VIII (P. 1)

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Harry despertó con un terrible dolor de cabeza, imágenes de la noche anterior comenzaron a bombardearlo. Con las pocas fuerzas que le quedaban logro sentarse en la cama, miro a su alrededor y pudo deducir dónde se encontraba.

Sábanas de un verde brillante, una habitación amplia y lujosa, todo acomodado perfectamente en su lugar... No podía ser otro lugar más qué...

-¿¡Por fin despertaste!?

Se escuchó la voz del rubio al entrar a la habitación.

-Hola.-Harry sonrió apenado.-¿Cómo llegue aquí?- Pregunto confundido.

-Eso me gustaría que me lo explicarás tú.- Contesto divertido, al notar la preocupación en el rostro de su amigo.- Si no mal recuerdo, dijiste que la reunión con los Gryffindor sería del otro lado de la ciudad ¿?- concluyó entregando al ojiverde una taza de café.

Harry tomó la taza dando un gran sorbo, el café que preparaba Draco era delicioso.

-No lo sé.- admitió con vergüenza.- Recuerdo haber estado con los chicos, comimos y tomamos... Después despierto y estoy aquí... Realmente no sé cómo llegué aquí.-

Harry noto algo en la expresión del rubio, algo como tristeza... ¿Decepción? El pelinegro sonrió ante su estúpida conclusión.

-Deberías cambiarte, tu teléfono no ha dejado de sonar.- Dijo haciendo un leve movimiento con su cabeza en dirección al móvil del chico.- Hubiera contestado pero no creo que a tu novia le hiciera feliz saber que estás aquí.-

Harry tomó el celular, 15 llamadas perdidas se podían leer en la pantalla.

-Mierda.-

-Yo tengo que salir.- El rubio se dirigió a su closet para cambiarse la sudadera, al momento de sacarla parte de su playera se fue con él, dejando al descubierto parte de su buen formado y delgado abdomen. Los ojos de Harry se posaron sobre aquel cuerpo, era la primera vez que veía la piel desnuda de su amigo.- Nos vemos luego, puedes tomar lo que necesites.- Dijo el rubio para después salir de la habitación.

Harry sentía su rostro arder, ¿Por qué se sentía tan nervioso? Si bien Draco no gustaba de utilizar ropas ajustadas podía notar que poseía un buen cuerpo, dada su altura y complexión... Un cuerpo delicado y erótico, si tan solo se hubiera quitado la playera por completo.

El pelinegro se dió un golpe mental, por muy frustrado que este no era correcto pensar así de su amigo y mucho menos cuando ambos tenían pareja.

Harry termino de vestirse y salió de aquella casa. Al llegar a su departamento se tiró en la cama aún con los vagos recuerdo de la noche anterior... Cerro los ojos para poder visualizar mejor esos borrosos flashes en su memoria.

La primera imagen apareció, "él saliendo del bar donde se encontraba con sus amigos"
"Un taxi", "una persona frente a él", "una cama y sobre ella un cuerpo desnudo", "una mancha en la piel de aquella persona" "alguien gimiendo su nombre"... Después nada.

Harry se levantó de la cama rápidamente, su corazón latía fuerte.. Había sido infiel, había engañado a la mujer que amaba con un completo desconocido. La sensación de cosquilleo en sus manos se hizo presente, como si ellas aún pudieran sentir el calor del cuerpo ajeno.

-Harry Potter, ¿Qué has hecho?- Soltó en un suspiro.

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