VEINTICUATRO

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—Kyunie, mírame por favor. Está todo bien, no has hecho nada malo... —Hoseok intentó persuadirlo, pero sin éxito.

Changkyun seguía evitando verle y dirigirle la palabra. Ni siquiera era capaz de ver que tipo de expresión tenía en el rostro, lo que apretaba cada vez más su corazón de preocupación.

—Lo siento, pequeño. Entiendo, me he excedido contigo... ¿Te arrepientes? —murmuró suavemente Hoseok, sin poder evitar hacer un puchero con los labios.

Aquella situación era confusa para ambos. Hoseok sentía que había sobrepasado los límites con él, mientras que Changkyun no sabía controlar el desastre de repentinas emociones que tenía dentro.

Se sentía muy nervioso de repente, sin embargo, Changkyun podía reconocer que Hoseok le había comenzado a atraer en el último tiempo. Le parecía atractivo y era agradable conversar con él, también su aroma junto con las dulces caricias que le brindaba siempre le hacían relajar a su lado a tal punto que se dejaba llevar cada vez más por lo que sentía, pero, esta vez... Se había excedido con el mayor y la vergüenza de su atrevimiento lo estaba matando.

Todavía sin ser capaz de mirarle a la cara, el híbrido negó suavemente con la cabeza ante su pregunta. Aquel simple gesto le permitió volver a respirar tranquilamente a Hoseok. Entonces, si no se arrepentía de lo que acababan de compartir... Eso quería decir que había sido consentido también por el pequeño.

Incapaz de contener su felicidad, Hoseok rio bajito a la vez que acunaba las manos que aún cubrían el rostro de Changkyun como si estas fueran sus mejillas, lo giró apenas un poco en su dirección y, al segundo en que el menor dejaba a la vista sus bonitos y sorprendidos ojos a la vista, Hoseok se inclinó para besarle la frente con ternura.

—Oh, ya entiendo... ¿Estás avergonzado, pequeño? —le murmuró entonces, con una boba sonrisa y mirándole a los ojos.

Changkyun pidió mentalmente que la tierra se lo tragara en ese mismísimo momento. Había sido atrapado por él y no solo podía quedársele mirando sin saber qué decir. Por su parte, como Hoseok aún le sostenía las manos que estas tapaban el rostro del menor, aprovechó aquellos segundos de silencio para tirar suavemente de ellas y separarlas de su rostro, dejándolo completamente expuesto a su escrutinio.

Sintiéndose desnudo frente a él, solo atinó a un corto sentimiento de cabeza, lo que hizo que la sonrisa del mayor se ampliase. Inmediatamente, bajó su mirada a las sábanas entre sus cuerpos y notó las manos de Hoseok rodeando y acariciando las suyas, que temblaban un poco por los insistentes nervios. Seguido de eso, Changkyun también notó que el cuerpo del mayor se inclinaba nuevamente en su dirección, por lo que cerró sus ojos y simplemente esperó lo que fuera que él quisiera hacer... Su corazón saltó en su pecho por la emoción, pero entonces, cuando pudo sentir el tibio aliento contrario contra sus ansiosos labios, el timbre del departamento sonó repetidas veces y de manera insistente.

Tanto Changkyun como Hoseok se tensaron y alejaron por el repentino sobresalto, rompiendo aquella intimidad y cercanía que habían logrado segundos antes. Hoseok entonces reconoció el ritmo de las timbradas y rezongó con malhumor, mientras que Changkyun dejó salir un entrecortado suspiro, dándose cuenta que había retenido el aliento todo ese tiempo sin quererlo.

Hoseok se inclinó rápidamente y dejó un suave beso sobre la frente del menor, que se le quedó mirando, antes de salirse de la cama y comenzar a vestirse con desgano.

—Seguramente sea mi hermano, lo voy a matar por esto —le comentó al pasar, ya dirigiéndose a la puerta de la habitación para desaparecer por el pasillo, dejando solo en el lugar al híbrido con su agitado corazón y un sin fin de pensamientos en su cabeza.

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⏰ Última actualización: May 29, 2023 ⏰

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Café, caricias y ronroneos II WonkyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora