[ X L V I I I ] Noche de copas

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Después de una bella noche y el inesperado conflicto matutino, tuve que regresar al cuartel sola ya que Leiftan necesitaba ir a la sala de Cristal para discutir lo que pasaría con la hermana de Alajéa junto con el resto de Brillante. 

Me pregunto que habrá pasado para que Colaïa termine así... Me queda claro que Alájea nunca la abandonaría, por lo que debió de pasar algo que las obligó a separarse. 

Espero que Colaïa todavía tenga salvación. 

Entré a mi habitación y lo primero que captó mi atención fue Chrome enrollado como una oruga en capullo entre mis sábanas. 

Aisuru se incorporó del sillón y estiró las patas antes de venir a recibirme meneando la cola. Le rasqué detrás de la oreja por unos minutos, pues sabía que le encantaba. 

Le serví su leche de moogliz en su plato y mientras desayunaba, fuí a despertar a Chrome. 

—Chrome, Chrome despierta—Le dí una sacudida esperando que eso fuera suficiente para que se levantara. 

—Mmm... ñam... ¿Te vas a comer eso?—Farfulló el lobo dando mordidas al aire. Al parecer, era de sueño profundo. 

—¡Chrome! ¡Chrome!—Me senté en el borde de la cama y esta vez lo moví con más fuerza, pero se mantuvo dormido.

Ah, ¿tal vez fue de los afectados por los somníferos?

Solo hay una forma de confirmarlo. 

Me acerqué al oído del lobo y dije:—Salchichón.

—¡¿EH? ¿DÓNDE?!—Chrome se incorporó de golpe mirando a todos lados con emoción, para luego poner una cara de traición.—Me mentiste, aquí no hay ningún salchichón. 

Chrome volvió a acostarse y yo puse los ojos en blanco. 

—Lo dije para que despertaras, anda... ya es de día—Tomé una de mis almohadas y empecé a golpearlo con ella sin tanta fuerza, por supuesto.

El lobo se quejó, pero no dió indicios de que fuera a levantarse.

—Chrome levántate, necesito tomar una ducha y cambiarme—Fue a abrir mi armario para sacar la ropa que me pondría para el día y mis artículos de baño.

—Oye, espera un momento—Chrome volvió a incorporarse con una expresión pensativa.¿Apenas acabas de regresar de tu cita?

Yo me detuve en seco.

—S-Sí, es... nos quedamos dormidos en la playa—Respondí tratando de sonar lo más normal posible.

El lobo frunció el ceño:—Vaya, debió de haber sido la cita más aburrida de la historia si ambos se quedaron dormidos.

Yo solté una risita nerviosa.

Finalmente Chrome se puso de pie y casi lo tuve que obligar para que me ayudara a tender la cama.

De repente, tocaron la puerta por lo que fuí a abrir curiosa de saber quién era.

—¡Leiftan!—No me esperaba ver al lorialet tan pronto, por lo que no pude ocultar mi sorpresa al abrir la puerta.

—Hola, lamento no haberte acompañado de regreso... con todo lo que pasó-...—Se disculpó Leiftan aparentemente apenado.

—Está bien—Le quité importancia con la mano. Había sido un poco decepcionante no poder hablar más al despertar, pero entendía que tenía responsabilidades que cumplir. 

—¿Tienes planes para hoy?—Me preguntó. 

—Mmm no—Respondí enseguida.

—¡Ahem, sí tienes planes! ¿Olvidas que hoy es noche de celebración?—Interrumpió Chrome desde el interior de mi habitación. 

Remordimientos tardíos; EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora