Café, caricias y ronroneos II Wonkyun

VEINTIUNO

Una vez adentro, Kihyun no perdió más el tiempo y se dispuso a hacer lo que tanto había esperado.

Rodeó la cintura del mayor y, entre besos y caricias, lo fue encaminando por el pasillo hasta llegar a su habitación. Soltó alguna que otra risita tonta por la situación en la que se encontraban, pero rapidamente era sofocada por los labios de Hyunwoo quien intentaba hacer el menor ruido posible para no alertar a Hyungwon.

Si podía, quería evitar una conversación de ese estilo por el mayor tiempo posible con el hibrido...

—Espera un momento, cariño —le dijo en un susurro, estando ya en su habitación y tomandole suavemente por las muñecas para detenerlo—. ¿Estás seguro de querer hacer esto? ¿De que está bien? —agregó, queriendo asegurarse antes de que el más bajo siguiera desvistiéndole tan descarada y juguetonamente.

Pero Kihyun no parecía escucharlo, más bien, el castaño se esforzaba por alcanzar nuevamente su cuello y continuar el camino de besos que estaba haciendo sobre su morena piel antes de ser apartado. Hyunwoo le miró por un momento y luego lo encaminó con movimientos suaves hasta que las rodillas contrarias dieron en el borde de la cama y Kihyun terminó de espaldas contra el colchón, siendo rapidamente cubierto por el macizo cuerpo del mayor quien se ocupó de retenerlo en el lugar y conseguir su completa atención.

—Kihyunie, te he hecho una pregunta... —le murmuró demasiado cerca de los labios.

Él no podía quitar la mirada de aquellos jugosos y suaves labios que le estaban provocando, entonces, Kihyun alzó la vista para buscar la mirada ajena y sonrió lentamente.

—Hace tiempo que espero y quiero hacer esto contigo —respondió Kihyun, estirándose por un beso más.

Pero Hyunwoo se volvió a distanciar y, no muy convencido con su actitud, volvió a insistir para asegurarse bien antes de avanzar más.

—Cariño, has tomado mucho esta noche, ¿estás seguro de querer?

Si bien adoraba lo protector y cuidadoso que era Hyunwoo con él, la paciencia en estos momentos se le empezaba a acabar. Kihyun marcó un profundo puchero en sus labios y se le quedó viendo de manera seria.

—¿No quieres hacerlo conmigo?, ¿es eso? —murmuró entonces.

Kihyun pudo ver el semblante del mayor tensarse y luego cerrar sus ojos como si algo le hubiera molestado. Y verdaderamente así había sido, el corazón de Hyunwoo se apretó cuando escuchó aquellas palabras. Suavizando su mirada, él se inclinó más sobre el rostro del fotografo antes de hablar casi en un susurro.

—Por supuesto que quiero, cariño, pero no quiero aprovecharme de tu estado ni de la situación. Quiero que de verdad lo quieras y lo disfrutes... —lentamente, acortó la distancia entre ellos y unió sus labios en un nuevo y desbordante beso que terminó por robarle un encantador suspiro al castaño.

—Estoy seguro, Hyunwoo —Kihyun le miró con determinación y lujuria renovada tras aquel ultimo beso—. Quiero amarte y que me ames aquí y ahora, no me hagas esperar más por favor.

"Ah, que débil soy ante esa mirada y ese ruego tan tierno y seductor a la vez", pensó entonces Hyunwoo, volviendo a besarlo, más profundo y salvajemente, mientras rodeaba su cintura con los brazos y sentía que Kihyun se colgaba a su cuello para profundizar aún más el beso.

Rapidamente, sus besos no fueron suficientes para saciarse y Hyunwoo comenzó a deslizarse por sus mejillas, su mentón y mandibula, hasta llegar al cuello. Iba lento y suave, disfrutando de los pequeños suspiros y gemidos contenidos de Kihyun con cada paso que daba mientras este se ocupaba por quitarle la camisa con movimientos torpes. Hyunwoo también se ocupó de quitarle sus ropas a medida que iba descendiendo por su cuerpo, fascinado con los leves temblores ante su toque y no pudo evitar sonreír triunfal cuando Kihyun arqueó la espalda en busca de más contacto.