Leiftan me había guiado hasta su habitación y sacó sus llaves para abrir la puerta.
No puedo creer que estoy a punto de entrar a la habitación de Leiftan, no sé por qué... pero esto se siente como algo super importante.
Me preparé mentalmente.
Una vez que la puerta se abrió, Leiftan me dejó entrar primero.
Oh wow.
Es mucho mejor de lo que había imaginado.
Todo objeto en la habitación tenía una razón para estar ahí y la vibra quedaba a la perfección con Leiftan.
Me pregunto si él la habrá decorado por si mismo...
—Tu habitación es linda, refleja quien eres—Comenté mientras continuaba admirando los detalles del cuarto con cierta timidez.
—Me alegra que te guste—Leiftan sonrió complacido.—Pondré la bañera para tí.
¿Escuché bien?
¿Acaso dijo "pondré la bañera"?
El lorialet abrió una puerta al lado izquierdo de su escritorio que hasta podía pasar desapercibido, ya que la puerta era del mismo color que la pared.
Al parecer era un cuarto de baño.
Ah, que envidia... a mi también me gustaría tener un baño propio.
En estos momentos es cuando más extraño mi casa. Bueno, vivía más bien en un apartamento.
Me pregunto quién vivirá ahí ahora que yo no existo en la Tierra... y la casa de mis padre también estaba a mi nombre, ¿Que habrá pasado con ella? ¿Qué familia la habitará ahora?
Leiftan me sacó de mis deprimentes pensamientos al apoyar las manos sobre mis hombros desde atrás:—El baño es todo tuyo.
Yo sonreí agradecida.
Entré al cuarto de baño y cerré la puerta.
Vaya, se siente raro volver a tener un poco de privacidad... ¿Cuando fue la última vez que tuve el lujo de tomar un baño en paz?
El agua estaba templada, por lo que pude sumergirme en la bañera sin problema.
Soy de los que prefiere la ducha, pero de vez en cuando no viene mal un baño así de relajante.
En mi apartamento, tenía una bañera pero solo la habré utilizado dos o tres veces. El trabajo absorbía mi vida, al punto de que no soportaba descansar y buscaba alguna otra actividad con la cual seguir ignorando lo miserable que me sentía.
Mi psicóloga fue la que me dió la idea de tomarme unas vacaciones para alejarme del ritmo extremo de mi vida y poder encontrar paz interior.
Definitivamente no funcionó de la forma que esperaba.
Chiiiir...
Dí un pequeño sobresalto al oír el chirrido de la puerta, la cual no estaba completamente cerrada como recordaba.
Mis ojos se encontraron con los de Leiftan por un segundo a través de la abertura y sentí mis mejillas arder.
¿Me había estado... acechando?
—L-Lo siento, yo... ahem, te traje una toalla—Explicó el rubio con una voz temblorosa, muy poco característica de él.—V-Voy a... la-... voy a cerrar la puerta.
—Leiftan—Le llamé suavemente.—No te vayas, me vendría bien tu compañía.
El rubio se quedó paralizado procesando mis palabras.
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Remordimientos tardíos; Eldarya
Hayran Kurgu"Por algún motivo llegaste a Eldarya, tu alma gemela pudo siempre estar aquí... Esperando por ti." Créditos correspondientes a los creadores de Eldarya. F A I R Y L