Cap 44. Justo Descanso

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-¡Buenos díaas!.- La voz de Ruby se escuchó por toda la casa.

Shiny desde sus cobijas empezó a abrir sus ojos de mala gana al escuchar a su hermana, se envolvió como pudo hasta que Ruby entró a la habitación directamente a abrir las cortinas.

-Shiny, es muy tarde.- se molestó.- Ya deberías estar despierta.

-Si, mamá.- contestó de forma sarcástica.

De un tirón, Ruby le quitó las cobijas obligándola a levantarse, Shiny no tuvo opción más que salir de la cama. La equidna se dirigió al cuarto de su hermano e hizo lo mismo, ambos hermanos menores bajaron al comedor y estando a punto de dar el primer bocado a su desayuno Ruby los miró con seriedad.

-¿Olvidan que deben lavar su cara y manos?.- se cruzó de brazos.

Ambos hermanos se quejaron y fueron al baño a lavar sus rostros y cepillarse; el rojizo lo hacía de mala gana y con fuerza.

-Dear, así dañarás tus púas.- Ruby se acercó para ayudarlo.- A mamá y a mi nos costó arreglártelas, mira a Shiny ella lo hace lento y con calma.

-Que se noten mis ganas de estar aqui.- respondió la rosada sarcásticamente.

Una vez terminó de cepillarlo, la equidna salió rápido hacia la cocina esperando a sus hermanos. Todos sentados comenzaron a comer con un silencio incómodo, Dear miraba a sus dos hermanas esperando que alguna rompiera el silencio.

-Uh...la comida te ha quedado bien, hermana.- Dear miró a la mayor.- Gracias.

-Aw, muchas gracias.- sonrió.- me alegra ver a mis hermanos bien.

-Ya terminé.- la rosada se levantó de su asiento.- Recogeré mi plato y saldré por ahí con Dear.

-Exactamente, ¿Qué harán?.- preguntó la equidna.

-Uh, Dear y yo íbamos a dar una vuelta cerca del Altar.- respondió con nervios.- Sólo eso.

-Mh...- miró a ambos con incredulidad.- No me engañan, ¿Qué van a hacer?, no pueden salir de la isla.

-Tranquila, no nos iremos.- respondió la menor.- Sólo caminaremos y ya.

-¿Puedo ir con ustedes?.

-Creímos que estarías ocupada hoy.- Dear habló.- Puedes hacer tus tareas con tranquilidad, confía en nosotros.

No se fiaba de ellos, era obvio que tenían algo entre manos, pero decidió no dar tanta importancia dejándolos ir. Sin embargo, la rojiza no tardó en ponerse nerviosa y comenzó a seguirlos a escondidas.

Dear y Shiny caminaron hacia la dirección contraria del Altar, eso puso en alerta a la equidna y algo molesta por intentar evadirla con mentiras. Ambos hermanos parecían ir bromeando y llevándose muy bien en el camino así que nunca notaron o sintieron la presencia de su hermana atrás. 

Llegaron hasta un risco de altura pequeña donde el viento soplaba no muy fuerte, el equidna tomó una liana y ató las alas de su hermana.

-Bien, vamos a intentar un avance.- Dear alzó su rostro con orgullo.- Uno de tus miedos que te impide volar es la altura, pensé que quizás caminar por esta orilla sería bueno para tomar confianza, mientras más avanzas, la altura subirá.

-¿Crees que esto pueda ayudarme?.- Shiny se sentía nerviosa.

-Sinceramente, no lo sé.- se encogió de hombros.- pero podemos intentarlo. Até tus alas para evitar un accidente con el viento.

-Bien, creo que puedo hacerlo.- asintió con un poco de fortaleza.

Dear tomó de la mano a su hermana para que se sintiera segura, Shiny caminó por la orilla de altura más baja evitando mirar hacia abajo, conforme avanzaban ella podía notar cómo la altura aumentaba y mientras eso sucedía, se ponía nerviosa.

Sangre De HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora