Alfa x Alfa 11 (P. 3/4)

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Alfa x Alfa (P. 3)

Ese día despertó con un fuerte dolor de cabeza, su cuerpo estaba débil. Sus pocos recuerdos llegaron cuando vio entrar a la pelirroja usando solamente una camiseta.

Con esfuerzo logró ponerse de pie, todo giraba, quería vomitar. Enfoco la mirada en la habitación, estaba hecha un desastre y podía imaginar el porqué. Sintió una punzada en su corazón.

-Oye, esto.- Dijo la chica quien fue interrumpida inmediatamente.

-Esto jamás debió pasar.- El chico pasó a su lado tambaleándose, mientras se vestía- Yo, lo siento.- Dijo cargado de culpa. Todo estaba mal, él amaba a Draco, pero le había fallado.

Sus lágrimas comenzaron a salir, al sentir la impotencia. Necesitaba hablar con Draco, tomó su teléfono y salió de la casa.

Al llegar a su departamento, se dirigió al baño sintiendo como todas sus emociones se revolvían en su estómago. Enjuagó su cara con agua fría, y al levantar su vista vio su reflejo y se dio cuenta de la enorme marca que adornaba su cuello.

Se odio por eso.

Con desesperación comenzó a arañar con desespero su piel hasta rasgarla, un líquido rojo comenzó a bajar por todo su cuello.

Harry se dejó caer y comenzó a llorar.

Estiró su brazo para llamar al rubio, pero al mirar sus manos manchadas no pudo hacerlo. No podía verlo en ese estado.

Sabía que necesitaba darle una explicación, pero no podía pararse frente a él así, no se lo merecía. Draco no merecía esto.

....

En los días siguientes evitó al rubio, a pesar de que moría de ganas por verlo no podía hacerlo. No cuando su cuello aún lucía en mal estado.

No podía llamarlo como de costumbre. Draco era la única persona capaz de saber si algo iba mal con solo escuchar su voz, nunca pudo ocultarle nada. Incluso cuando trataba de sorprenderlo, era descubierto. Draco era simplemente increíble.

A lo largo de los días, los mensajes entre ambos se volvieron fríos y cortos. Varias veces se había obligado a borrar los mensajes de buenos días por la tremenda culpa que lo golpeaba con cada palabra.

Cerraba sus ojos y rogaba porque todo fuera una pesadilla, una cruel y horrible pesadilla. Deseaba con todo su corazón que al despertar, el calendario lo regresará a su fecha especial.


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