A pesar de estar herida, aún tenía que cumplir con mi castigo en la biblioteca.
Afortunadamente, Ykhar y Kero eran comprensivos y me dieron tareas sencillas como sellar y poner en orden documentos.
Una vez que fui a almorzar, aproveché para ver la distribución de binas del primer día.
Pensé que tal vez mi nombre no estaría incluido, dada la notificación que recibí esta mañana.
Sin embargo, ahí estaba. Y junto a mi nombre estaba el de Valkyon.
No esperaba ser emparejada con un jefe de Guardia, pero me sentía aliviada de que fuera alguien a quién ya conocía.
Así sería menos incómodo.
—¡Ah Eliksir!—Alajéa se acercó trotando hasta donde yo estaba.
No la había visto últimamente, lo cual me iba bien después de descubrir que hablaba a mis espaldas.
—Hola Alájea, ¿Cómo estás?—No sirve de nada confrontarla. Además de que es amiga cercana de Karenn y prefería evitarme problemas.
—¡Genial, estuve cuidando a unos corkos súper monos hasta hace un momento!—Respondió la sirena con gran emoción.
—No sé lo que sea un corko, pero deben de ser adorables.
—Son pequeños demonios, muerden todo lo que encuentran—Añadió Alajéa soltando una risita como si hubiera recordado algo.—Cambiando de tema, Eweleïn me pidió que te dijera que vayas a la enfermería antes de la batida de mañana.
Ya tenía planeado ir.
Después de todo, Eweleïn había sido clara al decir que necesitaba reposar. Pero aún así quería ayudar.
—Gracias por decirme—Le agradecí a la sirena esperando que eso fuera todo lo que tenía que decir.
—Por cierto, quería agradecerte por encontrar a Mery y también por haber protegido a Ykhar—No sabía si creerle, ya que su tono no me sonaba sincero.—Eres tan valiente.
—No fue nada—Contesté sin saber que otra cosa decir.
—¡Ya me voy, nos vemos luego!—La sirena se despidió con la mano y se fue dando saltitos hacia el mercado.
Volví a ver la pizarra de nombres.
Espero que Eweleïn me deje ir.
Aunque mentiría si dijera que no me da un poco de miedo.
¿Y si nos volvemos a encontrar con un blackdog?
Ya veremos que pasa...
—¿Estás segura de que quieres adentrarte al bosque después de lo que te pasó?—Me preguntó Eweleïn con un gesto de preocupación en el rostro.—Porque puedo hablar con Kero y decirle que no estás en condiciones de participar en la batida.
Imaginé que tomaría esa postura.
Aún así, no podía quedarme de brazos cruzados mientras todos ayudaban en la batida.
—Si te parece bien, quisiera ayudar—Eweleïn parecía conflictuada por mi respuesta.
La enfermera terminó por soltar un profundo suspiro:—Por favor, regresa en una pieza.
Yo asentí energicamente con la cabeza.
Tendré mucho cuidado.
Estaré alerta.
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Remordimientos tardíos; Eldarya
Fanfic"Por algún motivo llegaste a Eldarya, tu alma gemela pudo siempre estar aquí... Esperando por ti." Créditos correspondientes a los creadores de Eldarya. F A I R Y L