[ VIII ] Ojos consternados

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—Estúpida niña humana que no puede regresar por donde vino—Ezarel se encontraba arrojando ingredientes a un caldero de forma agresiva en el laboratorio de alquimia.

—Estás refunfuñando—Notó Eweleïn que estaba sentada frente a él con expresión curiosa.¿Alajéa volvió a robar tu tarro de miel?

—¡Ja, quisiera ver qué lo intentara de nuevo!—Exclamó el elfo sin borrar el ceño fruncido de su rostro.

—Entonces, ¿Qué es lo que te tiene tan inquieto?—Preguntó la de cabellos celestes comenzando a jugar con un fruto lunar.

—¡Esa chica humana!

—¿Eliksir?—Eweleïn le miró extrañada.

—Quiere aparentar ser una dulce e inocente humana, pero sospecho que se trae algo turbio en manos—Respondió Ezarel cruzándose de brazos mientras que el líquido en el caldero comenzaba a hervir.

—Pues... Yo creo que simplemente es una chica tratando de no derrumbarse al estar atrapada en un mundo desconocido—Eweleïn no había hablado mucho con la humana, pero hasta ahora no tenía razones para dudar de sus intenciones.

Le parecía una persona genuina, tal vez es por eso que Ezarel dudaba de ella... Porque él no podía ser así.

No confío en ella.

–Creo que si Eliksir tuviera otras intenciones, ya nos habríamos dado cuenta—Comentó la enfermera encogiéndose de hombros.

—Tú no conoces a los humanos como lo hago yo—Declaró Ezarel con una expresión que no supo cómo interpretar.

Siempre tenía esos momentos en los que parecía ser torturado por algo que solo él conocía.

Si tan solo pudiera compartir sus penas con ella... tal vez las cosas entre los dos podrían ser diferentes.

No es que no le gustara como estaban ahora, pero empezaba a querer más.

Eso le asustaba.

Porque, en el fondo, sabía que Ezarel nunca correspondería sus sentimientos.

Aún así, Eweleïn se inclinó sobre la mesa y le dio un beso al elfo.

Ezarel no dudó en seguir el beso de forma casi agresiva, podía sentir todas sus frustraciones siendo liberadas en ese momento.

Trataba de convencerse de que no le importaba tener una relación meramente física con él, al menos así sería la única mujer en su vida.

[ ⚔️ ]

Eliksir no sabía qué hacer.

Llevaba horas esperando a que el test estuviera listo y empezaba a impacientarse.

No conocía a muchas personas ahí y los pocos con los que había hablado, estaban ocupados con sus importantes puestos en la Guardia.

Se preguntaba si de verdad podría acostumbrarse a su nueva vida...

—¡¡AHHHH!!—Un grito ensordecedor la sacó de sus pensamientos.—¡Alguien detenga a ese liclión, por favor!

¿Licliqué? Una criatura muy parecida a un cachorro león corría en su dirección.

Su pelaje era de tonalidad rosada, parecía envuelto en algodón de azúcar.

Detrás del pequeño familiar, una jóven de cabellos celestes lo perseguía agitada.

Eliksir se levantó de dónde estaba sentada y bloqueó el camino del familiar.

—¡Hey pequeño!—Se agachó para poder acariciar a la criatura y quedó fascinada al sentir la suavidad de su pelaje.—¡Aww, eres muy lindo!

Remordimientos tardíos; EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora