Café, caricias y ronroneos II Wonkyun

OCHO

Dos días después, el turno de pasar nervios y sentirse ansioso le tocó a Minhyuk.

Más temprano, ese mismo viernes, DoDo le hizo una llamada cordial para contarle que el Doctor original de Changkyunnie ya estaba de regreso y tenía la tarde libre, si su encuentro podía ser ese dia, a lo que el rubio, entre titubeos y nerviosismos, terminó aceptando gustoso. Media hora del horario pactado entre ellos, Minhyuk miraba de forma ansiosa la pantalla de su teléfono y del aparato, sus ojos regresaban a la puerta principal del local y así en un vaivén continuo mientras se paseaba en los alrededores de la barra de los cafés.

Changkyun, quien hacía poco menos de una hora que había regresado de sus clases particulares, ocupaba su lugar característico en la barra para avanzar sus tareas de historia, notó la extraña actitud de su compañero y prestó atención a lo que este hacia. Luego de varios minutos sin comprender la situación, aclaró su garganta y luego preguntó.

—Min, me estas poniendo un poco nervioso, ¿Qué es lo que ocurre?

El rubio se sorprendió al escucharlo y luego se le acercó con una sonrisa de disculpa, negando con la cabeza suavemente.

—Nada, bebe; solo que estoy esperando a alguien especial... —dijo, comenzando a acariciar una de sus orejitas y derritiéndose cuando Changkyun inclinó un poco su cabecita ante el contacto—. La doctora Chae dijo que quería venir para... ¡Oh, no pongas esa cara, no es nada grave! —dijo rápidamente, al ver como el híbrido bajaba sus orejitas a la vez que la mirada —; Solo viene a conversar conmigo y conocerte mejor, no te preocupes.

—¿Quiere conocerme...? —murmuró él, aun con la mirada baja y pensativa.

Minhyuk sonrió al verle y luego asintió con la cabeza, respondiendo a su pregunta implícita. Acarició una última vez sus suaves cabellos y luego miró, por enésima vez, la hora en la pantalla de su teléfono.

—¿Ella podría ser mi doctora permanente ahora?

El rubio alzó rápido la mirada, sorprendido por la repentina pregunta de su pequeño, murmurada con tono tímido e inseguro, y se le quedó mirando por unos segundos en silencio.

—¿Te cae bien ella, Changkyunnie?

Changkyun, aun esquivando su mirada, asintió con dos movimientos de cabeza.

—Me gusta su aroma, su esencia me da tranquilidad... —dijo él, pensativo— De la misma manera que lo hace tu aroma —agregó luego, con la voz más baja y tímida.

Minhyuk sintió una leve punzada en su pecho al escucharle y, marcando un leve puchero por los sentimientos repentinos en su interior, se le acercó para besar su frente con ternura.

—Si eso te hace sentir bien, no puedo negarme para nada. Lo hablaremos con ella luego, ¿Que te parece?

Changkyun alzó su vista y asintió varias veces con energía, sonriendo ampliamente por haber conseguido lo que quería, pero su actitud juvenil y tierna duró poco. Al mirar casualmente por encima del hombro de su compañero, el híbrido se encontró con la cálida mirada de su doctora, quien hacía segundos había ingresado al café y se estaba acercando donde ellos estaban con una gentil sonrisa en su rostro. La timidez se apoderó rápidamente de él y su cambio de actitud fue tan notoria que Minhyuk se giró a ver y se congeló en el lugar al encontrarse con ella.

—¡Hola a los dos, buenas tardes! —dijo ella, con esa linda sonrisa.

Los tres intercambiaron breves saludos de bienvenida y mientras Changkyun se excusaba del encuentro para comenzar su turno de esa tarde, Minhyuk llevó a la bonita castaña hasta una de las mesas que estaban disponibles en sector del gran ventanal que daba a la calle principal. No había demasiada gente en el café a esa hora, por lo que podrían hablar cómodamente allí.