[ X L V I ] La evaluación

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Hoy es día de entrenamiento grupal. 

Me dirigí a la arena mientras mordía una manzana y en el camino saludé a Kali y Ember, quiénes también iban a su respectiva zona de entrenamiento de Obsidiana. 

Una vez que llegué a la arena, fuí en busca de mi ballesta para practicar puntería en lo que daba inicio el entrenamiento. Otros guardianes madrugadores como Kaim y Swan, ya se encontraban ejercitándose.

Según me había dicho Karenn, Swan es una ex-valquiria a la que le cortaron sus cuerdas vocales. Todos tienen sus teorías, pero la mayoría concuerda en que fue un castigo impuesto por las mismas valquirias al decidir abandonar el nido.

Todos en la Guardia tienen sus propias cicatrices, pero eso no los detiene de dar su vida por este mundo. 

Me pregunto si algún día llegaré a amar Eldarya al nivel de dar mi vida por su prosperidad...

Me puse en posición y empecé a disparar hacia los objetivos desde distintos ángulos. Logré dar en el blanco a la primera, pero me preguntaba si mi puntería sería la misma al tratarse de una situación real. 

—Disculpa Eliksir—Dí un repingo al oír que me llamaban en medio de mi tiro.

Ugh, Nevra.

—Tranquila... vine para hablar únicamente de trabajo—Aclaró el vampiro al notar la expresión agria en mi rostro.

—Te escucho—Dije en un tono de resignación. 

—He pensando que es hora de retomar nuestros entrenamientos individuales—Declaró Nevra.—Sé que no estamos en buenos términos, pero... es algo que te beneficiaría mucho, sobretodo porque la evaluación ya está cerca.

No me entusiasma la idea de entrenar a solas con él, sin embargo... no puedo darme el lujo de rechazarlo. Tengo mayores oportunidades de progresar como Sombra si entreno bajo su tutela.

—De acuerdo—Me limité a decir. 

—¿Te parece bien esta noche?—No esperaba que empezaramos hoy mismo, pero supongo que mientras más pronto mejor.

—Sí, vale—Nevra asintió y se alejó rumbo a los guardianes que acababan de llegar, Shokun y Aheye, dos de los mejores integrantes de Sombra. 

Minutos después llegaron Karenn y Pandora, la última era una kitsune a quién había empezado a conocer hace poco. Es una chica divertida, algo coqueta y sensible al mismo tiempo.

El entrenamiento grupal fue duro como siempre y la ducha no ayudó demasiado a que mis músculos se relajaran.

Tras vestirme y arreglarme para el día, fuí a la biblioteca para tomar prestados unos libros. "Memorias de Eel", "Predicción Astral", "Brebajes y Venenos", entre otros. Ykhar no tenía mucho trabajo, por lo que me ayudó a cargar con los libros hasta mi habitación mientras me contaba de un loco sueño suyo donde se encontraba a Valkyon saliendo de la ducha.

La verdad es que en cierta parte, me distraje pensando en Leiftan. Aclaro que nada relacionado con él en la ducha, más bien en nuestra cercanía. 

En la Tierra, estaba rodeada de personas pero aún así... me sentía terriblemente sola. 

No suelo abrirme con otros, por lo que me sorprende el haberle mostrado mi lado más vulnerable a Leiftan. 

Él derrumba todas mis paredes y... da miedo. 

—¿Pensando en tu Romeo?—Cuestionó Ykhar sentándose a mi lado en la cama.—¿Te le vas a declarar pronto?

—No sé—Dije mientras abrazaba una de mis almohadas con pesar.

Remordimientos tardíos; EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora