloco una canción al estilo de persecución divertida de algún tipo de caricatura y Hugo levanto la camara.

—Chicas, no molesten a mi abuelo.

—Vaya que este día se produjo un gran milagro, ¿realmente no dirás nada? —interrogo mi abuelo, vaya incluso a él le preocupa su silencio —. Quien diría, cuando quiero que guarde silencio no lo hace.

—Rafael.

—Inefable.

Hablo por fin y esa simple palabra fue suficiente para hacer latir mi corazón.

Un Termino Difícil de Traducir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora