[ II ] Encuentro predestinado

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Mis preocupaciones desaparecieron al fijarme en aquellos ojos verdes...

Había algo extrañamente familiar en ellos.

Era como si no fuese la primera vez que los veía.

—¿Estás bien? Te ves algo asustada—Mi cabeza estaba en alerta, mi instinto me urgía a seguir corriendo. Sin embargo, mi cuerpo se negaba a moverse de dónde estaba.

—No eres de aquí, ¿cierto? —Dijo el chico de cabellos rubios de forma calmada.

Yo asentí lentamente con la cabeza.

No me parecía amenazante a comparación de las demás criaturas con las que me había encontrado hasta ahora.

—E-Eh, ¿Dónde estoy exactamente? —Me atreví a preguntar a pesar de tener miedo de la respuesta.

—Estás en Eldarya, para ser más específicos en el cuartel general de la Guardia de Eel—Esos nombres no me sonaban de nada. Cada vez se vuelve más probable que esté atrapada en otro mundo.

Un mundo donde las criaturas de cuentos de hadas son reales.

—¡Aquí estás! —La chica zorro, el ogro y los tres chicos que había visto antes llegaron a la escena.

Ya no podía huir, pero por inercia, retrocedí.

—¡Tú me las vas a pagar! —Exclamó el elfo con una sonrisa perturbadora, lo cual hizo que tragara duro.

—¿Por qué no nos calmamos un poco? La están asustando más—El chico rubio se colocó delante de mí sin titubear. Parecía ser muy gentil a diferencia de los otros.

—Leiftan, no te molestes en defender a ésta que la encontré en la sala de Cristal.

—¿Cómo? —Leiftan parecía sorprendido de oír que había aparecido en la tal sala del Cristal.

Entonces ese cristal debe de ser algo muy importante, ¡¿Por qué aparecí justamente en el lugar más problemático?!

—¡No tengo idea de cómo llegué ahí! —Declaré con sinceridad.

—Pfff, como si fuera a confiar en ti—Ciertamente le mentí para escapar de la sala de Cristal, pero ella ni siquiera me dio tiempo de explicarme.

Aunque viéndolo desde su perspectiva, yo soy una intrusa que estaba a punto de tocar un cristal muy importante para este mundo.

—Miiko, creo que no deberíamos asumi-...—Antes de que Leiftan pudiera terminar de hablar, fue interrumpido por la chica zorro que ahora sabía se llamaba Miiko.

—¡¡Jamón, llévala a las celdas!!—El ogro acató la orden sin titubear y me jaló del brazo en contra de mi voluntad.

Habría intentado zafarme, pero sabía que solo sería un desperdicio de energía.

Supongo que hasta aquí llegué.

Fue un placer protagonizar esto mientras duró.

[ ⚔️ ]

Es ella.

Está finalmente aquí... conmigo.

Ella es la persona que he estado esperando todo este tiempo… mi alma gemela.

Había llegado a creer que nunca te encontraría, que estaba condenado a estar solo... pero has llegado a mí.

Mi corazón late desesperado y no volverá a estar tranquilo hasta tenerte a mi lado, pero por culpa de la inoportuna de Miiko ni siquiera pude preguntarte tu nombre.

Remordimientos tardíos; EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora